CHANCE | STRAY KIDS

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rodó en su cama mientras escuchaba su teléfono sonar una y otra vez, el aparato se encontraba cerca de su cabeza, pero él era incapaz de estirar su mano y apagar el objeto. no tenía las ganas de hacerlo, simplemente debía concentrarse lo suficiente y el ruido desaparecería, así funcionaba todo; él tan solo debía ignorar todo y eventualmente la situación  mejoraría.

cuando el teléfono se detuvo dejó salir un suspiro, quitándose la sábana de encima cuando comenzó a sentir un poco de calor. miró el techo con atención, intentando pensar en algo más que no fuera en aquel momento, aquel instante en que los brazos de wonho le sostuvieron con firmeza.

él no podía estar siquiera considerándolo, ¿verdad? wonho era un extraño a sus ojos, no conocía nada de el, además de que trabajaba con seungmin y que su esposo había muerto hace mucho.

se asustó al volver a escuchar el tono de llamada de su celular, ésta vez pudo asomarse un poco para así intentar ver la persona que intentaba llamarle. "changbin" marcaba la pantalla, estaba tentado a responder, pero sabía que eso conllevaba un interrogatorio, y él no estaba listo para eso.

era un sábado tranquilo, afuera hacía frío y desde hace unas horas había comenzado a caer una suave llovizna sobre la ciudad. amaba ese clima, pero no ayudaba en absoluto a su desordenada mente.

de repente, el tono de llamada de su celular se detuvo, pero le siguió el sonido de una notificación, por lo que ésta vez decidió sujetar el teléfono en sus manos. se sorprendió al ver el mensaje en la barra de notificaciones, sentándose de golpe en la cama con una expresión de pánico.

"abre la puerta, ahora", ¿seungmin mandando ese mensaje? definitivamente no se trataba de ningúna broma y debía hacer lo pedido de inmediato. "solo soy yo", ver eso definitivamente me calmó, pero no disminuyó el latir desenfrenado de su corazón.

dejó el objeto a un lado para así salir de su habitación, caminando a pasos lentos hasta la entrada de su hogar mientras escuchaba las suaves gotas que caían en el techo. respiró hondo frente a la puerta, sacudiendo sus manos para deshacerse de los pequeños temblores y tomando finalmente la llave para abrir. cuando lo hizo se encontró de cara con su amigo, quién le miraba de vuelta con una pequeña sonrisa.

— hablemos, ¿si?

y sin tener que decirle nada, el chico se hizo paso en la casa, dejándole ahí para que cerrase la puerta. dejó la llave en la mesita de entrada cuando lo hizo para así acercarse al más alto, quien se encontraba cómodo en uno de los sofás.

— siéntate, por favor. jeongin está como loco porque no le traje a el, pero sé que lo que menos necesitas es presión —asintió, sentándose junto a el con cuidado. se mantuvieron en silenció por unos segundos hasta que seungmin tomó el habla—. iré al grano, hiro; nada de ésto se trata de alguna broma, todo lo que pasa es totalmente real, ¿ok?

asintió, con su cabeza gacha y observando sus manos inquietas, sentía las lágrimas acumularse en sus ojos junto al nudo en su garganta. odiaba ser tan sensible, pero no podía evitarlo cuando se trataba de algo que le causaba tanta inseguridad.

— escucha, conozco a wonho desde hace años, hemos trabajado lado a lado y en algún momento, incluso, conocí a su antigua pareja —ante la mención de aquel, a quien conocía como hyungwoo, alzó la cabeza para mirar a su amigo atentamente—. realmente se amaban, no voy a mentirte, ellos eran algo así como la pareja perfecta, toda cliché, toda rosa y especial. sin embargo, desde la muerte de hyung todo se volvió muy oscuro para wonho, estuvo en luto por muchos meses, pero tuvo que mantenerse cuerdo por soobin. hacía tanto tiempo que no se veía tan contento... hasta ese día en el que llegó muy sonriente a la oficina, pensé en que seguramente de trataba de soobin sacando otra buena calificación; pero me habló de cierto profesor, un omega híbrido de conejo que llamó su atención con solo sonreír y verle a los ojos. cuando le pregunté el lugar en donde estudiaba su hijo comencé a tener mis dudas, y fue entonces que me dijo tu nombre, dentro de todas las posibilidades, el te había visto a tí, hiro.