(Escena subida de tono. 🕯️)
– No sé cómo demostrarte que te necesito, ___. – Ghost.
– ¿Necesitarme? Con la actitud que tienes parece que solamente necesitas a tu arma. –
El conductor del convoy subió y nos llevó de regreso. Todo el camino evité hablarle a Ghost e incluso verlo. Al llegar a la base nos dieron descanso el resto de la semana, pues la misión acabó más rápido de lo esperado.
Tomé mi mochila y salí de la base, dirigiéndome a algún hotel de la ciudad. Me hospedaré ahí, no soporto el olor a guardado de la base.
Llegué y tomé uno de los hoteles más caros del lugar, la comodidad primero, el dinero después.
Dejé mis cosas, tirándome en la cama. Los pies me duelen al igual que los hombros; pues un chaleco antibalas no es del todo liviano.
Cuando estaba apunto de cerrar los ojos tocaron la puerta. Me puse de pie con un fastidio notorio. ¿Quién puede tocar? Nadie sabe que me estoy quedando aquí. Seguro es alguien de recepción.
Abrí la puerta.– No tengo hambre, pueden re- – abrí los ojos hasta que casi se me salieran cuando ví a Ghost ahí, parado en la puerta.
Solamente tenía puesto en el rostro un cubrebocas con forma de calavera... su cabello rubio se dio a lucir.
– ¿Qué haces aquí? –
– Me dio sed. – Ghost me empujó con lentitud y se adentró al departamento. Tomó un vaso de agua y lo bebió.
– Quiero hablar contigo. – Ghost.
– Te encanta interrumpir mis horarios de sueño. –
– Tal vez. – Ghost.
Me senté en uno de los sillones y le hice una señal a Ghost para que hiciera lo mismo, él correspondió.
– Amor. Algo que nunca pude entender bien hasta ahora. – Ghost.
– Si lo que dices es cierto, ¿qué hay con Urban? –
– Estuvimos juntos, sí. Pero nunca funcionó. Yo no me sabía expresar y ella lo hacía de más. – Ghost.
– Creo que deberías empezar a contar otra historia. –
– Mierda. ¿Qué nunca vas a creerme? — Ghost.
– Te creo, sé que es difícil para ti pero no me rebajes solamente por eso. –
Ghost no prestó mucha atención en mis quejas, parándose del asiento. Tomó mi mano con delicadeza, mientras me pone de pie. Baja sus manos hasta llegar a mi cintura y se posiciona ahí, observándome unos momentos.
– Soy mejor con acciones. – dijo Ghost para luego quitarse el cubrebocas por completo y observarme detalladamente, como si esperase un cumplido de parte mía.
– Pensé que nunca mostrarías tu rostro. – Contesté, tratando de ocultar mis nervios.
Su rostro es muy lindo, para ser sincera. Ese color de cabello y pestañas hacen un conjunto ideal con sus ojos, labios, nariz...
Ghost ocupó sus brazos para ponerlos en mis muslos y cargarme, teniendo mis piernas enroscadas en su cintura. Siguió viendo mis ojos, sin realizar otra acción.
Mis ansias ganaron, siendo yo la primera en iniciar el beso. A comparación de la vez pasada, éste fue un poco más expresivo. Lento pero no aburrido, apasionado pero no descontrolado, perfecto.
Pude notar un ligero movimiento en sus labios... al parecer está sonriendo.
Caminó hasta llegar a la cama. Con una mano bajó mi cuerpo hasta la misma y él se colocó encima. Siguió besándome hasta bajar a mi mandíbula, cuello y clavículas.
Ahí paró para ver mi rostro, esperando mi aprobación. Asentí ante el gesto. Sus manos comenzaron a quitar mi blusa, hasta quedar en sostén. Siguió besando mi cuerpo mientras quita lo que queda en mi parte superior. Al terminar, se acercó a uno de mis pechos y empezó a lamer sus alrededores para luego morder. Ahora es diferente al inicio; lo hace con más emoción y coraje.Los jadeos comenzaron a salir de mi boca, cada vez siendo más notorios. Con una de mis manos tomé el rostro de Ghost y lo acerqué al mío. Lo besé mientras empecé a quitar su camisa.
Al quitarla inmediatamente me quedé maravillada por su abdomen tan bien marcado, haciendo sintonía con sus enormes y bien trabajados brazos. La comisura de mis labios se abrió un poco, realizando una sonrisa.– También me gusta lo que tengo enfrente. – dijo Ghost.
Ghost acercó más su cuerpo al mío, frotándose entre sí. Besó mi cuello y sentí su bulto en una de mis piernas. Utilicé mi rodilla para pasarlo en él, provocando al hombre.
Él solamente hizo un jadeo casi mudo y mordió mi cuello lentamente para luego separarse, viéndome directamente a los ojos. Se puso de pie mientras me veía con aprobación.– ¿Vas a venir? – Ghost.
– Claro. – Sé a lo que se refiere... y sinceramente quiero hacerlo.
Me puse de pie e incliné ante él, doblando mis rodillas, poniéndolas en el piso. Comencé a quitar su cinturón para luego continuar con su pantalón y finalmente su ropa interior.
Me quedé admirando por unos momentos tal gigante... me cuestioné por unos momentos el dolor de eso; pero poco duraron mis pensamientos cuando sentí una mano empujando mi rostro.
Sonreí con picardía y comencé el trabajo en el que tanto me llamaban. Comencé con lentitud, lamiendo sólo la punta.
Poco a poco comencé a lamer más hasta llegar a lo profundo. Ahí comenzó la velocidad.
Mi boca entra y sale del enorme aparato. Ghost se mantiene firme, pero por momentos salen gemidos de parte de él en los cuales sin duda me pone un diez en la tarea que hago. Para apurar mi velocidad, ocupó una de sus manos y me jaló el cabello, introduciendo más mi boca.
Rápidamente la habitación se llenó de jadeos de ambos, ocasionando calor en la misma.Cuando ambos estuvimos lo suficientemente complacidos de esa acción, pasamos a la siguiente. Ghost me empujó con cuidado a la cama, quedando yo de espaldas.
Sentí su cuerpo encima del mío, luego sus manos en mis pantalones e inmediatamente en mi ropa interior. El hombre besó mi espalda hasta llegar a mi trasero, quitando con lentitud mis bragas. Quedando completamente al descubierto para él.Se puso recto mientras se acercó a mi oído con dos de sus dedos. Me puso a lamerlos para después introducirlos en mí. Los movimientos se volvieron constantes luego de unos segundos. Trato de evitar soltar algún gemido muy fuerte... hasta que Ghost aumentó la velocidad a propósito.
– Mierda... – dije entre jadeos. Fue la única palabra que pude formular con claridad.
Sacó sus dedos y luego puso ambas manos en cada costado de mi cadera.
Fue masajeando hasta que se animó e introdució su erección en mí. Se quedó en esa posición para que me acostumbrara, luego metió más. Los gemidos empezaron a llenar la sala cuando metió y sacó con velocidad y fuerza. Mi rostro se puso de mil colores mientras que mis manos jalan las sábanas y almohadas para intentar aliviar la satisfacción.Cuando no pude aguantar más, dije el nombre de Ghost entre jadeos. Eso sólo logró que él continuara con más fuerza. Luego de unas cuantas estocadas más los gemidos de Simón también empezaron a involucrarse con la sala.
Unos minutos después, Ghost paró. Se recostó a mi lado, mirándome fijamente. Mi rostro está rojo y algo sudoroso, mientras que el de él solamente permanece algo rojizo.
Sin decir nada más, tomó su mascarilla y se la puso; imitando lo mismo con su ropa.Cuando pensé que se iba a ir como siempre suele hacer, recogió mi ropa y la colocó a un lado mío.
– Lamento no ser bueno con las palabras. – Ghost.
– ¿Lo intentas? –
– Al menos contigo lo hago, sí. – Ghost.
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Algo más allá. | Call Of Duty / Lectora.
Fiksi Penggemar¿Quién lo iba a pensar? Una soldado joven, adentrándose a terreno peligroso junto con Los Vaqueros, la Task Force y... "algo más allá."