"¿200 años?"

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Allison había pasado la noche en su antigua habitación, se sentía vaciá y fría, aún estaban pegados a las paredes sus carteles con sus frases favoritas y los de sus bandas favoritas, era extraño entrar ahí, debió de haber cambiado mucho desde entonces. Ella sabía que los pensamientos e ideales que tenía con respecto a algunos temas, habían cambiado mucho, ya ni siquiera la mitad de ellos seguían en pie.
Había madurado un poco. Recordó las pijamadas que tuvo con su mejor amiga y su primer beso en medio de la habitación... Su adolescencia había sido un poco rara en comparación con las demás chicas de su edad, «siempre queriendo ser más grande», le decían en todos lados. «Siempre fingiendo que no me importa nada» pensó.

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Fue quedándose dormida poco a poco, sintió como una mano le acaricio la mejilla y se durmió con la idea de que seguro había sido su padre.

A la mañana siguiente al despertase con un dolor de cabeza y los ojos un poco hinchados e irritados, se lavó la cara y bajo a la cocina con un olor a chocolate y panquecitos impregnado por toda la casa. La madre de Allison solía hornearlos cada vez que se encontraba alterada y muy nerviosa.

Allison trago saliva y entro a la cocina, sus padres que estaban platicando en voz baja, al verla lo dejaron de hacer.

—¿A qué hora llegaste, mamá? —caminó hacia ella y la abrazo, su madre la abrazo con fuerza, como si no la hubiera abrazado en años.

Aquella sensación era cierta, por peleas se habían alejado tanto.

—Lo siento tanto, hija —sollozo —tienes que explicarnos esto, no logro entender, ¿qué es lo que te está pasando? —se separaron y Allison tomo una respiración profunda.

—Estoy enferma y no hay cura —las palabras salieron de su boca antes de haberlas procesado bien, la cara de sus padres cayo, su madre llevo una mano a su boca y tomo de la mano a su esposo— ya he ido con doctores de varios estados y todos han dicho lo mismo, lo siento.. Yo, lo siento tanto.

«¿Qué rayos haces, Allison?» se habló a sí misma.

—¿Por qué no nos dijiste antes, Allison? Pudimos haberte ayudado —reclamó su padre con dolor.

—Me entere de esto hace unos días, y no sabía qué hacer, no quiero pelear con ustedes sobre esto, solo quiero disfrutarlos un día más antes de que deba irme, me quedan pocos días y quiero pasar al menos unos con ustedes, pasar el tiempo que nunca pase con ustedes por todas las peleas que tuvimos —suplicó con la mirada.

—¡¿Cómo?! Pero... ¿Y los últimos días donde los pasaras? Quedate aquí con nosotros, en tu casa... sugirió su madre, con unos ojos tristes y acuosos. Allison negó lentamente.

—Tengo cosas que arreglar mamá, lo siento tanto —sabía que estaba mal lo que hacía y pensó que tal vez no debió de haberles dicho, para así evitar este dolor, el corazón de Allison dolió y palpitaba enviando una ola de dolor y culpa por todo su cuerpo— no discutamos, mejor desayunemos y después deberíamos salir a algún lugar para caminar —propuso poniendo una sonrisa torcida en su rostro, sus padres no podían creer lo que estaba sucediendo, su única hija moriría en días, siguieron llorando en silencio mientras Allison preparaba algo de comer .

En esos momentos Felicia se encontraba comunicándose con Diego, él sabía lo que estaba pasando en la casa de los padres de Allison y quería solo dejar de hacer esto, quería parar de hacer sufrir a Allison.

—Basta de mortificarte, Diego —Felicia llevó sus manos hacia las sienes para darse un masaje— ella acepto, y es algo muy normal que estén sufriendo todos, ella no los volverá a ver y ellos a ella tampoco, no debes sentirte culpable. Las personas no lo entienden pero la muerte es algo muy natural, la vida pasa mientras estamos metidos en nuestros asuntos y en cualquier momento puede esfumarse de nuestras manos, nada tenemos seguro en esta vida, claro está, excepto la muerte, eso es lo único.

—Pero ella está sufriendo —contestó frustrado.

—Lo sé, lo sé pero ella quiere estar contigo y ese es el precio, dejar a toda su familia —Felicia tomó un sorbo de té y miró hacia Diego con impaciencia y soltó una risa

—¡Por favor! Esto no es Harry Potter, no puedo borrarles la memoria —y siguió riendo— estás loco Diego, no has perdido tu esencia.

Diego solo bufo molesto.

—¿Ella esta lista? —habló serio para poder cambiar de tema, pero no podía ocultar la huella de preocupación y ansiedad que tenía su voz

—Eso lo debes de saber tú, debes de poder sentir como su amor se está fortaleciendo y sé que lo vas a preguntar y no, ella no sufrirá, esta vez su alma la tomara El creador y no la muerte, no habrá dolor, solo paz para ambos. ¿A caso crees que ella no lo logrará? Digo, ¿crees que ella no te ha llegado a amar lo suficiente?

—No es eso Felicia, yo sé que ella me ama y sé que lo logrará, me pregunto si es bueno para ella hacerlo, si no estoy siendo muy codicioso.

—Diego, en el amor todos somos un poco codiciosos, queremos estar con esa persona todo el tiempo, y es bueno siempre y cuando ella lo desee tanto como tú. Si eso está claro en Allison no debes de preocuparte por nada, su amor es tan fuerte que no importa si eres codicioso, eso no va afectarlo, su conexión a sobrepasado el destino que les han puesto, no importa si eres codicioso o incluso si Allison está siendo egoísta con su familia, este es su destino y está pasando, deben de saber elegir, porque no habrá otra oportunidad para ustedes —Diego miró al suelo pensando—  ella ya lo hizo, pero tú Diego, ¿has decidido, ya?

Diego tardo unos segundos en contestar. Rápidamente pasaron imágenes de él sin ella y simplemente la idea le dolió y la rechazo.

—Claro que lo he hecho, estoy seguro de hacerlo, solo no quiero que ella sufra —Felicia lo miró con nostalgia

—Se aman y es lo único que ambos necesitan para dejar de sufrir...

—Pero, ¿qué pasara con nosotros en el otro lado?

—Lo que es normal, Diego, ustedes se unirán en alma y así quedaran para siempre.

—¿No volveremos a reencarnar? —Diego entrecerró los ojos, le preocupaba perderla.

—No, nunca más lo harán, vivirán juntos en donde sea que los manden —sonrió e hizo un gesto de desdén con su mano— y si has terminado de cuestionarme debo ir a arreglar todo allá arriba, debe de estar a la perfección todo...

—Ya sé, armonía y pureza... todo debes de estar alineado —habló con monotonía— lo has dicho mil veces Felicia, no digas... ¿estas nerviosa? —la miró burlón, Felicia frunció el ceño.

—Claro que lo estoy, es un ritual muy fuerte, soy joven pero no sé si lo soportaré...

—¿Joven? —Diego se burló— Felicia tienes unos 30 años hace, ¿cuánto? ¿200 años? Tal vez más o menos, esa palabra ya no te queda —Felicia soltó un gruñido y lo miró molesta.

—¡Esfumate de mi cerebro antes de que haga algo de lo que arrepentirás toda tu existencia espiritual!

—No te molestes... —dijo entre risas— si quieres llamarte "joven" hazlo, siempre es bueno subirte el ánimo tú sola, es muy bueno para la salud o algo así decía la amiga de Allison.

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Holaaa. ¿Cómo están? °-°/

yo bien aquí desde mi comodísima cama, hace frío y lluevo eso es delicioso, pero bueh...

Aquí otro cap más. Debo decirles que la novela casi termina, calculo que en tres caps este terminada.

Espero ya estén disfrutando y gracias por votary si no lo hasta hecho pues deberías, claro si así lo deseas... esos votos alegran mis días.

Bueno sin mas por mencionar me largo. *-*/






Las cartas que le enviéDonde viven las historias. Descúbrelo ahora