Engaño

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Al mismo tiempo que Gelián se alejó de Po y Zhen para evitar molestias con la policía del lugar, estos dos no tuvieron más opción que huir de ahí. En menos de un minuto Po también era un fugitivo, por lo que terminó siguiendo a Zhen a un lugar secreto.

Llegaron a un callejón, ahí, al tocar unos tambores en un orden especifico, se abrió una compuerta secreta que los llevó a lo que parecía ser una ciudad subterránea.

En ese lugar se refugiaban los ladrones que no tenían a donde ir, Según Zhen, ellos eran como su familia, y claro que lo parecían, si los comparabas con los primos con los que te peleas por terrenos, ya que en cuanto la reconocieron todos le apuntaron con algún arma.

Quien manejaba todo ahí, y era quien le enseñó a robar a Zhen, era un armadillo, el cual le dijo que no quería volverla a ver ahí.

Zhen, confiada en que ella y Po podrían con todos ellos, se puso en guardia, pero el panda decidió no pelear.

Tratando de seguir los consejos de su maestro, trató de calmarlos hablando con ellos, intentado hablar como él suponía que lo haría el maestro Oogway.

—Po: Todo aquel que busque la violencia hoy, solo encontrará más violencia mañana.

Aunque el panda tuvo surte, ya que nadie de ahí entendió lo que quería decir realmente, y suponía que, si esperaban un día más, la violencia sería más gratificante, por lo que, aunque no como esperaba, consiguió algo de tiempo.

Sin muchas opciones, y para evitar a la policía, decidieron esperar hasta la noche, que era cuando los ladrones mejor podían trabajar, y ellos dos podían moverse mejor sin ser capturados.

Mientras llegaba la hora, Po seguía tratando de sobrevivir en ese lugar, ya que, incluso unos pequeños conejos, eran un verdadero peligro para él.

—Zhen: Todo esto es por tu tonta forma de actuar. Creo que deberías actuar más como tu amigo, estoy seguro de que él hubiera encajado más aquí.

—Po: En primer lugar, Gelián no es mi amigo, es solo alguien malo, que a veces hace cosas buenas, con malas intenciones. En segundo lugar, no pienso cambiar nada, yo sé que lo que hago no es incorrecto.

Zhen soltó un suspiro y solo se sentó.

—Zhen: No se trata de si haces o no lo correcto. Tienes que entender que no solo existen esos dos caminos, y que no todos tiene la oportunidad de recorrer el que quieren.

Po se sentó a su lado, pues había notado que al decir eso su ánimo decayó un poco.

—Po: Sabes, eres muy parecida a Gelián. Por lo que sé, él también tuvo que vivir una vida que no quiso, aunque no se detalles, pero sí sé que cuando tuvo la oportunidad de cambiar, lo hizo, y se equivocó.

—Zhen: ¿A qué quieres llegar?

—Po: Tú habías dicho que quieres aprender de él, entonces aprende también de sus errores. Tú lo escuchaste, no le gusta la idea de ser un ladrón, él prefiere ser algo más.

—Zhen: Sí, pero él tuvo la oportunidad de serlo.

—Po: Porque la buscó, y cuando estuvo frente a él, la aprovechó. ¿Tú estás dispuesta a cambiar si tienes la oportunidad?

Ella miró a Po, desde que lo conoció era tan extraño, muy diferente a todo lo que conocía. No contestó, pero no pudo evitar pensar en una vida diferente, aunque enseguida sacudió la cabeza, ignorando esa posibilidad.

—Zhen: Eso da igual. ¿Tienes idea de dónde está Gelián?

—Po: No, pero conociéndolo, seguro que ya se metió en problemas.

Dos destinos (Reencarnación en Kung Fu Panda)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora