Capítulo 43

56 10 1
                                    

Ya había esperado mucho tiempo, sabía que en algún momento lo haría, pero en lugar de movilizarse, simplemente procrastinaba con eso. Sin embargo, Ethan sabía que ya era suficiente, era hora de comenzar a poner su vida en orden. El primer paso era obtener sus documentos legales, ni siquiera estaba seguro de por dónde comenzar, tendría que buscar asesoría para eso.

Por supuesto estaba haciendo esto por sí mismo, sin embargo, no podía negar que probablemente la razón más fuerte para querer poner en orden su vida era Daphne, a veces se sentía un poco ridículo al pensar que quería ser digno de ella, la chica sabía su situación, y aun así quería estar a su lado, pero había mucho de eso. Más allá de Daphne, sentía que se debía esto a sí mismo, y además de todo esto, también estaba ese pequeño deseo de honrar de esta manera a Ellie, cumpliendo solo todo aquello que habían planeado, o casi todo.

Pensaba esperar a terminar con todo lo que tuviera que hacer antes de informárselo a Daphne, pero estaba bastante orgulloso de sí mismo por su iniciativa de comenzar con esto, que decidió adelantarse a contárselo en su próxima cita, esta tarde.

Habían ido a la plaza comercial, habían recorrido todo el lugar viendo las tiendas sin comprar nada, riendo y conversando. Finalmente, compraron un par de helados y se sentaron a comerlos en unas bancas cerca de las jardineras.

Miró a la chica junto a él, al terminar su helado, y sonrió, ¿cómo era posible que después de todo ella siguiera con él? Se sentía como un nadie en el mundo, sin nada que ofrecer, ni siquiera una estabilidad emocional, o al menos una gran personalidad. Pero ella había elegido estar con él.

—Daphne —habló Ethan una vez que terminó su helado, iba a decirle lo de sus documentos legales, pero una pregunta se cruzó en su mente—, ¿qué te gusta de mí?

Daphne se vio extrañada por su pregunta. Terminó lo último de su helado con la mirada fija en él.

—¿Por qué la pregunta? —cuestionó confundida.

—Bueno... no siento tener nada de especial como para haberte atraído tanto. No creo tener ni siquiera una gran personalidad —admitió—. Y vamos..., siendo sinceros, soy un completo desastre.

—Bueno... —habló Daphne—, yo también lo soy —dijo con una sonrisa.

—Dime —insistió el chico—, ¿qué te atrae de mí?

—No lo sé —dijo la chica—, cuando te conocí estaba muy agradecida contigo por salvarme, después sólo quise ser tu amiga, créeme que no buscaba este tipo de relación contigo, pero cuando empecé a darme cuenta de lo mucho que me encantaba la manera en la que me tratabas, en que me mirabas, lo sensible y dulce que eras conmigo; que fueras capaz de abrirte tanto a mí, dejé que todo siguiera su curso —explicó con una sonrisa—. Me encanta todo de ti, la manera en que me tomas la mano, como hundes tus dedos en mi cabello cuando besas, o como juguetean en mi cintura, como me rodeas con tu brazo cuando salimos a dar la vuelta —acercó su rostro al de Ethan—. Además de todo, eres muy atractivo —una sonrisa se formó en los labios de Ethan, realmente nunca una chica le había dicho que era atractivo—. Y bueno, podría agregar una amplia lista en cuanto a asuntos más íntimos —aseguró antes de estrechar sus labios en un beso.

¿Qué tenía de especial Ethan? Tal vez nada, simplemente era un chico que había llegado a su vida y que, aún sin intentarlo, había logrado ganarse su corazón. Tal vez ni siquiera la tratara de una manera realmente especial, podía ser incluso que la tratara a diferencia de cualquiera de sus exnovios, con un mínimo de descendía humana básica, pero como fuera, este era el chico que había logrado llegar a su corazón más profundo que nadie antes.

Al separarse, Ethan la miró con una amplia sonrisa, llevó una de sus manos a la mejilla de Daphne y se mantuvo unos segundos sólo mirando sus ojos. Finalmente bajó su mano.

Flor de Daphne ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora