El Chi

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Gelián estaba frente a Tai Long, o lo que parecía ser una estatua de él.

—Tai Long: Dime, ¿Realmente estas dispuesto a golpear a tu amigo?

Al decir eso lo atacó, tratando de golpear principalmente su cara.

—Gelián: «Su estilo de pelea es igual, pero sus movimientos son diferentes»

Se concentró en evadir cada golpe, hasta que vio una oportunidad y logró atraparlo, inmovilizándolo con un mata-leones.

—Gelián: Será mejor que te quede claro algo, Tai Long no es mi amigo, así que no me importará matarlo otra vez. Ahora dime, ¿quién demonios eres?

Aunque apretaba con fuerza se notaba que no lo estaba estrangulando.

—Tai Long: Ya veo, así que eres alguien que vive y muere por su objetivo. Me agradas un poco.

Tai Long comenzó a brillar y a encogerse, liberándose y volando hasta una roca cercana, en donde alguien lo agarró, mostrando que se había convertido en un amuleto de jade, colocándolo en su cintura, junto a otros.

—Siéntete honrado, pelearás contra el poderoso Kai.

Parecía un toro, pero al ser humanoide no estaba seguro de que era, tenía un par de espadas de jade sujetas cada una a una cadena. Algo estaba claro, era fuerte, podía saberlo con solo verlo, aunque no tenía ni idea de quién era.

—Galián: ¿Quién?

—Kai: ¿Qué? ¿No sabes quién soy yo?

—Gelián: Lo siento, digamos que no llevo mucho en este mundo, así que me falta información de su historia.

—Kai: Oh, ya veo, eso significa que Oogway te trajo.

—Gelián: No parece ser una sorpresa para ti.

—Kai: Oogway y yo aprendimos muchas cosas juntos, peleamos juntos como hermanos, hasta que me traicionó, y me desterró aquí, hace casi 500 años. Ya habíamos escuchado de la posibilidad de viajar entre reinos, pero parece ser que hay más de los que imaginaba, y por lo visto él ya descubrió como hacerlo perfectamente, tal vez le dé una visita a tu mundo.

—Gelián: Hazlo si quieres, pero podrías llevarte una gran decepción.

—Kai: ¿Tratas de engañarme?

—Gelián: No, solo digo la verdad. La fuerza que conseguí solo al llegar a este mundo es muy superior a la que tenía en el mío. Probablemente te ocurra lo mismo, será presa fácil para cualquiera que te quiera muerto.

—Kai: Ya lo veremos, por el momento solo quiero vengarme de Oogway, nada más me importa. Creí que tardaría más tiempo, pero entonces sentí tu chi, y debo decir que es fascinante, una vez que lo tome seré capaz de vencer a Oogway y con su chi volveré al mundo de los mortales.

—Gelián: Es una lástima que tardaras tanto, porque al final vas a fracasar.

Sonrió mostrando sus enormes colmillos.

—Gelián: Todo lo que hiciste durante esos 500 años lo voy a tomar, y seré yo quien regrese.

—Kai: Así que crees que puedes entender el chi así de fácil. ¡Me gustaría verte intentarlo!

Dio un salto y comenzó a mover sus espadas, arrojándolas hacia él, Gelián apenas logró evitarlas saltando hacia atrás, pero Kai aprovechó que se enterraron y al tirar hacia él toda la isla comenzó a moverse.

—Gelián: ¿Quién se cree este tipo? ¿Kratos?

Gelián saltó para atacarlo mientras estaba en el aire, pero Kai movió las cadenas, logrando atrapar su pie y lo arrojó, haciendo que se atravesara varias estructuras.

Dos destinos (Reencarnación en Kung Fu Panda)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora