"¿Qué les diré?"

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Allison y Felicia se encontraban en la sala tomando un poco de té, para poder tranquilizar a Allison.

—¿Pero cómo es posible que pase eso? Es decir, que yo pueda ver todo lo que viví antes.

—Sé que estas confundida y que viste y viviste miles de emociones pero así es esto, las regresiones son muy comunes para muchas personas, has visto como tú y él se han amado a lo largo de los años, como por alguna razón terminan juntos —habló con cautela. No quería agobiarle más de lo que ya estaba.

—¿Hemos tenido la oportunidad de envejecer juntos? —la voz de Allison sonaba ansiosa.

—No, por una u otra cosa del destino no llegan a hacerlo juntos, han tenido hijos, y un matrimonio pero siempre terminan dejándose y a veces llegan a odiarse pero no porque ustedes quieran hacerlo, sino por  alguien que interviene en eso y sinceramente no sé quién y por qué lo hace —Felicia se quedó mirando al piso como si tratara de descifrar algo en su mente.

—Pues yo tampoco tengo idea pero, ¿ahora qué es lo que sigue?

—Debes de ir y descansar, y mantener la mente abierta, debes de recordar cada escena que reviviste, recuerda todo, cada detalle, siente cada beso y caricia en tu piel y en tus poros, siéntelo, necesitamos que estés lo más concentrada, que el amor por Diego este muy establecido en tu alma El creador decidirá lo demás.

—Pero, ¿cómo se lo diré? ¿Lo veré? Es que yo nunca he creído mucho en Dios o Jesús...

—No importa, linda, El creador se manifiesta de muchas formas, muchos lo conocen por el nombre de Dios, Buda, Jesús o Destino entre otros, eso no importa es el mismo y no hablarás con él como lo hacemos nosotros —sonrió de lado como si hubiera recordado algo gracioso— él te leerá a ti, leerá tu alma, es por eso que hemos despertado todas tus vidas con Diego, para que tu alma este completamente iluminada y el amor que le tienes los salve a ambos.

—¿Y si no funciona? —preguntó preocupada.

—Funcionará, su amor es muy fuerte, lo he visto, tienes que calmarte pon algo de música en casa en especial debes de poner esta —alargo su mano a la mesa de esquina y saco un disco del cajón —es música espiritual para limpiar el alma y la mente. Y duerme por favor Allison. —Allison asintió y tomo el disco—. Yven mañana debemos de ir a comparar alguna piedras espirituales.

—¿Piedras espirituales? —alzo sus cejas, quería soltar un risita, las piedras para ella resultaban todas iguales.

—No seas tan escéptica, Allison, debe de ser un lugar con mucha buena energía... —hizo una pequeña pausa para darle una mirada recriminatoria-— y otra cosa te daré unos días para que arregles todo con tu familia, debes de dejar todo arreglado con ellos antes de poder hacer el ritual.

A Allison se le había olvidado por completo, la sonrisa desapareció de su cara y sonrió un nudo en su estómago.

—Pero, ¿qué les diré? ¿Qué probablemente muera? —al decir esas palabras su piel se erizo y una corriente de escalofríos subieron por sus extremidades. Nunca había pensado la parte donde ella se iría de este mundo—. ¿Cómo es morir? ¿Qué sentiré, Felicia?

Habló seria. Por dentro Allison estaba aterrada y Felicia lo sabía.

—No lo sé, linda —acaricio la mejilla de Allison y la vio con una mezcla de ternura y tristeza— y con respecto a lo de tu familia, debes decirles la verdad, no puedes mentir con algo tan importante, ellos jamás te volverán a ver.

Allison salió de la casa de Felicia con un rostro lleno de preocupación, su mirada constantemente miraba hacia el vacío, no podía dejar de pensar en cómo se los diría, en cómo podría decirles que ella se moriría. Llegó prácticamente fuera de ella a su departamento. Igual tendría que hacerlo lo antes posible si quería estar con él.

Las cartas que le enviéDonde viven las historias. Descúbrelo ahora