016

354 34 9
                                    

The Date

Diciembre 2016.

Habían pasado cerca de dos meses desde aquel incidente con el Buitre, las armas ilegales y toda esa locura.

Y en esos dos meses mi vida había dado un giro de ciento ochenta grados, continué yendo a Midtown como cualquier otra chica de mi edad, he reunido la fuerza poco a poco para leer mi diario e investigar sobre mi familia biológica... Y claro, salir a vigilar las calles de Queens junto a mi querido compañero Spider-Man.

¿Qué podía decir de Peter?

Me he hecho muy cercana a él. Más de lo que ya lo éramos.

Ya era costumbre que Ned él y yo nos juntáramos en todas las clases, en la hora del almuerzo, íbamos a cada de Ned, de Peter, e incluso a la mía, y Michelle, bueno, ella a veces se juntaba con nosotros, pero lo que sí, es que ella y yo también habíamos ha lado mucho más.

Peter conoció a Anya... Y también supo su verdadero nombre, y bueno, ella está encantada con él, se la pasa molestándome llamándolo mi novio.

A Olena la sigo notando tensa, claro que desapegarse de su vida de Widow era difícil, pero ella siempre nos muestra una sonrisa a mí y ya Anya.

Me levanté de mi cama y fui a mi ropero, lo abrí y busqué un abrigo, el frío en Queens ya era bastante notable, la nieve ya tapizaba las calles, y además... Hoy saldríamos Peter, Ned y yo al cine.

Tarareé una canción que había escuchado, al tener esta libertad, lo primero que hice fue escuchar música, y me encantó, descubría una canción nueva cada cinco minutos, y no podía evitar relacionarla con sucesos de mi vida, o con personas, y me encantaba.

~You got that James Dean daydream look in your eye... ~—canté por lo bajo hasta encontrar un abrigo que combinara con mi ropa.

Me lo coloqué, tomé una pequeña mochila en la que metí mi celular, una cartera, y algunas otras cosas... Ya no las muñequeras de electroshocks o mi arma.

Me reí internamente, ahora usaba esas habilidades para combatir el crimen.

Salí de mi habitación con dirección a la sala de estar, y vi a Olena junto a Anya sentadas mirando televisión, pero la mayor tenía su computadora frente a ella.

—Olena, trata de relajarte —expresé—. Deberías ir al teatro, o a pasear —dije con una sonrisa.

Ella suspiró y también sonrió. —Aún es difícil para mí —comentó—. Pero verás que lo haré, algún día, Irina —me miró de arriba hacia abajo.

—¿Irás a algún lado? —preguntó con calma y mostrando una pequeñísima sonrisa.

Asentí. —Al cine con mis amigos —contesté.

—Con tu novio —canturreó la pequeña de nueve años.

Rodé los ojos. —Cállate, Anya —le dije de manera divertida—. No es mi novio —aclaré.

Olena solo negó riendo —¿Qué van a ir a ver? —cuestionó.

—Ah... Rogue One —respondí, ella ladeó la cabeza algo confundida—. E-es una película que forma parte de una saga de películas...

—Star Wars —añadí.

Sí, Peter y Ned me habían hecho ver las siete películas de Star Wars que existían hasta ahora. Y me habían gustado.

—¿Eso? —cuestionó Anya—. Pero si es aburrido —se quejó.

—¡Claro que no! —protesté—. Dale otra oportunidad, Any —dije tratando de aguantar una risa.

Spider Hearts ||Peter Parker||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora