Capítulo 25

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Ethan trataba de mantenerse calmado mientras el autobús seguía su curso, llevaban apenas unos minutos de viaje, y él estaba sintiendo una gran ansiedad por llegar ya a Gwerdlle. Tenía miedo por lo que pudiera o no pudiera encontrar, pero necesitaba llegar ya al final de esto.

Viéndose en esta situación, recuerdos llegaban a su mente, de aquel día en que llevó a Ellie a buscar a su abuela. La chica estaba asustada por regresar a esa ciudad, había dudado mucho, después de que Ethan sugiriera ir a la ciudad, la había dejado pensarlo durante unos días, no mencionó más el tema durante tres días hasta que ella misma decidió que quería ir a ver a su abuela.

Hace cuatro años:

Cuando llegaron a la ciudad, Ellie se vio notablemente nerviosa, al salir de la estación de autobuses, sólo miró a su alrededor durante unos segundos, Ethan temió que ella no reconociera los lugares de la ciudad y tuviesen que tomarse aún más tiempo en ésta para hallar el asilo. Si embargo, de pronto la chica se giró hacia él y habló:

—Creo que debemos buscar un taxi.

Consiguieron transporte y rápidamente con las indicaciones de Ellie llegaron al asilo, en cuanto bajaron del taxi, Ellie se apresuró a la entrada, Ethan pagó el taxi y se aproximó a ella, sin embargo, la chica se detuvo a unos metros de la institución.

—¿Estás bien? —preguntó Ethan detrás de la ella. La chica permaneció en silencio unos segundos, y llevando una mano a su pecho soltó un ligero suspiro.

—Sí, vamos —dicho esto ambos se adentraron al lugar. Se digirieron a la recepción, Ellie se acercó al mostrador mientras que Ethan se quedó detrás de ella. Un hombre los atendió.

—Bienveni...

—¿La Señora Tara Flint está aquí? —se apresuró a hablar Ellie.

—¿Familiares suyos? —preguntó el hombre.

—Es mi abuela —informó la chica.

—Lo lamento, pero ella falleció hace poco más de un año. Esto le fue notificado a sus familiares en cuanto ocurrió. Creo que nadie vino para…

El hombre no terminó de hablar, Ellie se apartó del mostrador y llevó una mano a su pecho. Ethan rápidamente se acercó a ella, vio el gran dolor reflejado en el rostro de la chica, sus piernas flaquearon y terminó de rodillas en el suelo, rápidamente Ethan se inclinó a su altura. Los hombros de la chica, se sacudían mientras dejaba salir un pesado llanto. El hombre de la recepción, se inclinó sobre éste para verla, al notar esto, Ethan forzó a Ellie a levantarse.

—Vámonos, Ellie —habló mientras la rodeaba por los hombros para dirigirse a la salida.

La chica caminó despacio mientras salían del lugar, sus lágrimas seguían cayendo, al llegar a las escalinatas, se sentó en éstas y comenzó a sollozar fuertemente. Ethan no la hizo levantarse esta vez, simplemente se sentó a su lado y la dejó desahogarse.

—Lo lamento, Ellie —habló Ethan una vez que los sollozos se habían detenido, no así sus lágrimas que aún caían. Permanecieron en silencio un momento, hasta que Ethan habló—: ¿Quieres... que vayamos a su tumba? Podríamos pedir información aquí sobre...

—No —lo interrumpió Ellie—. Quería verla a ella no a una lápida. No quiero ver eso. Sólo... vámonos a casa, Ethan —suplicó la chica elevando la mirada hacia él.

—Vámonos a casa —convino Ethan.

Prácticamente no intercambiaron palabras mientras estaban montados en el autobús. Sólo permanecieron en silencio, muy unidos, el chico la rodeaba conciliadoramente por los hombros con su brazo, mientras que Ellie mantenía su cabeza recargada en su hombro. Para cuando llegaron de vuelta a Forddgul, permanecieron en silencio hasta que llegaron al departamento, Ellie fue directamente a la habitación, después de cerrar la puerta Ethan escuchó el llanto proveniente de ésta, pensaba que tal vez la chica necesitaba su espacio, pero no se sentía tranquilo mientras la escuchaba llorar.

Flor de Daphne ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora