ten. best friends.

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RIDE, TOKIO HOTEL.
.˚ ୧ ❜ BEST FRIENDS ━━
. ࣪ ˖ ∿ tom kaulitz. ✧ ༘  ꒷ㅤ

La luz del día se asomo por la ventana abierta de Luisana, provocando que esta se removiera incómoda al sentir el resplandor golpeando su cara

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La luz del día se asomo por la ventana abierta de Luisana, provocando que esta se removiera incómoda al sentir el resplandor golpeando su cara.

La noche anterior la había dejado agotada, había tenido que lidiar con personas ebrias, papparazzis, Antonella molestando a Bill y lo peor de todo, había tenido que lidiar con Tom maldito Kaulitz.

Las palabras de Tom aún permanecían en su mente, aunque se repetía que todo lo que había dicho, lo decía porque estaba ebrio, aunque el le hubiera dejado claro que no era por eso.

Aquellas palabras que habían acabado con su paz mental no dejaban de rondar en su cabeza.

Estas hermosa.

Si, pero yo mañana dejaré de estar borracho pero tu no dejarás de estar hermosa.

— Pero en que estoy pensando — Luisana se sentó en su cama, retirando el antifaz que tenía para dormir, de sus ojos — ¡Por Dior!

Se levantó rápidamente de su cama, aún  con su pijama puesto se dirigió hacia la sala de la casa, donde se encontraban Thiago y Antonella.

— Lu, buenos días — saludo Antonella.

— Buenos días — saludo Thiago con una sonrisa.

— ¿Qué tienen de buenos?

— Bueno vamos, ¿no hay un día en el que te puedas levantar y no estés de mal humor?

Luisana lo observó unos segundos — no.

— Esta nena — Thiago y Antonella se rieron.

— Y ¿Cómo va la resaca? — se burló.

— Ay, nena, ni me acordes de eso — dijo Antonella — Me duele la cabeza fatal.

— Ayer no decias lo mismo, estabas muy contenta con tu nuevo amiguito — dijo Luisana.

— ¿Qué nuevo amiguito?

— ¿Qué no te acordas? — Antonella la miró confundida — Ay, pues Tom nena.

— ¿Me estas cargando?

— ¡No lo puedo creer! — dijo Thiago, riéndose.

— ¿Cómo que me hice amiguita de ese pibe?

— Pues si, nena. Eras re feliz con tu best friend — Luisana no paraba de reírse.

Antonella sólo la observaba con molestia, de repente Thiago pareció recordar algo.

— Tampoco debiéramos de olvidar tu roce con Tom — recordó el Méxicano.

La risa de Luisana paro y miró a Thiago como si de un fantasma se tratase y ahora Antonella era la que se reía.

— No se de que hablas.

— Mira Lu, tal ves tome demás pero si recuerdo que en algún momento te miré muy cerquita de Tom.

La cara de Luisana era un poema, definitivamente. Sabía que claramente Thiago tenía razón, pero no lo iba a aceptar tan fácil.

— Nene, claramente el alcohol te afectó el cerebro — dijo Luisana.

Tomó un vaso de agua y antes de que alguno dijera algo, volvió a hablar.

— Además, deberían buscarse una vida propia — dijo, provocando que ellos la miraran raro — ¡y ya duchense! Apestan — los regaño.

























Las horas ya habían pasado y ahora era de tarde, hoy tendrían el día libre y no tendrían ensayo con Tokio Hotel, a petición de Julieta, con la condición de que ese ensayo lo repondrian al día siguiente.

— Lu — la llamo Nicolás.

Se encontraban sentados en el sillón, cubiertos con una mantita caliente mientras veían una película, solían hacer eso cuando no tenían ensayos, ni entrevistas, ni sesiones de foto, cuando solo eran adolescentes normales.

— ¿Qué pasa?

— Desde pequeña te has dedicado a componer canciones.

— Ajá — asintió.

— Siempre me pregunte si alguna de esas canciones tienen a alguien en especial.

Luisana miró al rubio con confusión, aún no sabía a qué se refería el chico Mazza.

— No te entiendo nene, explícate.

— Qué si alguna de esas canciones, se la compusiste a alguien en especial.

Esas simples palabras habían alocado el cerebro de Luisana, jamás se había detenido a pensar en aquello, ¿Había compuesto algo por un chico?

Nunca había sentido algo tan fuerte como para hacer aquello, no tenía mucho tiempo. La única vez que había caído por un chico no había salido muy bien.

Y lo entendió, entendió que para ser feliz hay que sufrir primero porque no todo se consigue gratis en la vida.

— No — negó después de pensarlo.

— Eres mi mejor amiga, Lu — ella asintió.

— Tu también eres mi mejor amigo, Nico.

— Quiero que seas feliz — dijo Nico, con sinceridad.

— Te quiero.

— También te quiero, flaca.

Luisana sonrió y se acercó a él y lo abrazo, aquel abrazó fue correspondido casi al instante.

— Pero se que te gusta Kaulitz.

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