Capítulo 18

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-Las pruebas las tiene el Daimyo en su poder comadreja, ya sólo debemos esperar su respuesta -Itachi asintió -le agradezco, estoy seguro que sin su presencia, usted se sentirá más libre -la rubia sonrió -no mientas, lo haces porque sigues tú después de esto, ya quitaste a tu clan del camino y ahora a los ancianos -Itachi sonrió ligero bajo la máscara -de hecho, por una parte sí, pero por otra, tengo intereses personales -Tsunade lo vió con cuidado -aprovechando la situación, quisiera que me apoyara con algo -la rubia levantó una ceja con sorpresa, más al verlo poner una barrera de silencio -sé que en algún tiempo Kushina-san fue cercana a usted -Tsunade asintió con duda -necesito que me ayude a realizar una valoración médica a Naruto, la última la hicieron en tiempos del sandaime, su médico personal murió de edad avanzada-

La hokage se recargó en su silla con duda -¿por qué Sakura no lo ayudó?, por lo qué sé, su relación mejoró -Itachi quitó su máscara, lamió sus labios con algo de duda, la rubia lo veía con cuidado tratando de entender -hablé con él, prometí que usted guardaría el secreto, es algo personal suyo -la rubia afiló su mirada -el tercero le confesó cuando era niño que era el último doncel del mundo ninja -Tsunade abrió sus ojos demasiado, pestañeó tratando de asimilar la información "maldito anciano" maldecía a su sensei por no informarlos -está aquí afuera -la rubia asintió decidida a ayudarlo -Itachi abrió la puerta dejando pasar al pequeño rubio con un traje naranja con negro, se cubría su cuerpo hasta el cuello, tenía un marcado sonrojo de vergüenza, la Hokage lo vio con cuidado, el jutsu aún estaba puesto en la oficina, se levantó, el Uzumaki se puso tímido, se escondió un poco tras Itachi, el mayor sonrió ligero, lo tomó de la mano y lo puso a su lado -la hokage es de confiar, no te preocupes -Tsunade los vió con sorpresa por la confianza entre ambos.

-A ver mocoso, no me temas -el rubio recordó la caricia del otro día y su mirada llena de cariño -quítate la chamarra -el chico asintió, se quitó con timidez la chamarra. Itachi la sostuvo, la hokage vio con cuidado su complexión, era evidente que era delicada, sus manos adquirieron un chakra verde, comenzó a revisarlo con cuidado sobre su matriz, la rubia levantó una ceja con sorpresa -es verdad, es un doncel, su matriz está en edad reproductiva, se ve en perfectas condiciones -la Senju revisó su canal de parto -el canal en los donceles es distinto, cuando están listos para aliviarse baja con la dilatación, se abre una especie de vajina en el momento indicado -la vieron con sorpresa -cuando tengas pareja debes saber que las pastillas no funcionarán contigo, existe un sello que mi abuela inventó -tomó un papel, anotó los sellos -debes cubrir de chakra tu vientre por completo después del coito -Naruto se ponía cada  vez más rojo, comenzó a salir humo de su rostro.

Tsunade sonrió divertida, Itachi también estaba rojo, pero no era el centro de atención en ese momento -a Jiraiya le encantará conocerte en cuanto saquemos a los consejeros del camino -ambos la vieron con duda -es mi pareja, él fue quién me convenció de regresar a Konoha, el consejo y sensei le prohibieron la entrada a la aldea, no confiaban en él, estaban seguros que te llevaría con él en cuanto tuviera oportunidad -Naruto parpadeó con curiosidad, giró su rostro con duda. Itachi tapó su nariz evitando un sangrado, le encantaba que hiciera eso -¿y porqué me llevaría?-

Tsunade suspiró con cansancio recargándose en el escritorio -supongo ya todo está dictado, en cuanto el Daimyo dé su permiso, el consejo saldrá del camino, Jiraiya es tu padrino, es el sensei de tu padre -Naruto abrió sus ojos con sorpresa, apretó el ceño -¿acaso, no me quería?, ¿por qué me abandonó? -Tsunade negó -todo este tiempo ha metido apelación tras apelación con el Daimyo, pero el consejo se ha encargado de poner piedras en su camino, sensei no fue quien se hizo cargo de tus gastos, lo queríamos, pero era un viejo desgraciado, fue Jiraiya, supongo por lo menos te entregaba sus regalos, la cartera de sapo, la pijama de sapo, el traje naranja horrible que usabas cuando eras niño, este traje que usas, tuvimos una maldita pelea por el color, pero el insistía que era la combinación perfecta entre el rayo amarillo y el habanero sangriento -sonrió con cariño.

Naruto parpadeaba sin entender, entonces además de Shikaku-san, ¿había más gente a la que le importaba como para adoptarlo? Tsunade acarició su cabello con cariño -yo misma me he obligado a tomar distancia contigo, esos malditos ancianos tienen más poder que el maldito Hokage, sensei les dio demasiado, no estoy tan segura que fuera por la edad su actuar, a veces creo que no quería dejar el poder, simplemente no podía seguir, la manera de hacerlo era a través de ellos, pero con las pruebas que Itachi ha recolectado junto a Shikaku, estoy seguro que no habrá más -Naruto la vio con sorpresa, giró su mirada a Itachi, mordió sus labios con duda -tu madre era en teoría mi sobrina, sensei juraba que si Jiraiya o yo hubiéramos estado a tu lado, se hubieran percatado que eras importante, Iwa hubiera invadido Konoha rompiendo el tratado de paz postguerra al descubrir tu existencia, idiota, tal vez el maldito anciano de Oonoki si lo hubiera hecho, pero el poder de Konoha era superior, al final nos chantajeó con la perdida de vidas, después levantó la ley para alejarnos del camino, principalmente a Jiraiya que le perdió el respeto hace muchos años -

Itachi escuchaba con sorpresa la historia -veo que no te sorprendiste cuando hablé de tus padres, ¿supongo ya sabías quiénes eran? -levantó una ceja con duda, el Uzumaki se avergonzó, no volteó a ver a su pareja para evitar delatarlo, también estaba un poco molesto, principalmente con su ex jiji -era mi derecho ttebayo, no le dije a nadie -Tsunade sonrió de lado -lo es, tienes razón-

-Ahora bien, ¿qué hay entre ambos?, es evidente lo que sucede, sólo no quiero sorpresas, debo estar preparada para escuchar a Fugaku fastidiarme antes de acabar mi periodo -Itachi sonrió ligero -así es Hokage-sama, mi pareja es Naruto -el Uchiha lo dijo con orgullo y emoción, el Uzumaki se sonrojó, sonrió ligerito -aún no lo sabe nadie ttebayo, igual que usted no queremos a mi suegro odiándome tan pronto, bueno, la aldea aún no me ve bien -la rubia volteó sus ojos con fastidio -bastardo, Itachi debes estar conciente que tú padre odiaba a Minato -Naruto abrió sus ojos con sorpresa, giró su mirada a su novio, Itachi se puso incómodo -tenía una idea vaga, no habla de él, aunque nunca entendí el porqué -Tsunade suspiró con cansancio -tu padre estaba enamorado de Kushina, mi sobrina nunca se dio cuenta, para ella siempre fue Minato y al revés, además su compromiso con Mikoto ya existía -los ojos del rubio brillaron al escuchar del amor de sus padres, el Uchiha mordió su mejilla con algo de tristeza -siempre supe que el matrimonio de mis padres fue arreglado, por eso comprendía su frialdad, no sólo entre ellos, sino con nosotros, siempre desee algo distinto, pero nunca tuve la oportunidad, ni el valor de enfrentarlos, hasta que conocí a Naruto -el rubio sonrió ligero -no salí bien de casa, pero logré mantener mi imagen con el clan para evitar problemas en mi toma de poder como Hokage-

-Estoy seguro que cuando se enteren quien es realmente mi pareja tendré problemas, para entonces no podrán hacer nada, no se preocupe Tsunade-sama -la rubia sonrió, al parecer el Uzumaki se había colocado en una buena posición -por lo menos con esto aseguramos el bienestar de Naruto, bien, vayan a casa, ya es algo tarde -ambos asintieron -ven aquí mocoso, antes de que salgas -el rubio la vio con duda, la rubia lo abrazó con cariño. Itachi sonrió al ver la emoción en los ojos de su pareja al ser aceptado por alguien más -comienza a venir a visitarme más seguido, en un año estaré fuera de aquí y me gustaría que me vieras con algo de confianza -Naruto asintió quedito -gracias ttebayo -Tsunade sonrió.

Cautivado (Itanaru)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora