Dos años más tarde
Salgo al patio trasero. El aire cálido de Portown me golpea en la cara, brindándome el calor que he dejado de sentir hace diecisiete años.
Agarro el periódico del día y me pongo a leerlo. No le presto tanta atención hasta que mencionan un nombre conocido que hace que mi corazón comience a acelerarse.
"El ecologista Amir Rood ha decidido venir con su equipo a Portown para..."
Dejo de leer realmente después de eso.
¿Amir está aquí?
🎵
Dos días después
Estoy caminando por las calles de Portown cuando mi estómago ruge. Decido entrar a uno de los mejores cafés que hay por aquí, no solo para comer algo, sino también para calentarme un poco. El frío otoñal salió de la nada, no estaba preparado por lo tanto salí sin un abrigo.
—Lo usual —le digo a María Banfield, mi mesera favorita, con una sonrisa una vez que se acerca a pedir mi orden.
—En seguida.
Sonríe.
Me siento y, al instante, uno de sus hijos —Aaron— viene hasta mí con un plato en el cual hay un sándwich. Se lo recibo y le agradezco. Él se sonroja un poco y luego corre hasta donde está su madre preparando mi café.
Empiezo a mirar el lugar. Nunca cambia, pero siempre puedo ver algo que antes no estaba.
Esta vez veo a alguien que antes no estaba.
Mi corazón se acelera y se relaja a la vez, mis manos empiezan a sudar ante la vista y la boca se me seca.
Todavía no me ha notado, pero un instante después se gira hacia mí como si estuviera sintiendo mi mirada sobre él.
No pasa ni un segundo antes de que pueda ver el reconocimiento cruzar su rostro. Sus ojos se iluminan y es en ese momento en el que puedo sentir cómo mi corazón empieza a tocar una melodía que ya había considerado olvidada. Vuelve a tocar aquella melodía que empezó cuando lo conocí.
Amir se levanta y comienza a caminar hasta mí.
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Hasta que nos volvamos a encontrar [#3.5]
Short Story"Al final, las almas gemelas se encuentran porque tienen el mismo escondite" ~Robert Brault