Dos destinos (Reencarnación en Kung Fu Panda)

Preocupación

Po y los 5 ya estaban listos para salir en su largo viaje, solo faltaba que el panda se despidiera de su padre, pero eso fue lo más complicado de todo.

El ganso en se negó a que fuera, pues era algo sumamente peligroso y no quería que su hijo arriesgara la vida, pero Po no podía evitarlo, no solo porque era su obligación por cargar con el título del "guerrero dragón", sino también para entender muchas cosas, la más importante era saber quién era realmente.

El señor Ping trata de darle respuesta a eso, diciéndolo que él es su hijo, pero en la mirada de ambos se nota que ahora ninguno de los dos lo cree realmente.

Con tristeza se despiden, y Po junto a sus amigos se van del valle de la paz.

Al mismo tiempo Shen estaba preparando varias cosas, ya tenía a la ciudad bajo su control, pero eso solo era el inicio.

Había decidido quedarse con la cabra que adivinaba el futuro para sus padres, supuso que le sería útil, aunque por el momento no le había preguntado nada, pues sin darse cuenta, seguía con la preocupación de que nada cambiara.

La ciudad estaba plagada de lobos, los cuales cuidaban que nadie se atreviera a hacer algo que perjudicara los planes de Shen, sin embargo, alguien llegó, alguien que era conocido como un viajero sin rumbo.

—Gelián: Miren esto. Tal parece que me voy a divertir.

Entró en la ciudad, pero dos lobos se interpusieron en su camino.

—¿Quién eres? Pareces un turista.

—Llegas en un mal momento. Si no quieres problemas será mejor que regreses por donde viniste.

—Gelián: Oh, pero eso sería un desperdicio, porque yo vine justamente buscando problemas.

Le dio un golpe a uno de los lobos en el pecho, haciendo que se le escapara el aire y no lograra moverse. El otro sacó su espada y trató de darle en la cabeza, pero bastó con un ligero movimiento hacia un lado para esquivarlo, y un golpe con los dedos en el pecho y en el estómago provocó que se paralizara y cayera al suelo sin poder moverse.

El otro logró respirar y pudo moverse, pero enseguida se dio cuenta de que no podría hacer nada contra él, por lo tomó aire listo para aullar y llamar refuerzos, solo que Gelián no se lo permitió.

Le dio una patada baja que hizo que cayera al suelo, después hizo varios movimientos rápidos, dejándolo paralizado al igual que su compañero.

Buscó a su alrededor y encontró algunas cuerdas, con las que los ató firmemente, dejándolos ahí. Se cubrió la cabeza con una capucha y siguió su camino tranquilamente.

—Gelián: Ninguno de estos es alguien que vale mi tiempo. Más te vale ser mejor que esto, Lord Shen.

Un par de días pasaron y Shen comenzaba a sentirse extraño, por lo que se armó de valor y decidió preguntarle a la adivina sobre su futuro.

En un principio ella solo se burlaba, diciéndole las cosas que estaban pasando en ese momento, pues ella decía que el tiempo más importante era el presente, pero debido a la insistencia del pavo real, decidió hacerlo.

En un pequeño recipiente con agua comenzó a mezclar diferentes cosas, provocando que saliera humo en formas específicas, mostrando lo que le esperaba a Shen.

—Lo que veo es a ti, consigues más y más poder, y al final, solo eres derrotado por dos guerreros en blanco y negro.

Ante esta revelación, negándose a aceptarla, rompió con una pluma el recibiente, y usando su cola como abanico alejó el humo.