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— bien, ahora que estamos todos, que empiece la sesión.

llevó una mano a su rostro con cansancio, sentándose en una de las sillas de su patio mientras dejaba su lata de cerveza a un lado.

habían pasado pocos días luego de aquel picnic, claro que sus amigos habían notado que pasaba algo raro, por eso al estar todos en casa decidieron hablar por su chat grupal. acordaron reunirse en casa de la "víctima" un día que estuvieran libres, y eso les llevaba a ese momento, donde estaban todos juntos, algunos en sillas bajo la sombra de aquel frondoso árbol que poseía, y otros pocos en la piscina.

habían aprovechado para hacer un asado, por lo que además de ser una reunión, era un tipo de fiesta improvisada.

— ¿qué pasa entre tú y wonho? —cuestionó el compañero de trabajo del segundo nombrado, sentado tras su pareja en una silla de extensión, aplicando un masaje en sus hombros.

— él es padre de uno de mis estudiantes, es todo —respondió con flojera, mirando unos momentos al dúo de menores antes de llevar su vista a la piscina.

— pero le conoces desde hace tiempo, ¿no? —el siguiente en interrogar fue hyunjin, quien se apoyaba en el borde de la piscina con ambos brazos.

— para nada, la primera vez que le vi fue cuando llegaste al salón pidiendo mi auto —explicó, moviendo su mano derecha en un ademán—, antes de eso, jamás le había visto, ni siquiera cuando los niños son dejados en el salón.

— oh, eso tal vez se deba a que tiene niñera. wonho muchas veces no tiene tiempo por las mañanas, y siempre deja a cargo a una chica para llevar a su hijo.

el comentario de seungmin le hizo asentir, recordando la veces que soobin era dejado por una joven chica y retirado por ella misma.

— pero, ese día que le viste por primera vez, ¿algo pasó? —preguntó el australiano menor, jugando con los cabellos de su pareja ya que estaba a su lado, sentando en el borde.

— umh... él me cuestionó sobre si era un omega, pidió mi nombre y se dió cuenta de que era un híbrido de conejo.

— ¿cómo se dió cuenta de eso? desde que tenemos quince años aprendimos a esconder nuestras orejas o colas—las palabras de chan hicieron que sintiera vergüenza, por lo que tapó su rostro con ambas manos.

— yo... cuando me preguntó mi nombre, me sentí... avergonzado... entonces mis orejas salieron.

— awww, nuestro pequeño hiroshi sintió pena.

miró con molestia al de mejillas gordas, apartando su mano con un pequeño golpe al ver que planeaba tomarle de la mejilla.

— ¿luego de eso no hubo otro acercamiento? —minho salió del agua para así dirigirse a la parrilla, volteando las salchichas y pedazos de pollo.

— ¡oh, sí! ¡en el supermercado! hubieran visto lo feliz que estaba wonho al verlo —contestó con malicia jisung, caminando hasta su pareja para sentarse en sus piernas.

— quería golpearte ese día —confesó el japonés, mirando con el ceño fruncido al chico.

— ¡oye, fue divertido! verán, me hice pasar como el esposo de hiro ya que él no me conocía, hubieran visto la forma en que se desilusionó al pensar que éramos pareja —relató, moviendo sus manos a medida que hablaba con una gran sonrisa—; hasta que hiro le dijo que no éramos esposos en realidad y pareció reanimarse, ¡e incluso le pidió salir a cenar!

— hey, claro que no... es solo que soobin sugirió cenar, así que, técnicamente, no fue él y no seríamos sólo nosotros —trató de aclarar, pero aún así las miradas de sus amigos no ayudaban.

— eso da igual, de todas formas fue una invitación a cenar —una mano se posó en su hombro, brindándole cierto apoyo. al girar se encontró con changbin, quien le regalaba una pequeña sonrisa.

— ¿y luego de eso? ¿te lo encontraste en otros lugares?

— sí... ahora parecemos toparnos más que nunca —respondió la duda del menor en el grupo, tomando su lata de cerveza para así dar un sorbo al líquido. sostuvo la lata en sus manos con firmeza, mirando hacia el agua de la piscina con una mueca—. es incómodo.

— ¿cómo incómodo? —preguntó felix, parando el jugueteo con el cabello de su pareja para mirarle—. ¿incómodo de oh, me gusta? ¿o incómodo de qué rarito?

— ¡exacto! —se levantó de golpe de su asiento, moviendo sus brazos con exasperación—, ¡es muy incómodo! su atención y sus repentinas apariciones me ponen sumamente nervioso.

— ¿no será que él te llama la atención, hiro-shii? —chan usó el apodo creado por hyunjin, quien desde su lugar se quejó de aquello, siendo callado por su esposo.

— .... no, en absoluto. —negó luego de unos segundos procesando la información.

el señor choi (wonho, dios, solo era unos años mayor que él) era ante sus ojos alguien extraño. siempre le miraba con una gran sonrisa en sus labios y un extraño brillo en sus ojos. a veces le hacía preguntas muy extrañas o soltaba cumplidos que le confundían.

y ahora no sólo debía verle ocasionalmente, sino que le veía cada día, cada mañana cuando esperaba a sus estudiantes en la puerta del aula. el mayor le saludaba con tanto entusiasmo, y él a penas era capaz de sonreírle de vuelta por cortesía.

le ponía de los nervios.

— ¿y qué hay de la invitación? —interrogó changbin de la nada, obteniendo una mirada confusa de el—. dijiste que su hijo te invitó a cenar, ¿fuiste?

negó con lentitud, terminando de beber lo que estaba en su lata para arrojarla a un gesto de reciclaje que poseía. había obligado a sus amigos a tener en casa uno de esos, porque aunque no fuera como esas personas que luchaban día a día con temas como el reciclaje, la vida humana o cosas por el estilo, el deseaba aportar su gramo de arena.

— no, esa semana estuve con mis padres. y luego simplemente nadie tocó el tema. —se encogió de hombros, acercándose a la parrilla para servirse en un plato un pollo ya listo.

— ¿y no le dijiste nada? —el tono indignado de jisung le hizo confundir aún más, pero de igual forma negó con rapidez, sentándose en donde anteriormente estaba mientras era observado por sus incrédulos amigos.

— ¿por qué lo haría? fue una invitación hecha por un niño, no es gran cosa.

batió su mano en el aire para restarle importancia al asunto, con su otra mano sosteniendo el plato donde estaba su comida. chan le pasó otra bebida antes de acercarse a su pareja, a quien abrazó por atrás mientras le miraba por encima de su hombro.

— wonho es apuesto, ¿enserio no te llama la atención? —miró al australiano mayor con duda, pensando en la pregunta antes de contestar.

— supongo... —todos le miraron esperanzados al escucharle, casi que celebrando por ver un poco de avispamiento en su mejor amigo. pero pronto, toda ilusión se hizo añicos con unas pocas palabras—; es todo un raro, claro que llama la atención.

suspiraron en signo de derrota, decidiendo dejar el tema por la paz y dejar que su amigo se diera cuenta por sí mismo de lo que sucedía.

CHANCE  |  STRAY KIDSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora