Stacey estaba batallando consigo misma aquella mañana mientras desayunaba. La relación que tenía con su mamá era bastante intima, le contaba todo con mucha confianza. Últimamente, por los hechos que ya sabemos, no han tenido tantas charlas como solían tenerlas.
Como ya se sabe, Maddie y Stacey habían vuelto, ya eran novias oficialmente. Y Stacey estaba más feliz que nunca, volvió a ser ella, escuchando Lover todo el día, mientras bailaba usando los suéters que le había robado.
Maureen sospechaba que algo había pasado, conocía muy bien a Stacey. Desde que había llegado el viernes supo que algo había ocurrido la mañana después del 14.
Viernes 14 de febrero
Stacey abrió la puerta de su casa, con una gran sonrisa pintada en su rostro. Al entrar se apoyó en la puerta, cerraba sus ojos para volver a ver esa hermosa cita, la propuesta y la manera que la había besado antes de irse. Su rostro se enrojecía al tan solo recordarlo. Miraba hacía el ramo de tulipanes rosas que le había regalado, eran tan hermosos, se dio cuenta cuanto Maddie la conocía.
Maureen la esperaba en la sala, mientras estaba pintándose las uñas, alzo la cabeza para mirar hacía la entrada, vio lo feliz se encontraba su pequeña, le dio felicidad, claro que si, pero duró realmente poco. Recordó haberla dejado en lo de los Kishi, creyó que iban a hacer una simple pijamada, ¿por qué venía con flores y tan sonriente?
Stacey entró a la sala para saludar a su madre, ella sabía que estaba despierta.
—Hola, mamá —se acercó a darle un besó en la mejilla— ¿Cómo estas?
—Bien, ¿cómo estas tú? —dijo mirando hacía el gran ramo de tulipanes— Veo que bastante bien.
—Si, anoche la pasamos genial —tomó un jarrón vacío— ¿Te molesta si las pongo aquí?
—No, ponlas.
Maureen examinó la situación mientras bebía su café, ya estaba desayunando.
—¿Quién te dio esos tulipanes?
Stacey se congeló por un segundo, pero trato de disimular sus nervios. Stace todavía no quería que ella lo sepa.
—Mary Anne, organizamos un intercambio de flores y le tocó a ella darme mis flores favoritas. Con el Club acordamos en regalarnos flores para San Valentín.
Maureen le creyó, sonaba algo que ellas podían hacer.
—Oh, que tierno, hija.
Stacey puso los tulipanes en uno de los muebles elegantes de la sala, quedaban bastante bonitos.
—Me encantan.
—¿Maddie estuvo con ustedes? —debía preguntarle eso en algún momento.
—Llegó algo tarde, fue con McKenna y Sam a mirar películas. Llegó, se quedo un rato con nosotras y luego se fue al cuarto de Janine.
Maureen creyó sus mentiras, para la suerte de Stacey. Claro que lo hizo hasta cierto punto.
Pero bueno, Stacey sabía que no había forma de que Maureen se tomara bien su relación con Maddie, había dada varias razones por las cuales Stacey prefirió mantener la boca cerrada.
Por otro lado, Edward McGill estaba más que encantado de que su hija y Maddie volvieran a ser algo serio. Stacey lo había llamado cuando su madre salió de casa, y su reacción fue muy tierna.
Llamada con Edward
-Hola, hija, ¿cómo has estado?
Stacey estaba con la emoción tan intensa que quería ya decirle a su padre sobre lo que había pasado con Maddie sin rodeos, quería ir directamente al punto.
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¿𝑌𝑜𝑢 𝐿𝑒𝑡 𝑀𝑒 𝐿𝑜𝑣𝑒 𝑌𝑜𝑢?//𝑺𝒕𝒂𝒄𝒆𝒚 𝑴𝒄𝑮𝒊𝒍𝒍
FanfictionMaddie Kishi, la protagonista de esta historia, inicia un negocio de niñeras con su mejor amiga Kristy Thomas, su amiga Mary Anne y su hermana Claudia. En este conoce a la amiga de su hermana, Stacey McGill. Ambas comienzan a desarrollar una buena a...