VII

423 49 42
                                        

⚠️Este capítulo trata temas sensibles⚠️


















— No sé en qué estaba pensando cuando le dijo que sí a mi mamá ¿Por qué seguirle el juego? A mí no me gusta modelar, senpai, se lo he dicho hasta el cansancio a mi madre. Y no trate de convencerme de lo contrario, a ti tampoco te gusta esas cosas no tengo pruebas pero tampoco dudas.

Bakugou soltó un pequeño bufido, ¿Seguirle el juego a la señora Inko? No, no lo había hecho, su respuesta fue muy enserio. — Puedo hacer una excepción. Probar cosas nuevas no siempre es tan malo.

— Genial. Entonces hazlo, pero no cuenten conmigo, no es no. — lucía molesto, fastidiado.

Él amaba a su madre, amaba verla brillar, pero siempre odiaba lo insistente que podía llegar a ser para que él se dedique a lo mismo. Y no, realmente no quería hacerlo, y esta vez el sentimiento fue aún más grande al ocupar a senpai para que lo convenza, había sobrepasado todos los límites.

— Oye nerd, no te enojes. — le dijo acariciando su mejilla cuando se habían detenido por un semáforo en verde. El peliverde intento replicar, pero su intento solo quedó en un puchero cuando Bakugou volvió a hablar. — No me digas que no lo estás, de aquí veo tu mal humor.

— Es que... — suspiro, ni siquiera sabía por dónde empezar.

— Izuku. — llamó con voz suave, aligerando el ambiente con el simple gesto de llamarlo por su nombre y no por su apodo. — Mira, si acepte fue porque quizás me gustó la idea de verte modelar y mandaría a la mierda lo que no me gusta hacer con tal de poder verte brillar más de lo que brillas a mis ojos en este momento. Pero si hay un gran motivo por el cual no te gusta, no insistiré, y bueno también deberías decirle a tu madre.

— Ella no se va a detener solo porque le dices que no te gusta. Pero por lo molesto que te veías estoy seguro que tienes un motivo de peso.

Izuku se vio sorprendido por aquellas palabras. Su senpai en pocos segundos se había puesto a analizar lo que decía "no me gusta" "no quiero". Claro que tenía sus motivos, pero nunca se atrevió a decirle a su madre por miedo a hacerla sufrir.

— No quiero dañarla, no quiero que piense que ella me a hecho daño, porque no es así, fue esa gente y sus malas palabras que me calaron muy profundo.

Bien, quizás todo era mucho más serio de lo que había pensado el rubio, acelero buscando un lugar donde parar cuando vió la primera lágrima recorriendo ese lindo rostro pecoso, el cual le gusta verlo sonriente.

Cuando encontró un lugar donde estacionarse, se acomodo en el asiento para poder ver mejor al peliverde que sollozaba entre sus manos. Intentó de todo para que Izuku lo vea a la cara y así decirle unas palabras de ánimo, pero pronto se dió cuenta que eso no funcionaría, necesitaba hacer algo más efectivo. Tiro su propio asiento hacia atrás, dejando más espacio entre el volante y su cuerpo.

— Oi, ven aquí. — insitó a sentarte sobre él dando unos golpecitos en su pierna derecha, y sintió que había hecho un avance cuando el peliverde lo miro de reojo. — Si vas a llorar al menos será entre mis brazos, ven aquí.

Izuku rápidamente se sentó sobre el rubio, aunque en otro momento esa posición quizás lo pondría muy nervioso por lo íntima que era, en ese momento solo quería ser abrazado, sentir se protegido por el mayor.

Katsuki lo abrazó fuertemente, y quizás el no lo sabía, pero estaba creando un refugio para el peliverde, que en ese momento había vuelto a ser ese niño de ocho años que le hacían bullying por la mala imagen que creaban algunos adultos de su madre.

Solo Tú, Maldito Nerd.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora