Sin Piedad. 2/2

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Esperé a que los demás bajaran y de inmediato me puse en cobertura.
La señal depende de mí. Utilicé una pistola con silenciador para asesinar a uno de los hombres de Al-Qatala que estorbaba en el camino.
Pudimos avanzar más; disparando en sigilo lo más rápido posible. No se nos hizo muy complicado abrirnos paso hasta la casa principal, donde se supone está Hassan.

– Ahora la orden depende de ti, Soap. – mencioné en susurro.

– Entendido. – Soap.

Nos acercamos a la casa y Soap subió al hecho, lanzando gas lacrimógeno por dentro mientras nosotros los esperábamos afuera y Ghost de francotirador.
Salieron corriendo, como si se tratase de niños pequeños en preescolar.
Uno de los idiotas chocó conmigo. Puse mi rifle en su frente y sonreí cuando él abrió los ojos.

– Saludos... ¿o debería decir "adiós"? – Luego de esa burla, le disparé.

El sonido de mi bala fue el inicio del masacre.

Las granadas y las balas hacían que mis oídos se cegaran por momentos, pero eso no importa. De hecho, la salud de un soldado a mitad de operativo es lo que menos importa...

– ¡Entraré, Hassan escapará si no lo hago! – grité.

– ¡Ni se te ocurra, survivor! – Soap.

Presté poca atención en sus advertencias y me adentré al edificio. Varios blindados llegaron en mi dirección, pero me las arreglé con un cuchillo y mis ansias por sobrevivir.
Me di cuenta que Hassan pretendía escapar por las diversas camionetas que llegaban tratando de subir al edificio más alto.

Cuando por fin pude llegar a la parte alta del edificio, vi a un pelón. Supongo que ese peinado es Hassan... debería mandarlo a una peluquería.
Agarré por detrás a uno de sus dos guardias y le rompí el cuello, luego caminé un poco más hasta toparme con el otro guardia y hacer lo mismo. Hassan está al frente, viendo por los vidrios. Al parecer espera algún milagro que lo saque de ésta... lástima que yo no creo en los milagros.

Me acerqué al hombre con falta de cabello en su cabeza y le puse un cuchillo en el cuello mientras tomé sus manos, sometiéndolo en el suelo.

– Aquí Survivor... tengo a Hassan. Fuera. – dije mientras presionaba el botón de mi radio.

– ¿Qué haremos contigo, hombre? –

– ¡Te vas a arrepentir por ésto! ¡Investigaré toda tu familia y la asesinaré! ¡Uno por uno, sin piedad! – gritó Hassan.

Recordé a mi hermana y mamá... por un momento sentí un vuelco en el estómago. ¿Qué pasaría si les hicieran algo por mi culpa?
No, eso no va a suceder.
Le di un golpe en la cabeza a Hassan con mi cabeza.

– ¡Cállate, pendejo! –

Todos los demás llegaron de inmediato. Ghost fue el primero. Me aventó unas esposas con las que até a Hassan, después se lo entregué.

– Bien hecho, chula. – dijo Alejandro, acercándose a mí.

Evité verlo y continué mi camino. Bajé del edificio y me recargué en una roca. Rengueaba debido a que en la persecución, un vidrio cortado fue pasando con mi pierna.

Alguien me aventó una venda. Alcé la mirada para ver a Ghost, con una mirada relajada.
Sonreí levemente ante él y me envolví la venda alrededor de la pierna.

– Es una mierda, ¿no? –

– ¿Qué? – Ghost.

– Tener que convivir con alguien que te hizo sentir como una idiota. –

– Alejandro. – Ghost.

Me sorprendió que Ghost supiera a quien me refiero con mis indirectas. Debió empezar a sospechar cuando choqué con él... da igual.

– Puedes venir a la Task Force cuando quieras. – Ghost.

– ¿Es una invitación formal? –

– Lo es. Necesitaremos más personal. – Ghost.

Ghost subió al helicóptero luego de decir eso.
La verdad es que lo estoy pensando. Digo, crecí con los vaqueros, pero... es una invitación a la Task Force. Sé que la mayor parte odio a los extranjeros y ni siquiera me tomo el tiempo de entender sus costumbres, aunque, tal vez un cambio a mi vida ahora mismo no sea tan malo.

Subí al helicóptero. Ésta vez me senté al lado de Soap, teniendo de frente a Ghost.
Alejandro y Rodolfo se quedaron con Hassan en el segundo helicóptero, el cual está blindado y con máxima seguridad.

– ¡Tu valentía al entrar fue increíble! Aunque riesgosa. – Soap.

– Puedo decir lo mismo de ti, Soap. –

– Quizás después de todo ésto puedas enseñarme español, ___. – Soap.

– Los llevaré a la fiesta de quince años de mi prima. –

– ¿Fiesta de quince años? – Soap.

– ¿Prima? – Ghost.

El resto del camino se trató de explicarle a Soap y Ghost tradiciones mexicanas: Día de muertos, quince años, posadas, día de reyes, día de la independencia, étc.
Al final pudimos convencer a Ghost sobre venir a una de las múltiples fiestas cuando estuviéramos en vacaciones.

Disfruté hablar con ellos dos... mi vida social se limitaba a Alejandro y Rodolfo, pocas veces hablaba con externos así que en serio disfruté aquella plática.

Al llegar a la base, bajamos a Hassan en un lugar seguro. Alejandro comprobó que la otra parte del equipo que fue a buscar los misiles se encontrara bien, luego los extranjeros llamaron a un Don. Al parecer era uno de sus superiores o algo así. Lo llamaron "Capitán Price."
Mencionaron que Price estaba apunto de llegar para darle una cálida bienvenida a Hassan. Sin duda todos aman al pelón; hacemos vuelos especiales para ir a traerlo y visitarlo, un amor.

Un hombre raro se acercó a nosotros. Llegó más rápido conmigo porque me encontraba hasta atrás del todo. Tomé mi cuchillo y lo puse en su garganta, él sólo alzó las manos, mirándome.

– Soy Gaz de la Task Force. Vine con el capitán Price. – Era creerle o morir, y decidí creerle.

Quité mi cuchillo y lo dejé pasar. Soap chocó las manos con él y Ghost lo saludó con la mirada, luego llegó al parecer Price.
Todos ellos parecen llevarse bien entre sí... es un buen equipo. Después de que el capitán se presentara ante todos, fue conmigo.

– Tú debes ser la sargento ___. Un gusto. – Price.

– El gusto es mío, capitán. –

Price sonrió.
Fue hacia el lugar de Hassan y le dio una patada en el estómago seguido de verle.

Sí, una cálida bienvenida.

Algo más allá. | Call Of Duty / Lectora.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora