Capítulo 48

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—Entonces, esta chica, Ellie Burnett, fue abusada por su padrastro hace años, durante un año, ella murió hace dos y la única evidencia que tienen de esto es el testimonio de la víctima, testimonio que sólo dio ante ustedes —repasó el abogado.

—A mí —aclaró Ethan—; me lo dijo a mí.

—¿Qué tan difícil sería presentar una denuncia y armar un caso contra ese hombre? —cuestionó Daphne.

—Sería imposible —contestó el hombre, estómago de Ethan se apretó de sólo escuchar eso—. No tienen a la víctima con ustedes, y si esto es todo lo que tienen, me están diciendo que en realidad no tienen forma de probar los hechos.

—Sé que lo que ella dijo es verdad —aseguró Ethan.

—¿Fuiste testigo de eso? —preguntó el abogado, a Ethan no le quedó más que negar— Entonces no servirá de nada afirmar que crees que ella dijo la verdad.

—Entonces —intervino Daphne—, ¿qué necesitaríamos para tener un caso?

—Para armar un caso, necesitarían pruebas de que esto ocurrió, análisis de violación que le hubieran hecho a la chica, material genético que se hubiera guardado de éste...

—Jamás hubo nada de eso —interrumpió Ethan, comenzando a sentirse muy decepcionado con esto.

—Entonces necesitarían al menos testigos de estos hechos, alguien que pueda dar fe de lo que ocurrió a Ellie. O en todo caso, si no pudiera probarse lo que ocurrió a esta chica, tal vez pudieran proceder a partir del caso de alguna otra víctima que este hombre haya tenido. Si no tienen nada de esto, no tienen un caso —sentenció el abogado.

Se sintieron derrotados al salir de la oficina del abogado, lo que les había dicho no había sido muy esperanzador. Ethan se sentía profundamente decepcionado y molesto consigo mismo por haber tenido esperanzas, prácticamente el hombre les había dicho que no podían proceder con una denuncia. Por otro lado, a pesar de lo que el abogado había dicho, Daphne no quería darse por vencida. Sentía que aún había una oportunidad.

—Debemos ir a Rhosyn —dijo la chica.

—¿Rhosyn? —expresó Ethan extrañado.

—Dijo que necesitamos testigos. La única posible testigo de esto es su madre, Lena Flint —explicó Daphne.

—Esa mujer prefirió creer a su esposo antes que a Ellie —le recordó el chico.

—Se divorciaron por violencia conyugal —replicó Daphne—. Si esa mujer ya ha vivido en carne propia la clase de basura que es ese hombre, y ya está en contra de él, no debe ser muy difícil de convencerla de que diga lo que sea que haya visto en aquel tiempo. Me niego a creer que todo haya pasado sin que ella lo supiera o al menos sospechara.

Ethan se vio pensativo, eso se oía razonable, definitivamente tenían que intentarlo. Sintió un ligero temor en la boca del estómago, cada vez que formaba esperanzas en algo, terminaba mal. Pero fueran cuales fueran las posibilidades, esto era por Ellie, debía hacerlo.

—¿Cómo la encontraremos? —cuestionó el chico.

—Mamá... investigó esta mujer durante meses —dijo pensativa—, debe saber en dónde vive o vivió. Podemos comenzar por ahí.

No se dirigieron más palabras al alejarse de la oficina del abogado, ni siquiera se dirigieron la mirada al despedirse. Daphne sólo le dijo que llamaría después, antes de tomar caminos separados.

En seguida llamó a su madre al llegar a casa. No había hablado con ella en este par de días desde que había regresado a Forddgul. Se sintió rara de llamarla, pero bastante tranquila.

Flor de Daphne ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora