Gelián se encontraba muy confundido, lo último que recordaba es que Po había hecho una técnica extraña, y cuando abrió los ojos se encontraba en un lugar único.
Vio alrededor, había montañas y algunas construcciones, pero estaban flotando, y el cielo tenía un color poco común.
—Oogway: Realmente hiciste un alboroto.
Se sorprendió al escuchar una voz detrás de él. Al voltear vio a al maestro Oogway meditando.
—Gelián: Tú... creí que estabas muerto. ¿Eso significa que morí?
—Oogway: Si así lo quieres ver, está bien. Aunque, lo correcto es decir que en este momento eres un espíritu.
Gelián seguía viendo hacia todas direcciones, caminó un par de pasos hasta el acantilado frente a él. Al asomarse no pudo ver el suelo, pero no se veía preocupado, de hecho, estaba muy relajado.
—Gelián: Sea como sea, parece que mi destino no cambió.
—Oogway: No, no lo hizo.
Simplemente se sentó, dejando salir un gran suspiro.
—Gelián: ¿Y ahora qué?
—Oogway: Eso depende de ti.
—Gelián: No soy tonto, sé muy bien lo que causé, pero realmente creí que, si conseguía ese rollo, todo valdría la pena. No debí creer en esa leyenda, pero todo fue tan repentino, cuando aparecí en ese mundo, yo... Un momento.
Gelián se dio cuenta de algo, después de que Po usara esa técnica, y él aparecía ahí, vio algo muy familiar, esos pétalos rosas volando alrededor de él.
—Gelián: Esos pétalos estaban también cuando aparecí en ese mundo, y también... cuando tú moriste.
Recordó ese momento donde Oogway desapareció rodeado de muchos pétalos rosas. Por lo repentino que fue todo no había prestado atención a eso, pero ahora por fin se dio cuenta.
—Gelián: ¿Acaso tú fuiste quien me trajo?
Oogway dejó de meditar, y se levantó con calma, comenzó a caminar seguido de Gelián.
—Oogway: Así es, fui yo.
—Gelián: ¿Por qué?
—Oogway: Porque era necesario. O, mejor dicho, lo es. Tú y Po son dos fuerzas opuestas, la forma en la que ambos han vivido sus vidas son diferentes. Tú viviste una injusticia que te prohibió alcanzar tu sueño, mientras que él solo vivió soñando, sin esperanza de que realmente se cumpliría. Cuando ambos tuvieron la oportunidad de lograrlo, tú sentiste miedo de que nuevamente te fuese arrebatado y tomaste la ruta más rápida, sin detenerte a pensar en las consecuencias.
—Gelián: Mientras que Po creció adecuadamente, soportando cada obstáculo que le pusieron para que abandonara, y aceptando la ayuda de quien se la proporcionó, y no lo hizo para ser mejor que alguien más, solo para ser mejor de lo que alguna vez fue.
—Oogway: Me alegra que lo entiendas. Po es un guerrero talentoso, quizá el más talentoso que he visto en mi vida, pero eso no era suficiente para vencerte, estaba claro que tú eras superior durante su pelea, y aun así perdiste, ¿sabes por qué?
—Gelián: Así que nos estabas viendo. No estoy muy seguro, creí tener todo controlado, pero de pronto lo que hacía parecía no funcionar, fue como si Po de pronto se volviera más fuerte.
—Oogway: Él no se volvió más fuerte, tú te volviste más débil.
—Gelián: ¿Qué dices?
—Oogway: Durante toda la pelea, tú estabas más enfocado en conseguir el rollo que en vencer a Po, eso fue lo que le permitió seguirte el ritmo en primer lugar, además de hacer cosas impredecibles a las cuales no sabías cómo reaccionar.
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Dos destinos (Reencarnación en Kung Fu Panda)
FanfictionGelián era un hombre que se ganaba la vida cobrando a personas que le pedían prestado a gente incorrecta, sus grandes habilidades en las artes marciales lo hacían alguien extremadamente peligroso. Toda una vida cultivando su fuerza y sus habilidades...