Blanco, lo único que aquella inmóvil Maddie Kishi podía llegar a ver. Sus ojos costaban en abrirse, como si sus lágrimas fueran un tipo de pegamento que pego sus ojos para que así ella no pudiese ver nada. Su vista estaba borrosa, ¿llorar tanto puede afectarle la vista?, buscaba un objeto que pudiese ver y así enfocar su vista. No había nada. Blanco, solo eso veía y percibía, blanco.
" Ha llevado así más de cinco días, ¿cuándo despertará? "
¿Stacey? pensó al oír una melódica voz que bien conocía.
Pestañeo dos veces, su vista iba queriendo tomar forma.
Vio un recuerdo pasar como una película vieja. Claudia, su hermana, y ella jugando a las traes en el patio trasero de su casa. Maddie corría detrás de su hermana, sin miedo o preocupación presentes en su cabeza. Sentía punzadas en su pecho, le dolía, sintió que no podía dejar salir el aire, era como si se contuviera. Se cayó al suelo, ganándose una risa por parte de la pequeña Claudia. Su hermana al ver a su melliza tirada en el suelo, con su mano en el pecho, y su pecho subiendo y bajando, se asustó.
" ¡Maddsy! " grito y corrió a ayudar a su hermana. Se repetía la historia de aquella noche. John y Kimiko Kishi salieron corriendo desde la cocina. Su pequeñita estaba en peligro. Pudieron controlar la situación, pero hubo un costo que la pequeña y curiosa Maddie tuvo que pagar. No podía volver a jugar en el patio, nunca más. Sus pastillas comenzarían a ser un dulce diario que comería.
Vio unas luces colgar en un techo blanco. Bueno, al menos no estaba muerta, o eso creía.
Recordó cuando John la llevo a un psicólogo por primera vez. La Srta. Smith no era tan mala como ella creía. Tenía una sonrisa encantadora. Maddie se sentó en ese cómodo sillón blanco. Aquella pelirroja mayor le pregunto cómo se sentía por sus ataques. Maddie no podía explicar más que miedo. Era lo único que sentía. Hubieron muchas más sesiones, y cada vez más aburrida que la otra. Ella quería jugar, no hablar de tontos sentimientos que te hacían débil.
" ¿Qué es amor, Maddie? " Maddie era muy inteligente, todo lo qué le preguntaba lo respondía correctamente. Pero esta pregunta en particular no la sabía, ¿qué era el amor? un sentimiento tonto, por supuesto, su mentalidad le daba esos indicios. " No lo sé. No sé cómo se siente " respondió dejándose llevar del impulso de un lugar que no era su subconsciente.
Vio una puerta blanca, con una pequeña ventana en el medio. Vio a sus padres ahí, los vio sonreír después de tanto tiempo. "Qué bello sueño que estoy teniendo" pensó.
Primer día del tercer grado. Maddie era la más callada, siempre se sentaba frente al escritorio del docente y a un lado de su mejor amiga, Kristy Thomas. Era su primer día luego de faltar dos semanas por un ataque de asma. Era hora del almuerzo, ella moría de hambre. Con su charola en sus manos, llena de fruta y jugo de manzana, se dirigía a la mesa con Mary Anne y Kristy. Un niño le puso el pie y ella cayó de cara, su nariz dio contra su manzana, haciendo que sangre cayera de sus hoyos nasales. Esa mesa, y unas cuantas más, se reían de "la china enferma". Kristy y Mary Anne corrieron a ayudar a su amiga. Kristy golpeo a aquel niño, ganándose una cita con la directora, junto con el chico, Maddie y Mary Anne, quien no tenía culpa de nada. Sus padres fueron a ver a su tía Lynn a Japón, por ende, no podían ir a hablar por ella. Elizabeth Thomas, por otro lado, tomo la situación de todo y se llevó a la pequeña Maddie a su casa. "La próxima vez devuelve el golpe. De todos modos, te defenderé. No eres una enferma, eres especial, pequeña, ellos no lo ven porque no son cool como nosotras" dijo limpiando esa roja nariz.
Comenzó a ver mejor, a oír varias voces y ruidos de máquinas a su al rededor. Vio hacia su cuerpo y vio que estaba en una camilla de hospital. No había muerto. Un alivio para todos, una desgracia para ella.
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¿𝑌𝑜𝑢 𝐿𝑒𝑡 𝑀𝑒 𝐿𝑜𝑣𝑒 𝑌𝑜𝑢?//𝑺𝒕𝒂𝒄𝒆𝒚 𝑴𝒄𝑮𝒊𝒍𝒍
FanfictionMaddie Kishi, la protagonista de esta historia, inicia un negocio de niñeras con su mejor amiga Kristy Thomas, su amiga Mary Anne y su hermana Claudia. En este conoce a la amiga de su hermana, Stacey McGill. Ambas comienzan a desarrollar una buena a...