¿𝑌𝑜𝑢 𝐿𝑒𝑡 𝑀𝑒 𝐿𝑜𝑣𝑒 𝑌𝑜𝑢?//𝑺𝒕𝒂𝒄𝒆𝒚 𝑴𝒄𝑮𝒊𝒍𝒍

Capítulo 15: Strangers

(Perdonen los errores ortográficos)

Era el domingo, y Liz y Watson estaban ya en casa, sin muy buenos ánimos, a decir verdad. Maddie, Sam, McKenna y Kristy estaban sentados en el sillón, esperando a qué Liz y Watson llegarán a hablarles.

— Adiós a mi regalo de Navidad —exclamó Sam.

— Adiós a mi fin de semana de turismo —le siguió a su hermano.

— Chau a tu noche de cine, y a todos tus planes. Estoy muy enojada vos, Samuel Thomas.

Sam trago saliva, no sabía a quién le tenía más miedo, a su mamá o a su novia.

— Oigan, estamos de Watson Brewer, ¿alguna vez lo han visto molesto? Es el señor más pacifista del mundo. No va a ser tan grave.

— Maddison, vos no hables. Ni se les ocurra decir ni "A" sobre la escabiada que esta tarada se pego. Maddie no tomó nada. Liz se llega a enterar y nos encierra de por vida, y es capas de denunciar a Jones —advirtió Kenna.

— No me lo recuerdes... No volvere a tomar alcohol nunca más en mi vida.

— Mejor.

Hablaron al unísono.

Liz llego siendo sostenida por Watson, no se la veía nada razonable.

En resumen de lo que pasó el sábado, va así...

Era la mañana del sábado, Maddie estaba completamente muerta. Vómito toda la noche, y ahora sentía que su cabeza era golpeada por un martillo. En el sillón estaban sentados todos, menos Maddie que permanecía acostada con una bolsa de hielo en la frente.

Sam estaba con una bolsa de hielo también, solo que la tenia al costado de su labio, un golpe de Spencer le impactó allí.

Kenna estaba negada a hablar con él, lo estaba culpando por lo que pasó.

— Okey, la madre de Spencer esta furiosa. No quiere que el club se acerque a sus hijos nunca más —se sentó junto a Sam— Buen trabajo, Sam. Perdí clientes por tu culpa.

— Oh, lo siento por golpear al imbécil que embriago a nuestra hermana... A Maddie.

— ¡¿QUÉ?!

— Bien, Sam, ahora doña jeta grande le va a decir a Liz que a la pelotudita esta la pusieron en pedo —exclamó con sarcasmo.

— No voy a decir nada a mamá, —cruzo sus brazos— sería capas de demandar a todos los Jones si es posible.

— Tenía que darle un lección a ese idiota. Sino hará lo mismo con más chicas.

— De todas las maneras de poder vengarse, ¿eligieron agarrarse a trompadas? En serio, ¿los hombres tienen las neuronas de adorno o la mitad estan anesteciadas?

— ¡Dejen de hablar! Me duele la cabeza

— Te aguantas, hay que planear que decir cuando Liz llegue. Imaginen lo que nos harán si se enteran.

Kenna parecía realmente preocupada, tanto como enfadada por la situación. Sam intentaba acercarse a ella, cosa que no lo permitía. Ella sabía que era su culpa, pudo haberle dicho a Sam que debía parar la fiesta. Por eso odiaba su cumpleaños, aunque siempre este yendo bien, siempre se arruina.

Se llevo a Maddie a la habitación de invitados, donde a veces dormía Maddie, y la acostó en la cama. El paño con agua fria reposo en su frente.

— Lamento haber arruinado tu cumpleaños, McKenna —abrazo el brazo de la mencionada.