Su viaje a Daegu al día siguiente pasó sin incidentes, pero para Tao, fue espectacular. Nunca había estado en el avión privado de Yifan y el lujo de la nave le resultaba increíble. Por supuesto, él había querido pasar la mayor parte del vuelo mostrándole el dormitorio, que Tao disfrutó junto a él.
Se reclinó en el asiento de cuero del BMW que había alquilado para Kris, incapaz de encontrar el Ferrari que él había solicitado.
Siento que debas conformarte con el cacharro de BMW — le dijo en broma.
Supongo que tendré que ser como un tipo normal — respondió él con una sonrisa.
Él rio disimuladamente, a sabiendas de que Wu Yifan nunca sería un hombre corriente.
Sí, un hombre normal y corriente — coincidió, asintiendo con la cabeza — Con dos coches escolta siguiéndonos desde el minuto en que salimos de ese avión de lujo.
Los chicos de Minho — dijo Yifan contrariado mientras maniobraba entre el tráfico cuando salieron del término — Estarás bastante seguro cuando lleguemos.
¿Yo? No es a mí a quien protegen, Kris.
Claro que sí. Esa es la única razón por la que le dije a Minho que enviara más de un coche. Quería que estuviéramos solos en el vuelo, así que dejé tu escolta en el aeropuerto de Incheón y le pedí a Minho que enviara a algunos de sus chicos al aeropuerto de aquí. No me preocupo demasiado por mi propia seguridad. Me preocupo por la tuya.
Yo nunca he tenido escolta. — Lo miró desconcertado.
Corazón, ese precioso trasero tuyo tiene escolta desde que tu ex se presentó en tu casa. Simplemente no lo sabías.
¿Por qué?
Porque eres mío y te guste o no, soy un hombre prominente. Quiero asegurarme de que estás a salvo. — Le dijo con la mirada que no discutiera con él.
No lo sabía — musitó, no del todo seguro de cómo se sentía acerca de ser vigilado todo el tiempo, pero conmovido por el hecho de que pensase en su seguridad — Estoy convencido de que no es necesario.
Lo es — contestó Yifan con brusquedad. — No me discutas esto, Tao. Quiero que estés a salvo. — Él decidió que podía lidiar con la escolta porque formaba parte de quién era Kris y contestó.
Bien — Observó el paisaje por la ventanilla, maravillándose ante los altos picos de las montañas, que todavía tenían nieve en la cumbre — Dios mío. ¿Son carneros? — preguntó emocionado, mirando el terreno rocoso junto a la autopista.
Sí — respondió Yifan — ¿Nunca los habías visto?
Nunca — contestó entusiasmado — Rara vez he salido de la ciudad — Rebuscó su teléfono en el bolso para tomar una fotografía.
No te molestes — le aconsejó Kris — Estás demasiado lejos. No te preocupes. Verás mucha fauna aquí.
¿Sabes? Esa es una de las cosas que me emocionaron cuando acepté este trabajo. Quería viajar, ver otros lugares. Me quedé decepcionado cuando me di cuenta de que nunca me llevarías. Pero supongo que fue para mejor porque necesitaba mi otro trabajo. — Volvió a meter el teléfono en el bolso.
Quería llevarte — respondió Yifan con aspereza — Pero no podía, Tao. No era posible. Incluso entonces, quería follarte. Y tenerte tan cerca me habría matado.
