¿Amor?

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Un cansado Louis se encontraba tumbado en el sillón dando cabezadas debido al rendimiento que tenía por el estudio y la hora que era. Levantó la vista e intentó averiguar qué era lo que la TV estaba proyectando, hasta donde él recuerda comenzó viendo una película durante la cena y eso es todo.

Obviamente que cenó sin Harry, el de ojos verdes salió hace bastantes horas con una actitud pasota y borde y es hasta donde su castaño sabe. Lo llamó en varias ocasiones, sin recibir respuesta alguna, le escribió muchos mensajes, y ni siquiera tuvo el respeto de leer alguno o pensar en lo preocupado que estaría Louis.

Louis frotó sus ojos cuidadosamente antes de ponerse recto y apoyar los pies en el suelo, encendió la luz del salón que se encontraba a su izquierda y apagó la TV, para finalmente pasar sus manos varias veces por su cara con el intento de espabilarse y ponerse al tanto de la situación en la que se encontraba.

Palpó el sofá en busca de su móvil, el cual encontró detrás de un cojín que se encontraba en la otra punta de este. Miró la hora, marcaba las 3:14 am. Era muy tarde y él no tenía idea alguna del paradero de Harry.

¿Tal vez habría vuelto ya? ¿Estaría en la habitación? ¿Se habría quedado en casa de Zayn? ¿Estaría bien?

Muchas preguntas pasaron por la cabeza del ojiazul en menos de 1 segundo, y no le estaba gustando, para nada.

Caminó decidido hasta el dormitorio, igual el rizado había llegado ya y estaba montando un drama por nada.

No, claro que no estaba. Si hubiera sido así Louis lo habría escuchado entrar, por mucho sueño que tuviera.

Andando rápido y de un lado para otro por toda la casa decidió llamar a Harry por novena vez. Mordía sus uñas esperando escuchar esa voz que tanto le encantaba, ahora sí se estaba poniendo demasiado nervioso. Daba tono, pero ni rastro del idiota de su "novio" (o al menos así lo consideraba él).

Quedándose sin opciones, optó por Zayn. Rezaba porque el morocho le cogiera el teléfono y le dijera que estaba con él.

La llamada parecía tener la misma suerte que todas las anteriores, pero en el último tono una pizca de esperanza y un brillo en los ojos de Louis apareció al ser respondida.

— ¿Sí? —sonó algo ronca.
— ¡Zayn! —nombró — Menos mal —ahora se sentía aliviado.
— Me has despertado, Louis —se quejó — ¿Qué quieres?
— Oh, yo... lo siento —pidió disculpas — No te quitaré mucho —aseguraba — ¿Está Harry contigo? —se encontraba cruzando los dedos.
— ¿Harry? —frunció el ceño — No —un bostezo salió de su boca.

Louis estaba temblando, real, ahora sí que sentía que se moría.

— ¿Q-Qué? —tartamudeó —¿Cómo que n-no? —su voz se quebró.
— Pues no —sonó obvio.
— Si... me dijo que iba contigo —estaba seguro de lo que escuchó.
— Y no te mintió —encogió los hombros — Estuvo conmigo, pero fuimos a tomar algo y luego lo dejé ahí —explicaba — Dijo que se terminaría la cerveza y se iría —finalizó.
— Esto no está pasando —quería llorar.
— No seas llorica —le quitó importancia — Harry ya es mayorcito, saber lo que hace y sabe cuidarse solo.
— No puedo evitar preocuparme, Zayn —se sentó, sentía que si no lo hacía caería.
— Pues no te preocupes tanto, no creo que él lo haga por ti —eso era verdad.
— ¿Qué quieres decir con eso? —preguntó extrañado.
— Nada —mentira — Ahora buenísimas noches —se limitó a decir y colgó.

El de ojos azules dejó caer el móvil sobre la cama, algo dentro de él le decía que nada bueno estaba pasando. Quiso salir a buscarlo, pero Londres era enorme, había miles de bares y seguramente no encontraría a Harry. Eso si seguía en uno de ellos...

Lo que nunca te dije Donde viven las historias. Descúbrelo ahora