Solo Tú, Maldito Nerd.

VIII

El tenía derecho a ponerse nervioso, por supuesto que sí. El problema era el porqué lo estaba. Su senpai lo iba a presentar con sus amigos, y no debería ser un problema solo son amigos, pero se sentía diferente, su mente divagaba y pensaba en como reaccionarán sus amigos si Bakugou Katsuki lo presentara como su novio.

Dios eso lo hizo ponerse aún más nervioso.

El rubio hace un rato que había estacionado, pero no había dicho palabra al ver el estado del pecoso a su lado, sinceramente pensó que era por los nuevos lentes que le había comprado, estos siendo totalmente diferentes a los anteriores.

Habían recorrido múltiples tiendas buscando algo parecido pero Bakugou simplemente dijo "no, mejor algo así, son más lindos" tomando uno en sus manos, se veían mucho más actuales.

— Oye nerd, se perfectamente cual era la función de los anteriores, pero al menos conmigo, ya no más. Estos te quedan muy bien. — Dijo el rubio cuando lo notó nervioso. — Si quieres después le pido sus lentes a mi abuelo, para que los uses cuando no esté a tu lado.

— No puedes estar hablando enserio. — respondió Izuku ya más relajado, la verdad el tema tan poco común hizo que dejara de sobre pensar tanto.

— oh! Claro que hablo enserio, muy enserio, de seguro acepta un intercambio, el amaría tus lentes estoy seguro.

— Pero fue un regalo de tu parte. — Izuku se lo estaba tomando demasiado literal. Quizás habían momentos dónde no sabía diferenciar entre una broma y la verdad, eran cositas que el rubio estaba aprendiendo.

— Pero parece que no te gustaran. Si no te sientes bien usando los que caso tiene. Mejor hace el intercambio con mi abuelo.

El peliverde lucía un lindo puchero. — Por supuesto que me gustan, no se los daría a nadie y... Evitaré pisar los.

— Oi nerd. — llamó con esa voz pacífica que le salía solo con él. — Te ves muy lindo.

Quizás sus palabras hicieron que los nerviosos del peliverde volvieran. — ¿Por qué te pones tan rojo? Te ves adorable, nerd.

— ¡Por favor para! — pidió en súplica, ocultando se entre sus manos.

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Sus amigos habían empezado hace horas, y se notó tan pronto pusieron un pie en el local. Era ruidoso y habían luces de colores, era algo para nada tranquilo. El rubio diviso rápidamente a su gente, acercándose lentamente con Izuku siguiéndole el paso.

Ciertamente sus amigos se encontraban en un sector no tan ruidoso y agradeció eso.

— Hey bro! — saludo Kirishima al notar la presencia de su mejor amigo, de inmediato viendo a la persona tras este. — Hola!

Saludo amablemente, a la vez que se levantó y busco una silla más. — Por cierto soy Kirishima Eijiro. — se presentó cuando puso la silla en la mesa, al lado de donde se sentaría el rubio.

— Un gusto, Midoriya Izuku. — Se presentó igualmente, aunque no hablando tan fuerte como el pelirrojo.

Los demás solo se habían quedado en silencio viendo la interacción de este par al igual que Bakugou, quien agradecía a su amigo por ser tan sociable.

Una vez sentados, todos miraban a los recién llegados, algunos impresionados por tener al mismísimo Bakugou Katsuki junto a ellos y otros preguntándose cuál era la relación del rubio con ese pecoso que no tenía ningún brillo según dos de las chicas sentadas en la misma mesa, simples acompañantes.