Aventuras de Fairborn

Capítulo 29: Las reliquias sangrientas

1 de septiembre de 1976

"¡Te he extrañado mucho!" Un par de brazos ágiles la apretaron mientras el cabello lacio y castaño claro bloqueaba su visión temporalmente.

"Es bueno verte también, Flo". Marlene correspondió el abrazo, "¿Cómo fue en los Estados Unidos?"

La morena aflojó su agarre y empujó a Marlene hacia el compartimiento. Sus ojos se iluminaron: "¡Fue fantástico! El primo de papá tiene una casa de playa realmente bonita en Florida. Pasé todo mi tiempo nadando, bronceándome y coqueteando con todos los lindos niños muggles locales. Les encantaba el acento británico".

"Pobres muchachos", murmuró Marlene. Una rápida mirada por la ventanilla confirmó que el Express había salido de Kings Cross y ya se dirigía a Escocia. 'Su penúltimo año había comenzado oficialmente.' Marlene movió su varita y levitó su baúl hasta el almacenamiento de equipaje: "Pero puedo decir que tienes algo de sol. Te ves muy bien, Flo".

"Sí, sí-gracias..." La chica puso los ojos en blanco y señaló el asiento a su lado: "...Pero basta de mí. ¿Cómo fueron las últimas semanas de tu verano? ¿Pasó algo interesante con Harry? "

Marlene rió divertida. 'Por supuesto, esa sería su primera pregunta' Florence estaba desconsolada cuando se enteraron de que no podrían comunicarse durante las últimas cuatro semanas de vacaciones. El Atlántico simplemente no era una distancia segura para cruzar para ningún búho y transferir las letras era increíblemente costoso.

Se mordió el labio inferior, recordando el tiempo. "Fue bueno. Nos veíamos casi todos los días". Sus labios se curvaron hacia arriba: 'Y se habían llegado a conocer muy bien...'

"¿Qué es esa sonrisa?" Florence la señaló acusadoramente: "Ustedes hicieron algo, ¿no?" Ella jadeó y su voz se transformó en un susurro: "¿ Ya lo hicieron ? ¿Cómo les fue?"

—¡Morgana, no! Los ojos de Marlene se dirigieron hacia la puerta para comprobar si realmente estaba cerrada con llave: "Todavía no llegamos tan lejos . Pero estamos cerca ...", agregó con una sonrisa maliciosa.

"¡Marlene Elizabeth McKinnon, pequeña arpía !" Su mejor amiga jadeó con fingida sorpresa: "¿Quién hubiera pensado que de nosotras dos serías la primera en dar ese paso con un chico? ¿Qué le pasó a mi linda compañera de estudios que no se preocupaba por nada más que por las clases, libros y su futura carrera?"

"Yo se, verdad." Marlene negó con la cabeza con una risita: "No es que las cosas fueran tan simples antes, pero han cambiado muchas cosas desde que Harry se unió a nosotros el semestre pasado. Apenas puedo imaginar cómo sería mi vida sin él en este momento".

Una expresión soñadora debe haberse quedado en su rostro porque Flo le dirigió una sonrisa de complicidad: "Realmente te gusta, ¿no es así?"

"Realmente lo hago". Marlene se tragó el pequeño nudo que tenía en la garganta y se sonrojó muy levemente: "Y me dijo que me amaba hace dos semanas..."

"¿Crees que fue sincero o solo para meterte en tus bragas? Ya sabes cómo pueden ser los chicos". Florencia levantó una ceja.

"Estamos hablando de mi Harry, no de Sirius Black, de Florence". Marlene resopló: "Él no necesita hacer ese tipo de cosas para meterse en mis bragas..." Le lanzó a su mejor amiga una pequeña sonrisa: "Normalmente soy yo la que sigue presionando. Solo estoy nerviosa porque él tiene más experiencia que yo".

"Antes del verano dijiste que era bueno que él supiera lo que estaba haciendo, ¿recuerdas?" Florence se burló de ella: "¿Por qué el repentino cambio de opinión?"