[Perdonen los errores ortográficos]
25 de diciembre - New York City
La cena de Navidad de los McGill había sido bastante diferente a lo que fue la de los Kishi. Stacey trató de pasar lo mejor que pudo con su familia. También intentó no llorar cuando brindaron para las doce. Ava dormía en la habitación de Stacey, lo que impidió que aquella chica hablará con sus amigas acerca de Maddie. Todas le preguntaban que decía la carta.
La noche por suerte pasó rápido, pero se levantaba recurrentemente, solo por díez minutos, y volvía a dormir. Stacey ya no quería que sea Navidad, no sería feliz sin ella.
Ni siquiera sabía porque tenía que alejarse de ella, ella era todo. Simplemente sintió que así quizá debía ser. Y poco a poco también pensaba que debía hacer lo mismo con su familia. Nunca sintió esa necesidad, pero ya estaba invadiendo toda su cabeza consumiendola por completo.
En el desayuno estaba sentada en la sala en vez de la cocina, como había estado haciendo esos pocos días allí. Estaba viendo películas de Navidad, pensando en que sería más fácil vivir en un universo dónde solo se trate de salvar la Navidad o descubrir el taller secreto de Papá Noel. Allí quizá no exista algo que haga que dos personas que se aman deban separarse.
Ava notó como ella estaba sola y callada, lo que era inusual en su prima.
—¿Qué pasa con Stacey, Tío?
Edward sabía que tenía algo de culpa por esa actitud de su pequeña, había estado así desde que le dijo que se separará de Maureen.
—Le dije sobre lo que pasó entre Maureen y yo —dijo, cambió su voz de alegre a lúgubre.
—¿Le dijiste que ella te...? —comenzó a decir su hermana.
—No, Vivi, no quiero que tenga esa imagen de su mamá.
—Eddie, cariño, tiene derecho a saber la verdad. Ustedes son sus padres, deben decirle a Stacey que fue lo que paso en verdad.
—Lo sé, Mamá, pero no puedo simplemente decirle eso. Le rompería aún más el corazón. Además, Maureen ni siquiera puede verme sin tener un ataque.
—Fue su culpa, no sé porque actua así.
—Genevieve, tu no la conoces como yo. Ella no es así. Mi horario laboral tampoco ayuda, casi ni estoy en Stoneybrook. Y las peleas se desataron cuando le dije que comenzaría a vivir aquí y las visitaria los domingos.
—Podían mudarse de nuevo a Manhattan.
—No queríamos hacerle eso a Stacey. Ella es muy feliz, Mamá, tiene su negocio, sus amigas, su nov... Su nueva vida.
—Stacey hubiera querido que ustedes esten juntos, sin importar que. —dijo de nuevo su hermana.
—No es decisión suya ni de Stace. Es mía y de Maureen. Y si, hizo lo que hizo y eso derramó el vaso. Ahora solo hay que darle apoyo emocional a Stace, es lo único importante en este dilema.
—¿Y ella ahora vivira contigo? —preguntó Ava.
—Por el momento ella quiere quedarse aquí, así que si. Quizá vuelva a mitad de enero para terminar su año. Hable con sus profesores y dijeron que mientras haga sus trabajos aquí y este al día no había problema. Tiene un buen promedio.
—Bueno si es así podría venir a visitarla seguido, para que no se sienta tan decaída. —sugirió Ava—. Podría ir a casa también, los fines de semana que estamos mamá y yo, ¿no, mamá?
Genevieve asintió comprensiva.
—Lo qué sea para que ella este bien. Podría llevarla a la tienda a que nos ayude también, se cuanto ama la tienda.
YOU ARE READING
¿𝑌𝑜𝑢 𝐿𝑒𝑡 𝑀𝑒 𝐿𝑜𝑣𝑒 𝑌𝑜𝑢?//𝑺𝒕𝒂𝒄𝒆𝒚 𝑴𝒄𝑮𝒊𝒍𝒍
FanfictionMaddie Kishi, la protagonista de esta historia, inicia un negocio de niñeras con su mejor amiga Kristy Thomas, su amiga Mary Anne y su hermana Claudia. En este conoce a la amiga de su hermana, Stacey McGill. Ambas comienzan a desarrollar una buena a...