[Perdonen los errores ortográficos]
Había pasado bastante tiempo desde que Maddie y Stacey habían empezado a salir de nuevo. Teniendo unas pares de citas y encuentros para besarse por unas horas. Todo el mundo parecía estar más que complacido al ver que estas dos chicas le habían dado otra oportunidad a su amor.
A excepción de Maureen Spencer, quién ni siquiera usaba el apellido de Edward para presentarse. Sabía la buena relación que había entre Maddie y Edward, ella sabía que si se separaban apoyaría a que la mantengan alejada de ella. Maddie le había roto el corazón a Stacey, su diabetes fue un caos en esas semanas. No estaba para nada contenta con esta noticia. Maureen dejó de ver a Maddie como la chica que merece su hija.
Por esta razón, Stacey y Maddie no podían salir juntas demasiado como querían. Últimamente se veían en la casa de Los Kishi, Stacey se quedaba una o dos horas más después de las reuniones. Maddie no se quejaba, aunque sea la veía casi todos los días. Además, compartían clases y se escapaban juntas en el almuerzo.
Ahora Stacey debía ir a una reunión con el Club, trataba de no hacer ruido. Ayer se había "escapado" con Maddie, entre comillas porque anunció que salia con una amiga, obviamente se sabía que era con Maddie, pero prefirio no decirlo. Maureen las tenía entre ceja y ceja, si podía separarlas lo hacia, no temblaba o lo pensaba dos veces.
—¿Dónde se supone que irás, Stacey? —preguntó alzando su cabeza del sillón, mirando como su hija se acercaba a la puerta.
—A la casa de los Kishi.
—¿Para qué? —se sentó mirandola seriamente— ¿Saldrás con Maddie? Te dije que esta semana no podias.
—Iré a la reunión del Club, mamá, ya le dije a Maddie que no podía salir esta semana —dijo cruzandose de brazos— Además, ella siempre se va cuando hay reuniones.
—Aún no entiendo porque la perdonaste —dió un largo sorvo de vino.
Bebia mucho últimamente. No al punto de embriagarse.
—Porque la amo. Y nunca pedí tu aprobación para poder perdonarla.
—Deberías, soy tu madre después de todo. ¿Qué sabes si no hará lo mismo de nuevo?
—No lo sé, pero sé que ella no dejará que vuelva a pasar.
—Oh, Stacey, a los quince siempre habrá alguien que te miente, te dirá que te ama y no es cierto. Nadie dice la verdad a los quince.
Mentiría si dijera que a Stacey no se le generó una inseguridad ante esa frase que su madre le había dicho.
—No dejes salir a Taylor, por favor, hoy le diré a Kim Kishi si puede dejarla en su casa.—dijo antes de salir de su casa.
Después de que Maddie la haya sorprendido con el regalo más hermoso que haya recibido, decidió nombrarla con un nombre que significará algo para ambas. Obviamente, como buena fan de Taylor Swift que es Stacey, decidió nombrar a aquella gata Taylor. Al principio creyó que era un macho, pero su padre le aclaró que no. De igual manera, Taylor ya se había adaptado a su nombre también a Stacey, Maddie, Edward y su familia de Nueva York. Quien no se había adaptado a Taylor fue Maureen, por sus alergias.
Stacey insistió que tomará medicamentos para combatir la alergia, no podía deshacerse de Taylor, ella ya era su mascota. Pero, como fue de esperarse, no funcionó de nada.
—¡Oh, si! —grito desde el sillón— La alergia me esta matando.
Caminó con sus pensamientos atormentandola todo el camino, ¿y si su mamá le decía le verdad? pensó. No iba a molestar a Maddie preguntándole cosas como "¿Es verdad que me amas?" Sería estúpido, si no la amara no viajaría de Connecticut hasta Nueva York solo para pedirle que vuelva con ella, porque la amaba.
Quizá su mamá solo dijo eso porque su relación con su papá ya habia terminado y no podía salvarla. Y qué quizá solo se este desquitando con ella y su relación con Maddie.
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¿𝑌𝑜𝑢 𝐿𝑒𝑡 𝑀𝑒 𝐿𝑜𝑣𝑒 𝑌𝑜𝑢?//𝑺𝒕𝒂𝒄𝒆𝒚 𝑴𝒄𝑮𝒊𝒍𝒍
FanfictionMaddie Kishi, la protagonista de esta historia, inicia un negocio de niñeras con su mejor amiga Kristy Thomas, su amiga Mary Anne y su hermana Claudia. En este conoce a la amiga de su hermana, Stacey McGill. Ambas comienzan a desarrollar una buena a...