♡: [ 𝘽𝙖𝙗𝙮 𝙆𝙞𝙩𝙩𝙮 ] ➯ 𝘏𝘢𝘯𝘬𝘯𝘰𝘸 𖡄

20

El menor estaba llegando del trabajo, entrando a casa con su maletín en la mano. Inmediatamente vio al híbrido frente a la puerta, con sus bracitos abiertos y una hermosa sonrisa.

— Hola, mi amor — saludó al mayor, abrazándolo con cariño por su pequeña cintura — ¿cómo estás?

— Bien, gracias — el más bajo llevó sus brazos al cuello contrario y juntó sus labios, formando un beso delicado y breve — llegaste temprano.

— Lo sé — el castaño asintió levemente mientras decía lo anterior — me dejaron salir antes. ¿Cómo está nuestro bebé?

— Está dormidito — el peliturquesa bajó sus brazos y agarró la diestra de su esposo con sus dos manos — tengo hambre, pero estaba esperando a que llegaras para comer contigo.

— Ay, qué lindo — el mayor miró la mano del contrario que mantenía retenida y la besó — vamos a comer, entonces.

Lee asintió y alejó su mano derecha de la contraria para poder caminar a la cocina aún agarrado a su esposo.

Al llegar, se soltaron para poder ir por sus caminos. Minho al fregadero y Jisung a la nevera.

— ¿Qué quieres comer, corazón? — el más bajo caminó a la refrigeradora y abrazó a su marido por detrás.

— ¿Podemos comer samgyeopsal, por favor? — Han sonrió y asintió, para voltear su cuerpo a ver al mayor y apoyarse en la puerta del frigorífico.

— Por supuesto, cariño — el más bajo llevó sus manos a las mejillas abultadas de su cónyuge y se paró de puntillas para poder alcanzar sus labios, dejando cortos y cariñosos besos allí — ¿puedes preparar el biberón de Hwannie mientras yo saco las cosas para la cena, por favor?

— Sí, amor. Pero, primero... — el peliturquesa subió sus brazos al cuello de su esposo e hizo un puchero mientras saltaba, rogando porque lo alzara.

— Ven aquí, corazón — el castaño cargó el cuerpo ligero de Lee y lo depositó en la mesa de la cocina — no sabes cuánto te amo, cielo.

— ¡No!, yo te amo mucho más — el híbrido se acercó a la mejilla derecha del más alto y dejó un suave beso.

— Eres competitivo, eh — el menor soltó una risa después de decirlo, ya que el estómago de su esposo estaba rugiendo fuertemente — tienes mucho hambre, por lo que veo.

— Muchísima — el de cabellos turquesas tocó su abdomen con su mano izquierda y lo acarició.

— Bueno, baja para que podamos hacer la comida — el mayor asintió y descendió de la mesa, no sin antes dejar un beso en los labios del más alto — no te olvides del biberón de Junhwannie.

— No lo haré — el mayor sonrió y caminó hacia el cajón de la cocina para encontrar la botellita donde su hijo tomaba el biberón.