Otro día en el que despertaba con las suaves y cariñosas caricias de su padre en su cabecita, en cuanto abrió sus ojos no tardó en sentarse, sacudiendo sus largas orejitas con emoción ante un nuevo día lleno de aventuras.
Pero hoy era diferente. Justo ese día entraría a la guardería, y estaba más que ansioso de conocer a otros híbridos chiquitos como él. Su papi le había dicho que en aquel lugar todos eran muy amables, pero en dado caso de que algo ocurriera no dudara en advertirle a su docente o a ellos.
Palabras confusas que decidía ignorar en cuanto supo que tendría nuevos amiguitos.
— ¡Papá, papá! ¡Vamos yaaa!
Saltó sobre sus piecitos, inquieto, ansioso y emocionado. Esperaba con impaciencia a su padre, quien como siempre se despedía con mucho cariño de su otro papi, sus labios rozando le produjo un sentimiento de confusión que por el momento ignoró, solo porque no quería interrumpir lo que sea que tuvieran en ese momento.
Su pequeña cabecita aún no procesaba del todo los afectos que se daban entre sí los adultos, pero dentro de poco, sabría que por fin entendería todo.
꒰ ♡ ꒱
— ¡Es tan grande!
Abrió sus bracitos con emoción al ver el que sería su nuevo espacio de entretenimiento y cuidados. Su padre y aquella persona que le cuidaría de ahora en adelante soltaron pequeñas risitas que él ignoró debido a la excitación que le provocaba estar en aquel lugar colorido.
Habían papeles pegados en la pared con números y letras -más adelante descubriría que esos "papeles" son pósters-, muchos estantes llenos de libros y cajones que aseguraba estaban abarrotados de juguetes.
El piso era un extraño rompecabezas, era suave bajo el tacto de sus piecitos y no dudó en correr por el salón, esquivando algunos banquitos y las mesas de colores pasteles. Las paredes simulaban un bonito paisaje con árboles, pájaros y algunos que otros animales de cuatro patas como alces, gatos o hasta caballos.
— ¿Está seguro de que nada pasará?
En la puerta, aquel hombre con largas orejas azabaches y de cabellos igualmente oscuros habló, girando hacia quien ahora era el docente de su hijo, con una mirada angustiada y hasta indecisa.
— Señor, no tiene de qué preocuparse. Hiroshi parece adaptarse muy bien a su ambiente, tan sólo mírelo —ambos desviaron su vista al pequeño, quien ahora estaba sentado en el suelo cubierto de alfombra mientras miraba su alrededor—; no dudo en que se le hará muy fácil hacer amigos.
— Si usted lo dice... Hiro, pequeño.
El pequeño conejito se levantó del sueño alfombrado en cuanto escuchó a su papá alfa, y corrió hasta él para así abrazar sus piernas, cabe aclarar que a penas podía rodearlas con sus bracitos, pero al menos intentaba.
Taro, el padre de aquel lindo conejito, se agachó para así sostener sus mejillas con ambas manos, dedicándole una suave mirada llena de amor a su pequeño quien de inmediato le correspondió con una sonrisa.
— Debes portarte bien, ¿si? nada de peleas. Si alguien te molesta...
— Le diré al profesor y a ustedes, papis.
— Eso es cariño. Cuídate, pasaré por tí más tarde. Te amo, bebé.
— ¡Yo también te amo, papá!
Con un besito en su frente y un saludo de manos ambos se despidieron, el pequeño conejito de cabellos azabaches observó desde la puerta la gigante espalda de su padre hasta que dobló una esquina, perdiéndose de su vista.
— Bueno, ¿qué quieres hacer mientras llegan tus compañeritos?
— ¡Juguemos!
Alzó sus brazos con emoción, mirando sonriente al adulto, híbrido de tigre de bengala, quien soltó pequeñas risitas ante la ternura que le daba el menor.
— Entonces juguemos, Hiro.
los primeros capítulos será de cuando todos estaban chiquitos. 🤏🏻
tuve que volver a publicar los cap pq ocurrió un error, pero ya está todo. por cierto, de la imágen de arriba fue que me inspiré para hacer ésto

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CHANCE | STRAY KIDS
Fanfictionlos conoces desde que son unos pequeños híbridos, no había día en el que no estuvieran juntos planeando alguna travesura. y aunque muchos decían que el tiempo los haría separarse o cambiar ellos se mantuvieron reacios a esa idea.