Aventuras de Fairborn

Capítulo 1: Prólogo

AQUI ESTA LO PROMETIDO

Capitulo 1

"Marlene McKinnon, fue asesinada dos semanas después de que se tomara esto, atraparon a toda su familia". -Alastor Moody

"No dejaré que..." - Harry Potter

"Nadie sobrevivió después de que decidió matarlos, y había matado a algunos de los mejores magos y brujas de la época: los McKinnon, los Bones, los Prewett" - Rubeus Hagrid

"Lo detendré..." - Harry Potter

26 de diciembre de 2005

"Bien hecho, Potter..." Hizo una mueca mientras golpeaba repetidamente el reloj de arena roto con su varita. Harry James Potter, un recién graduado de la Universidad Mágica de Berna en Suiza, estaba sentado en un pequeño escritorio en las profundidades de Londres, en el Departamento Británico de Misterios.

Se alborotó el cabello negro y rebelde, un hábito que de alguna manera debe haber heredado de su padre, y reprimió un bostezo. A pesar de estar bastante cansado, tenía que estar completamente concentrado en esta tarea. ¿Qué hora era? ¿Cuánto tiempo había estado aquí? Harry se frotó las sienes y lanzó un rápido Tempus:

Eran las 7:00 am de la mañana y tenía otras tres horas para terminar el proyecto. El Jefe Matasanos Inefable le había asignado la tarea y Harry estaba firmemente decidido a no decepcionar a su nuevo jefe. Volviendo sus esfuerzos a la tarea en cuestión, no pudo evitar pensar en cómo había terminado donde estaba hoy.

Flashback
15 de mayo de 1998 (Dos semanas después de la Batalla de Hogwarts)

Harry pasó los días posteriores a la Batalla de Hogwarts de luto por los que habían caído. En un intento por distraerse, había sido el primero en ofrecerse como voluntario cuando McGonagall pidió el apoyo de los estudiantes para reparar los daños del castillo. Tal como había sido el caso de Tom Riddle y Severus Snape, Hogwarts había sido el primer verdadero hogar de Harry. Verlo en un estado tan lamentable lo lastimó físicamente.

Así que se puso a trabajar, pasó tanto tiempo solo durante esos pocos días, limpiando escombros, arreglando paredes rotas y coordinando la reconstrucción. Harry apenas tuvo tiempo para pensar... McGonagall había estado encantada de que Harry tuviera la intención de contribuir tanto. Los dos terminaron hablando durante horas hasta altas horas de la noche sobre una variedad de temas.

Hermione y Ron realmente no habían entendido por qué estaba poniendo tanto esfuerzo en eso en primer lugar, no es que pudiera culparlos por eso. Nunca entenderían lo que se sentía al encontrar finalmente un lugar donde era bienvenido y verlo en ruinas. Así como se le había otorgado el privilegio de estudiar en Hogwarts, quería que generaciones de estudiantes después de él experimentaran lo mismo. Con suerte, las reparaciones terminarían a tiempo, mucho antes de que comenzara el plazo.

Al principio, habían ayudado con la limpieza, pero Harry se dio cuenta de que ninguno de los dos estaba completamente comprometido con la tarea y solo lo hacían para complacerlo. Después de que se celebraron los funerales de los caídos, se fueron a Australia para buscar a los padres de Hermione. Harry les había dado su bendición, sabiendo que el viaje era importante, no solo para la propia Hermione sino para ambos como pareja.

De pie en la cancha de Quidditch vacía, la larga varita de saúco golpeó la muñeca de Harry. Con un amplio remolino, despejó algunas de las tablas de madera destruidas que una vez formaron las gradas del campo de quidditch de Hogwarts. Recordó atrapar su primera Snitch aquí y las horas que pasó entrenando con los discursos motivadores de Oliver Wood. Todo se sentía tan fresco, pero tan lejano al mismo tiempo...