Spider Hearts ||Peter Parker||

021

❝The Endgame❞

Cinco años después.

Titán. Espacio exterior.

—Voy a volver.

—Podrás patearle el trasero a Thanos cuántas veces quieras.

—Irina, no me hagas esto.

—Te amo...

Tomé aire de manera estrepitosa, miré mis manos y éstas estaban reconstruyéndose, solo... Cerré los ojos, pasó un segundo y ya estaba de vuelta.

—¡Peter! —fue lo primero que exclamé, al buscarlo con la mirada, lo vi tendido en el piso.

—¡Irina! —corrí hacia él, y lo ayudé a levantarse—. ¿Estás bien? —me preguntó.

Asentí con la cabeza. —¿Cuánto pasó? —cuestioné.

—Como cinco minutos —contestó Peter.

Pero la voz de alguien más se hizo presente.

—No niños, pasaron cinco años, ahora vengan, hay que ir a ayudar a los Vengadores. —Strange pasó a nuestro lado.

—¿¡Cinco años!? —exclamamos Peter y yo.

Mis ojos se abrieron de par en par, ¿cinco años? ¿En qué momento habían pasado cinco años?

—Espera hechicero —Quill habló—. ¿Cómo que cinco años? ¿Dónde está Stark?

Todos los que desaparecimos estábamos ahí, Tony y Nebula ya no estaban, y el único que no se mostraba sorprendido era Strange.

—Justo ahora en la Tierra, luchando contra el ejército de Thanos, este es el futuro donde ganamos —se posicionó frente a todos nosotros.

—Y será mejor que se preparen.

Peter y yo compartimos una mirada de incertidumbre, pero activamos nuestras máscaras.

Lo siguiente fue que Strange comenzó a hacer un portal y descender flotando con su capa, los Guardianes se acercaron de inmediato, Peter usó una telaraña y yo corrí hacia el portal.

Al cruzar, frente a nosotros, se encontraba un ejército enorme, había de esos monstruos Chitauri, y una nave enorme, logré distinguir la figura de Steve Rogers mirarnos con orgullo.

Otro grito de batalla llegó a mis oídos.

—¡Yibambe!

Cuando miré al lugar de donde venían, vi a otro ejército conformado por hombres y mujeres salir de otro portal.

Y entonces mis ojos vieron magia, miles de portales comenzaron a abrirse frente al ejército de Thanos.

Llegaban más personas, naves, hechiceros como Strange, incluso un pato... Y la señorita Potts, y frente a ella... Estaba Tony.

Un gran estruendo se escuchó, de unos aparentes escombros, un hombre gigante se levantó.

No pude evitar sentir una gran emoción recorrerme, un gran espíritu de valor invadirme, mi corazón de guerrera volvía a la vida.

Peter y yo comenzamos a correr entre todas las personas, se escuchaban gritos y sonidos de alentadores por todos lados hasta que llegamos hasta el frente.

Me quedé cerca de los Guardianes, y pude escuchar a la perfección las palabras que pronunció el Capitán América.

—¡Vengadores!

Todos adoptamos una posición para prepararnos a atacar, tomé los bastones de mi espalda y los activé.

El martillo de Thor llegó a la mano del Capitán y volvió a hablar.