Aventuras de Fairborn

Capítulo 56: Abraza el dolor

7 de junio de 1977

Brillantes destellos de luz pasaron a su lado, dejando profundas marcas abrasadoras mientras estallaban en la pared de piedra detrás de él. Un leve olor a carbonizado, junto con el polvo levantado y pequeños pedazos de escombros, flotaba en el aire a su alrededor. Un destello blanco radiante no alcanzó su cabeza por una pulgada cuando Harry se movió hacia un lado, pero fue tan cegador que se vio obligado a entrecerrar los ojos ligeramente, para mantener su enfoque en la fuente que los estaba emitiendo.

Los rizos rubios rebotaron en una cola de caballo alta cuando Marlene giró elegantemente en el lugar como una bailarina y cortó su varita en el aire con un movimiento fluido. Los brillantes ojos azules se estrecharon sobre él y ella se mordió el labio inferior en una mezcla de concentración e irritación.

Se ve tan linda cuando se pone nerviosa.

Harry se obligó a apartar la mirada de sus ojos y considerarla una enemiga una vez más. Marlene golpeó de nuevo, desatando un trío de maleficios, los movimientos de su varita deslizándose de un hechizo a otro en perfecta armonía sin detenerse.

Él desvió perezosamente dos de ellos hacia ella, esquivando al último, y comenzó a contraatacar, lanzando cada uno de los hechizos de broma inútiles que los Merodeadores solían usar entre ellos en las clases.

Quedó profundamente impresionado cuando su novia resultó casi imposible de tocar. Dio un paso alrededor de los hechizos entrantes y bailó entre los rayos de magia, desviando los muy débiles con los que se sentía cómoda mientras evitaba o esquivaba los más fuertes. Marlene giraba y giraba constantemente de manera irregular e impredecible, lo que hacía mucho más difícil golpearla.

A pesar de sus movimientos increíblemente rápidos, Harry la inmovilizó lentamente. Abandonando su asalto por un momento, transformó algunos de los escombros que quedaban en el suelo de la Cámara en ositos de peluche animados y esponjosos.

Con otro movimiento de su varita, el ejército de animales de peluche corrió hacia Marlene y comenzó a bloquear su camino, haciéndola tropezar cada vez que intentaba pasar por encima de ellos mientras evitaba una maldición.

Desafortunadamente, los lindos combatientes de Harry no sobrevivieron por mucho tiempo, ya que se disolvieron en un charco de telas humeantes y plástico fundido cuando la furia de Marlene se manifestó en un avatar de llamas que brotó de su varita en un brillante resplandor carmesí.

Sin embargo, habían cumplido su propósito y tal como estaba previsto, distrajeron a su novia el tiempo suficiente para forzarla a defenderse. El asalto implacable de Harry por medio de encantamientos cosquilleantes y maleficios que convertirían sus sedosos rizos dorados en un desastre que rivaliza con el cabello de Hermione, golpeado contra su escudo conjurado apresuradamente. Finalmente, el golpe la empujó y Marlene tropezó con el suelo y cayó justo sobre su lindo trasero.

'Expelliarmus', murmuró Harry, viendo como su varita volaba hacia él.

"¡Ay! Eso probablemente va a dejar un moretón". Con una mueca, Marlene se levantó del suelo. Levantando la parte trasera de su falda, se masajeó el lugar en el trasero donde cayó y trató de inspeccionarlo a través de su reflejo en un charco de agua: "Sí, definitivamente un moretón. Genial, ahora me esperan bromas de nalgadas de Florence " . cuando ella lo ve..."

"¿Quieres que lo revise?" Harry ofreció con una sonrisa burlona mientras se acercaba a ella: "Dicen que mis manos tienen habilidades curativas mágicas".

"¡No!" Rápidamente se bajó la falda hacia abajo, asegurándose de que Harry ni siquiera pudiera ver el más mínimo atisbo. Arrojando sus rizos rubios sobre un hombro, Marlene lo miró con una mirada fría a través de ojos azul hielo: "¡Ni siquiera dejaré que me eches un vistazo porque has estado jugando conmigo otra vez! Quiero decir, ¿ositos de peluche? ¿En serio? , ¿Harry?"