❛ ⵌ ๋.･𝐑𝐈𝐃𝐄, ❪ a tom kaulitz fanfiction ❫ ❜
𔘓۰𓏲 𝗘𝗻 𝗱𝗼𝗻𝗱𝗲 Luisana Taylor, una adolescente, mejor conocida como Lu, creía que estaba viviendo la vida en su máximo esplendor.
Tenía lo que todo adolescente soñaba, era famosa, tenía amigos...
RIDE, TOKIO HOTEL. .˚ ୧ ❜ GIRLFRIEND ━━ . ࣪ ˖ ∿ tom kaulitz. ✧ ༘ ꒷ㅤ
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Tom suspiró pensando en que hacer, observó a su acompañante, quien dormía tranquilamente en su pecho, ella llevaba puesta encima una camisa de él, luego de lo que había pasado.
El muchacho jamás se imagino que las cosas se dieran y terminaran de esa forma, es decir, el la deseaba, pero su plan inicial se basaba en que debía preguntarle si quería ser su novia.
— ¿Debería aún hacerlo? — preguntó en vos baja — ¿Y si llamó a Bill? El seguro tendrá una solución. No, no, no, no, mejor no, luego se me va a burlar.
Negó repetidas veces hablando consigo mismo. Se levantó de la cama, dejando con cuidado la cabeza de Luisana en la almohada.
— Probablemente sea muy apresurado — susurró saliendo de la habitación.
Salió afuera a tomar aire, sentándose a lado de la piscina, donde aún se encontraba el camino de rosas que el había preparado para la noche anterior.
Después de unos minutos de silencio, lo escuchar algunos pasos, ni siquiera tuvo que darse la vuelta para saber de quién se trataba.
— Hey, Tom — lo llamó Luisana, el se giró a verla, notando que caminaba con dificultad — Buenos días, ¿Te pasó algo?
— Hola — la saludo con nerviosismo — Y no, nada.
Que estúpido eres Tom, pensó.
Luisana asintió y luego soltó una mueca.
— No puedo caminar — se quejó sonrojada — ¿Podrías ayudarme?
— ¿Te pasó algo? — preguntó, fingiendo preocupado. Oh, el tenía más que claro lo que le pasaba a la fémina pero fingió ser ajeno a la situación.
— Tú — lo señaló — Eso me paso — lo fulmino con la mirada al ver la sonrisa maliciosa de Tom.
— ¡Me dejaste sin caminar!
— A ti te gustó — se burló Tom llevándola a la habitación — Oh, Tomi, más ... — la imito.
Luisana se sonrojó ante el comentario del muchacho.
— Eres un pervertido, Tom — lo culpó.
El corazón de la fémina empezó a latir con rapidez sin darse cuenta. Se acercó a él y lo besó.
— Eres un idiota — se desquitó — Y sin embargo, me encantas — le susurró al oído.
Tom sonrió, mordiéndose el labio inferior pensando si era correcto el momento para pedirle a ella, si quería ser su novia.
Tom no pensaba perder este momento. Luisana estaba muy presente en su corazón, y él lo sabía.
— ¿Puedes ser mi novia? — le dijo de repente.
Ella se quedó impresionada al escucharlo. ¿Cómo pudo decir algo así de pronto?
A Luisana le brincó el corazón. No esperaba tal cosa, pero en el fondo, ella deseaba que Tom le pidiera lo mismo. Y ahí estaba. Le pedía que fuera su novia.
— ¡Sí! — Exclamó emocionada — Quiero ser tu novia.
Tom sonrió al escuchar esas palabras. Ahora sí era lo que él deseaba. Su amor era real.
— Bueno, entonces — empezó a hacer movimientos con su mano — Ahora eres mi novia, dilo — le ordenó.
Luisana se encogió los hombros y sonrió. Tom era un maldito, pero la amaba, y ella lo sabía.
— Sí, Tom — ella contestó, después de dudarlo unos segundo — Soy tu novia.
Tom sonrió con fascinación al escucharla, se mordió los labios tratando de contener las ganas de hacerla suya, otra vez.
Tenía más que claro que probablemente sus amigos estarían preocupados por ambos, al no haber avisado que pasarían la noche ahí, pero vamos, el no sabía que las cosas terminarían así.
Sin embargo, Tom quería seguir con ella, quería dejarse llevar por el momento, disfrutarlo.
— Veamos si tienes tan buena memoria — dijo, y antes de que ella pudiera protestar, él la atrajo hacia él y la besó con más fuerza que nunca. Luisana se dejó llevar por ese beso apasionado.
Luisana sonrió mientras se dejaba llevar por el beso que Tom le daba. Ella no sabía hacer otra cosa que no fuera besarlo. Además, él sabía cómo tenerla.
Al separarse, él le pasó la lengua por el cuello y la tocó en sus zonas más sensibles, haciéndola sentir en el cielo. Luisana gemía de placer.
Después de unos momentos Luisana recobró los sentidos y se separó del guitarrista.
— Tom, debo irme — sentenció.
Tom la miró, medio molesto. ¿Qué estaba diciendo su novia?
— ¡No vas a ningún lado! — Exclamó — Quédate aquí conmigo.
Luisana empezó a reír. Al parecer, Tom sería más posesivo de lo que ella esperaba.
— Vamos, Tom — dijo, entre risitas — Nos podemos ver mañana — le sonrió y pareció recordar algo — Hoy tengo una cena con mis padres importante con mis padres, me matarán si no llegó.
Tom bufo mientras rodoba los ojos, alejándose de ella.
Muy posesivo, pensó Luisana frunciendo levemente su ceño.
— Bien — accedió el joven.
— Bueno, ya debo irme — ella sonrió, levantándose de la cama — Mierda.
— ¿Y ahora qué?
— No sé, sólo quiero saber — fingió pensar — ¡¿Qué me dirán cuando me vean caminar así?!
Tom sonrió con burla hacia la fémina.
— Dile que pasaste la noche con tu novio.
— ¡Estás loco! ¡Loco, Kaulitz!
La chica salió como pudo de la habitación bajo la sonrisa burlesca de Tom.
