Capítulo 42

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Daphne se sentía bastante más tranquila con respecto a su relación con Ethan después de su conversación con Gina la noche anterior. El sólo recordar lo que había dicho acerca de que él era feliz a su lado la hacía sonreír.

Hoy saldría con Ethan, ya era tarde, el sol estaba bajando, así que sólo irían a pasar el rato a aquel mirador. Se suponía que el plan era sólo pasar el rato, pero por la mente de Daphne pasaban otras posibilidades, así como ciertos deseos por su cuerpo. Aún se le atravesaba por la mente la idea de pasar un rato intimo con Ethan en aquel lugar, se le había formado la fantasía de yacer con él bajo las estrellas, y más allá de su fantasía, simplemente lo deseaba, desde aquella primera noche, no habían vuelto a hacerlo, ya más de una semana, ella había dado con mucha dificultad para sí misma el primer paso para que pasara, esperaba que Ethan lo diera la próxima vez, pero aún no había pasado, tal vez ella debiera volver a buscarlo.

No era realmente que Ethan no deseara volver a acostarse con Daphne, había fantaseado bastante más de lo que esperaba estos días con aquella noche juntos, pero no tenía el valor para iniciar ese contacto o pedirle directamente volver a hacerlo. En realidad, durante su relación con Ellie, prácticamente nunca tenía que buscar el contacto sexual, casi todos sus encuentros eran comenzados por ella, por más que él deseara hacerlo, sólo lo haría si ella lo buscaba primero. Lo mismo era con Daphne, esperaba que ella lo buscara.

Estaban subiendo la colina del mirador cuando escucharon ciertos ruidos venir de más arriba. Voltearon a verse un tanto incómodos y sorprendidos al darse cuenta de que eran gemidos.

—Creo que deberíamos irnos —dijo Ethan.

—Sí, creo que alguien se nos adelantó—, dijo Daphne, se apresuraron a bajar del lugar. Tal vez después de todo no era tan buena idea hacerlo en ese lugar, podrían ser encontrados por alguna otra pareja, o alguien que no tuvieran la amabilidad de irse al darse cuenta de la íntima situación que se desarrollaba en el lugar—. Dos veces me ha tocado esta situación —comentó Daphne esta vez riendo en voz baja—. El lugar es lindo, pero deberíamos evitar venir tarde.

Ethan también se vio divertido y trató de contener la risa. Bajaron del lugar y regresaron en transporte a la ciudad, como solían hacer cuando no tenían otro plan, se dedicaron únicamente a caminar tomados de manos.

—¿Qué quieres hacer ahora? —cuestionó el chico. Aunque Daphne sabía lo que deseaba, no pudo pedirlo.

—Sólo quería pasar el rato contigo, y mirar las luces de la ciudad —aseguró la chica.

—Si es así... creo que tengo un lugar al que podríamos ir —aseguró Ethan.

La extrañó que la llevara a su edificio incluso creyó que el chico tenía las mismas intenciones que ella, pero supo que no cuando, en lugar de entrar a su departamento, fueron hasta el fondo de los pasillos hasta llegar a unas metálicas escaleras que daban al techo del edificio.

—No hay desde aquí un panorama casi completo de la ciudad, pero también es una buena vista —dijo Ethan tirando de su mano para acercarse al borde del techo.

—Es increíble —aseguró la chica con una sonrisa.

Se sentaron en el borde, mientras que Daphne tenía los pies en el suelo, dando la espalda al vacío, Ethan se dio la vuelta para, como de costumbre, dejar que sus pies colgaran hacia la calle.

—Oye, eso está muy alto —dijo Daphne preocupada asomándose hacia abajo—, no deberías sentarte así, es peligroso —le reprendió. El chico sólo sonrió y la obedeció dándose la vuelta.

—No pasa nada, siempre me siento así aquí —aseguró Ethan.

—Es peligroso —insistió Daphne molesta por su despreocupación. Ethan sonrió más y se aproximó a ella para besarla, le gustó mucho sentir esa preocupación por su seguridad. Al separarse, Daphne sólo sonrió.

Flor de Daphne ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora