Aventuras de Fairborn

Capítulo 67: El año perdido

1 de septiembre de 1977

Los últimos signos de civilización repiquetearon al otro lado de la ventana, lo que indicaba que ya habían dejado Londres muy atrás y que estaban bien encaminados hacia el norte. Empujó un rizo de largo cabello castaño a un lado, observando el reflejo de la 'H' dorada que estaba sujeta a su uniforme escolar sobre su pecho.

"Te queda mucho mejor que a mí".

Se dio la vuelta para encontrar a James mirándola con su característica sonrisa, una mano en su cabello desordenado.

"Creo que te ves muy guapo con eso." Lily se rió, dando un paso más cerca de él y besando su mejilla: "Sé con certeza que serás un muy buen Premio Anual".

"Poco probable". James murmuró en voz baja: "He estado evitando y escondiéndome de las autoridades de la escuela durante seis increíbles años. No puedo evitar pensar que todo esto es parte de una elaborada broma que Dumbledore inició para vengarse de mí. Este año será ¡horrible!"

"Estás siendo demasiado dramático otra vez, James". Lily puso los ojos en blanco, barajando algunas tarjetas con algunas notas de última hora para la próxima reunión: "Este año será bueno para ti, será una experiencia de aprendizaje ".

" Experiencia de aprendizaje , dices..." James se rascó la mandíbula. Un brillo travieso, uno que Lily había llegado a conocer durante los últimos meses de salir con él, habitaba en sus ojos color avellana: "Tal vez he estado viendo las cosas de manera equivocada-"

"James, sabes que eso no es lo que quise decir-"

"Es posible que tenga menos tiempo en estos días, pero por lo tanto será aún más fácil salirme con la mía con una broma ahora que se supone que soy yo quien debe atrapar a la gente haciendo bromas... ¡Piensa en las posibilidades!"

"No permitiré que abuses de tu posición, James". Lily se giró en el acto, señalando con un dedo acusadoramente a su novio mientras golpeaba el suelo con el pie amenazadoramente: "No habrá bromas tuyas mientras estemos en funciones de Premio Anual de Premios Anuales".

"Bien bien." James levantó las manos a la defensiva, como solía hacer cada vez que estaba en el lado receptor de esa mirada: "No hay bromas en el servicio, lo entiendo, Lils".

"Lo digo en serio, James". Mantuvo los ojos entrecerrados, tratando de mirarlo lo más íntimamente posible: "¡Te comportarás bien!"

"Sigo siendo un Merodeador..." Él le lanzó su sonrisa más encantadora, colocando sus manos en sus caderas para acercarla suavemente: "Pero prometo un poco menos de merodeadores este año".

"Bien." Lily quería responder, pero la tomó por sorpresa cuando de repente se inclinó y rozó suavemente sus labios con los de ella.

Ella no luchó, simplemente rompió el beso después de unos segundos, poniéndose de puntillas para mirar por encima de su hombro: "James, los demás podrían estar aquí en cualquier momento..."

"Entonces tenemos algo más de tiempo". Su novio respondió sin molestarse ni siquiera mirar su reloj. La atrajo hacia él, besándola aún más apasionadamente que antes.

"Está bien, ¡pero solo unos segundos más!" Ella se fundió en el beso, permitiéndole abrazarla mientras pasaba sus brazos alrededor de su cuello, una mano vagando por su cabello rebelde.

"Merlín, Lily, me vuelven loco". La voz de James salió ronca: "No quiero dejar de besarte nunca".

"Pero- Pero tenemos-" Lily jadeaba entre respiraciones, cada vez que James le concedía un pequeño descanso: "-¡Para dar un buen ejemplo!"