Capítulo 2

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-Itachi -el azabache levantó la mirada, masticaba lentamente su comida mientras escuchaba a su padre -comenzaremos con la organización del matrimonio, tu madre lo organizará junto a Izumi, no es necesario que interfieras -el heredero por primera vez en años sintió un hueco de molestia en su estómago, le había caído como cubetada de agua fría su realidad y lo que le esperaba -lo programaremos para en tres meses -Itachi carraspeó al haber sentido que algo de comida se atoraba en su garganta, lo vieron con duda -padre, tomaré el puesto como líder en cuatro años cuando cumpla veinticinco, hasta la fecha no estoy obligado a contraer nupcias ¿por qué la prisa? -Fugaku y su esposa apretaron el ceño -su compromiso está pactado desde que cumplieron quince años Itachi, los padres de Izumi comienzan a inquietarse, consideran que no estás lo suficientemente interesado en su hija -el heredero aún mantenía su mirada en blanco, sus padres lo observaban con cuidado, Sasuke los veía con duda, era obvio que Itachi no estaba interesado en esas cosas.

-¿Acaso he hecho algo para que consideren que no estoy interesado? -Mikoto suspiró con cansancio -más bien es al contrario, no has hecho nada para mostrar que estás interesado -el silencio se formó en la mesa, Itachi mordió su mejilla con algo de molestia -quisiera pedirles que me den más tiempo, aún tengo proyectos de desarrollo personal en los que quiero invertir mi tiempo adecuadamente, al final, supongo, debo casarme -lo vieron con algo de molestia, les había dado a entender que no le importaba su compromiso, no podían hacer más, era un compromiso arreglado -bien, te daré todo un año, no puedo aplazar más o será obvio que no te interesa esta boda -Itachi asintió sin negar esa afirmación, continuó comiendo con calma, un año era mejor a tres meses, bajó su mirada a su plato recordando al pequeño Uzumaki desnudo, comía con calma recordando detalles de su cuerpo, como ese hermoso lunar en la v de su abdomen, lamió sus labios un poco, terminó de comer, recogió sus platos -gracias por la comida, debo ir a la base, tengo misión -Fugaku asintió igual que el resto.

Eran una familia fría y silenciosa, no había más, siempre deseó escuchar "ve con cuidado, regresa con bien" "no te arriesgues demasiado, tienes una familia que te espera", "bienvenido a casa" tragó pesado, no era algo que se acostumbrara en su familia. Mientras corría con velocidad lejos de su casa para evitar a su prometida, nuevamente la imagen del rubio volvía a él, no era idiota, de inmediato se dio cuenta que le había atraído bastante, sonrió ligero, ¿acaso eso era gustar? mordió su mejilla analizando cuidadosamente lo que sucedía, era un hombre, ¿cómo era eso posible?, no era insensible a sus necesidades como hombre, cada determinado tiempo iba a la zona roja a desfogar sus necesidades, usaba henges y a una atractiva mujer que llamara su atención, siempre eran distintas, porque ninguna lo satisfacía por completo.

Nunca ninguna mujer había llamado su atención de ese modo como el Uzumaki lo había hecho, nunca ningún hombre había llamado su atención de ningún modo, no sabía si considerarse gay, tal vez solamente era bisexual, mordió sus labios, su misión comenzaba en dos horas, cambió su ruta antes de dirigirse a la base, giró hacia el barrio rojo, ubicaba el departamento del Uzumaki, la aldea entera lo conocía, nunca había cruzado plática alguna con el rubio, no sabía como iniciar, nunca le había interesado nadie de esa forma, no sabía ¿qué demonios hacer?.

Al llegar a metros del edificio, dejó de correr, caminó lentamente por las escaleras pensando ¿qué decir o hacer?, al llegar al pasillo vio a una señora robusta gritar -sino pagas la renta, olvídate de este lugar, hace tiempo quería correrte, pero el tercero pagaba tu renta, ¿qué crees bastardo?, ya no está y ya estoy harta de seguir esperando que pagues  -Naruto asintió nervioso -lo haré, no se preocupe -la señora se dio la vuelta, lo aventó al paso -que asco -el rubio bajó su rostro con molestia, mordió su mejilla con frustración, estaba por cerrar la puerta cuando un chico ajeno a él apareció frente a él, el Uchiha lo vio con seriedad, Naruto levantó su mirada -¿la hokage quiere verme? -Itachi negó, se dio cuenta que no lo recordó de aquel día, sintió un poco de malestar, pero era obvio, nunca habían sido presentados, el pequeño se veía confundido -entonces, ¿en qué puedo ayudarte? -el Uchiha vio que se puso algo a la defensiva, se veía nervioso, se aferraba al pomo de la puerta -sólo -mordió su mejilla el azabache, un leve sonrojo mostraron sus mejillas -¿sólo? -Itachi vio la duda en el rubio -bueno, el otro día te ví-

Naruto giró su rostro con duda, el Uchiha lo vio adorable con esa acción, vio las grandes gemas crecer y un gran sonrojo cubrir su rostro, seguramente lo había recordado, ese rostro lo había cautivado aún más -¿sólo quería saber si estabas bien?, te veías algo mal -preguntó con vergüenza el mayor. Naruto no podía creer que alguien se interesaba en él sin una intención de por medio, mordió su mejilla -supongo -

Itachi se dio cuenta que obviamente no confiaba, tal vez no fue tan buena idea ir, asintió, el Uchiha se dio la vuelta, salió del lugar. Naruto lo vio como un ser extraño, creía que él era el único raro de la aldea, cerró su puerta, se encerró a pensar cómo demonios pagaría la renta con su sueldo de gennin, tal vez debería pensar en buscar un nuevo lugar, pero a ¿quién engañaba?, con lo que ganaba apenas le alcanzaba para comer.

Cautivado (Itanaru)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora