125 d. C; DAENERA VELARYON

3.5K 447 53
                                    

1x20

DAENERA VELARYON

HIGH TIDE, DRIFTMARK

Alicent amaba el olor del mar, le gustaba como le picaba la nariz. También amaba la arena, le gustaba sentirla entre sus dedos. Pero lo que más le gustaba era sentarse en la arena a ver como Laenor y Joffrey le enseñaban a Alyn como aguantar la respiración bajo el agua mientras los dragones volaban sobre ellos. Era algo que hacían desde que Alyn cumplió los tres, una rutina que los tres disfrutaban y que no cambió ni cuando nació Daenera. La niña había sido una sorpresa, pero fue bien recibida en la familia, sobre todo por Laenor que siempre la llevaba debajo del brazo a todos lados.

Daenera era hermosa, se parecía demasiado a Alicent, a diferencia de Alyn que se parecía mucho a Laenor. Tenía el cabello rojizo oscuro y los ojos verdes que le brillaban cada vez que sonreía. Su huevo de dragón no había eclosionado, tristemente, pero ya se estaba planeando un viaje a Dragonstone para su cumpleaños número siete. Por suerte, ella no se había dejado derrotar por su falta de dragón. Al contrario, disfrutaba subirse a Seasmoke con Laenor y volar con él.

Ahora Alicent no veía a Laenor y Joffrey con Alyn.

Ahora veía a Laenor y Joffrey con Alyn y Daenera.

El sol se reflejaba en el cabello mojado de la niña haciendo que brillara. Alicent sonrió, viendo como su hijo se trepaba a la espalda de su padre intentando lanzarlo al agua. Se supone que debía estar alistándose para la cena, pero no quería arruinar ese momento.

—¡Creo que tu madre necesita refrescarse!—Laenor alzó la voz.

Cuatro pares de ojos se giraron a mirarla y ella no lo pensó dos veces antes de levantarse y comenzar a correr lejos de ellos.

—¡Atrápenla!—gritó Joffrey.

—¡Mamá!—Alyn gritó en medio de risas.

La carrera no llegó muy lejos, apenas pudo ver las escaleras que llevaban de regreso a High Tide cuando sintió brazos rodeándola, no tuvo que girar la cabeza para saber que era Laenor. Claro, si él siempre lograba atraparlos cuando jugaban.

—¡Al agua!—Daenera exclamó emocionada.

—¡No!—Alicent se sacudió—¡Vas a dañar el vestido!

—Te regalamos uno nuevo—fue la respuesta de Laenor.

Arriba, al inicio de las escaleras, Rhaenys Targaryen y Corlys Velaryon veían a su familia con sonrisas similares. La mujer negó con la cabeza al escuchar los gritos de Alicent mientras Laenor la metía en el agua. Era una escena que se había desarrollado miles de veces, pero siempre lograba hacerlos sentir un amor inexplicable. Ninguno iba a negar que las risas de sus nietos eran su sonido favorito en el mundo.

—Ve por mi hijo y su familia—ordenó Rhaenys a uno de los guardias—, ya casi es hora de la cena.

—Como ordene, mi Lady.

Con una última mirada a la familia que aún jugaba en el agua Rhaenys y Corlys regresaron al interior de la fortaleza, confirmando una vez más que habían tomado la decisión correcta.

HARRENHAL, RIVERLANDS

Laena ya podía sentir el dolor de cabeza que se estaba abriendo paso en su cráneo. Si le hubieran dicho que así iba a pasar su tarde, se hubiera lanzado de la torre más alta de Harrenhal. Frente a ella estaban sus dos hijos menores, los dos llenos de tierra, ensuciando el suelo que ella había ordenado limpiar minutos antes. Ella los amaba con toda su alma, en serio, pero cada vez que los dejaba solos hacían un desastre nuevo, y ni se diga de cuando se encuentran solos con su padre.

dear mother. (house of the dragon)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora