XIV

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Y aunque se había repetido muchas veces que jamás volvería a pisar un estudio de fotografía, aquí estaba, escuchando atentamente la propuesta. Su madre siendo la protagonista en todo momento.

El solo sería otro de los modelos, un extra. Pero destacaba, no había como negarlo, cuando cambiaron sus ropas, y pusieron tan solo un poco de maquillaje en su tersa piel, aunque el no hiciera nada, era el más hermoso de entre todos.

— ¿Me veo mal? No dejan de mirarme. — Susurró a Katsuki. Aferrándose a la ropa del mayor. — ¿No nos podemos ir?

— Creo que... Sí, deberíamos irnos. — Eso sorprendió a Izuku, quien pensaba que el mayor le diría que todo estaba bien. — Me estoy poniendo celoso, mi novio es tan hermoso que está acaparando todas las miradas.

El peliverde subió la mirada nervioso. Katsuki no se había privado de bajar la voz, lo anterior dicho tenía más de una intención, no solo le estaba diciendo lo bien que se veía, si no que también estaba marcando territorio.

— ¡Senpai!

Bakugou no pudo evitar reír y acariciar con parsimonia la cintura del menor, piel que estaba al descubierto.

— Amor te ves muy bien. Tú tranquilo y yo celoso.

Izuku sonrió más relajado, pero incluso esa hermosa sonrisa llamó la atención de otros. Pero Izuku solo podía pensar en lo lindo que se oía esa palabra salir de los labios del mayor. 

"Mi novio"

Ciertamente hace unos meses lo eran oficialmente, y eso lo hacía inmensamente feliz. La propuesta había sido demasiado tierna a su parecer, algo causal y nada extravagante pero que solo hizo que se enamora más de Katsuki.

No había como una cita en la playa, un atardecer y como regalo una caja de donas dentro con la frase "¿Me darías el honor de ser tu novio?"

La respuesta había sido claramente "Sí, sí a todo"

— Oh, Katsuki Kun — Se escuchó la voz de Inko, quien recién salía de los camerinos ahora sí completamente lista para la sesión de fotos. — Veo que esa mano es bien traviesa.

El cenizo alejo su mano de la pequeña cintura de Izuku algo avergonzado por ser visto por la madre de este. Aunque seguramente ella ya tenía sus sospechas ellos no habían hablado formalmente con ella.

— Se ve hermosa, señora. — Elogio Katsuki, no mentía pero si pensaba que incluso ella no superaba la belleza de su novio. — Sin embargo Izuku...

— Oh dios — rio la mayor, le causaba ternura ese chico de ojos rubí, era notorio lo que sentía hacia su hijo. — Creo que tenemos una conversación pendiente ¿No creen?

— Mamá por favor — Se sentía tan chiquito, avergonzado a más no poder.

Está todo listo señor, podemos empezar tan pronto lo ordene.

Los murmullos se empezaron a oír en todo el lugar, incluso Inko tomando atención a lo que pasaba a sus espaldas.

— Muy bien. Gracias a todos por estar aquí nuevamente, les deseo mucho éxito. Pueden empezar.

Katsuki suspiró. — Joder... — E Izuku no podía quitarle los ojos de encima a ese hombre que les había deseado lo mejor.

— Senpai... — Dijo bajito, aún no era su turno de posar para la cámara por lo que seguía junto al mayor. Katsuki de inmediato le prestó atención notando algo raro en su voz. — Senpai, es él...

El cenizo no sabía que pensar, no sabía cómo interpretar lo que le decía. Sabía de qué hablaba, pero a quien se refería.

— ¿Qué? — preguntó preocupado. Esperaba que sea la parte buena... Si no, todo se iría a la mierda. — Amor, a cual de los dos te refieres... ¿El que intento...?

— No no, ese hombre de ahí, pelo castaño y lentes, fue quien me ayudó...

— Joder amor... — rio el cenizo, Izuku ahora sí viendo al mayor, no entendía porque se reía. Incluso estaba llamando la atención de una que otra mujer del equipo. — El mundo es muy pequeño. Te amo tanto, nerd.

— ¿¡Q'qué... ¿!por qué tan de repente!? — Lucia un lindo sonrojo, y un tierno puchero que Katsuki no dudo en besar aunque hubieran otros viendo.

— ¿Katsuki? — Era ese hombre, se iba acercando a ellos e Izuku no pudo con la vergüenza por lo anterior hecho, termino tras la espalda del mayor. El hombre castaño los quedó viendo, parecía sorprendido. — Hijo que haces aquí, ¿Mitsuki lo sabe? ¿Ella te pidió ser modelo? Oh, ese joven...

— Viejo... Yo... — Tomó la mano del menor y lo saco de su escondite. — Papá podemos hablar los tres a solas...

— Claro. — Masaru asintió, había visto a su único hijo besarse con ese joven peliverde que le resultaba tan familiar.

Se dirigieron a un camerino sin uso. La pareja entrando primero, Masaru primero haciendo una llamada a su esposa avisando que su hijo estaba en las instalaciones.

Senpai... ¿Es tu papá? ¿Me estás tomando el pelo? No, no puede ser, el te llamo hijo, pero como, no entiendo, dios esto, no entiendo nada.

Katsuki volvió a reír. — Amor tranquilo, respira.

No, más importante. Dios mío, es tu papá. No estoy preparado, necesito huir. — E intento acercarse a la ventana más próxima.

Katsuki lo sujeto de la cintura, no podía evitar reír de los nervios, por qué sí, también estaba nervioso. — Mierda amor, estamos en un cuarto piso.

Izuku pareció hacer click. — Oh... No hay escapatoria ¿Cierto?

Todo va a estar bien, no te preocupes. Yo pasé por esto antes que tú, recuerdas.

Izuku bufo. — No es lo mismo, éramos amigos en ese tiempo. Además mi mamá, te acepto de inmediato, pero tus padres... Quizás no lo hagan conmigo.

La aprobación de mis padres no importa. Que te acepten o no, eso no quitará el hecho de que me gustas. Seguiré a tu lado, sin importar qué.

No era la intención de Masaru de escuchar a escondidas, pero no había tenido el valor de interrumpirlos, además de que era algo nuevo para el escuchar a su hijo hablarle así a alguien.

Katsuki jamás les había presentado a una novia, ni siquiera a un casi algo, sí, sabían que su hijo tenía una vida sexual activa, pero nunca había algo serio.

Jamás se puso a pensar en la posibilidad de que a su hijo le gusten los hombres, pero Katsuki tampoco había dado señales de aquello, sin embargo, no era algo que le importe.

— Katsuki, hijo... — Entro, cuando notó un silencio dentro del camerino.

No pudo evitar tener un flashback al ver al joven peliverde hecho bolita en el sillón. Cómo pudo olvidarlo.

— Dios, realmente eres tu, ese joven...

— Viejo — interfirio Katsuki. — Gracias, por ayudar a Izuku ese día.

Masaru tenía los ojos abiertos a más no poder. — Eras el hijo de Inko... ¿Pero como ustedes...

— En la escuela nos conocimos y nos reencontramos en la U. Es... Izuku es mi novio.

El peliverde realmente quería huir pero debía mostrar sus buenos valores. — Yo... Señor, estoy realmente agradecido con usted — Izuku hacia una reverencia bien pronunciada a modo de respeto. — Si no hubiese estado ahí ese día...

— Amor no lo digas. — Katsuki notó el temblor en el menor de solo pensar en las posibilidades. — Viejo...

Masaru suspiró. — Mi hijo tiene razón, no pienses en eso, Izuku kun. Es más, me alegra saber que mi hijo al fin se digno a presentarme a alguien. Pensé que moriría solo.

Izuku sonrió, había sido aceptado por el padre de su novio. — Sin embargo, katsuki, tu mamá es un asunto aparte... Viene en camino.

Y su linda sonrisa de borró.
































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Reviví.

Solo Tú, Maldito Nerd.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora