♡: [ 𝘽𝙖𝙗𝙮 𝙆𝙞𝙩𝙩𝙮 ] ➯ 𝘏𝘢𝘯𝘬𝘯𝘰𝘸 𖡄

24

Minho salió del baño, Jisung había salido primero de bañarse pues estaba extremadamente cansado, así que se fue a acostar mientras esperaba a que su esposo terminara de bañarse.

No podían creer que habían durado más de una hora y media en ese baño, hace tanto que no pasaban un rato de intimidad que el tiempo se les pasó volando.

— Hola, bebé — saludó el más alto a su pareja, viéndolo llegar con una bata blanca.

El mayor sonrió y se acercó a dejar un beso en los labios de su marido — Hola, mi amor.

Fue directamente al armario a buscar su pijama, estaba ansioso de dormir con su marido porque estaba cansado y adolorido, le dolían las caderas.

La encontró, así que se la colocó rápidamente y sonrió, yendo donde su marido en vista de que su pequeño hijo no despertaba.

Pero hablando del Rey de Roma, el bebé abrió sus ojitos y empezó a llorar, muy probablemente tenía hambre y quería ver a su papá que se había ido desde la mañana y no lo había visto en todo el día.

— Ay no — se quejó, mientras caminaba a la cuna y recogía en sus brazos a su niño — ¿qué pasa, gatito?, ¿tienes hambre? Ven, Hannie, ayúdame a desabrochar esto.

El menor asintió, moviéndose en la cama hasta llegar donde su esposo y desabrochar los botones de su camisa holgada azul para permitirle amamantar a su niño.

Mientras lo hacía, sonrió porque sintió a su marido rodearle la cintura por la espalda después de haberse parado de la cama.

El castaño empezó a dejar besos en el cuello y la nuca de su pareja, escuchándolo jadear entre una sonrisa.

El bebé dejó de succionar, pero no paró de llorar, sino que extendió sus pequeños bracitos al más alto y le hizo un puchero entre sus llantos desconsolados.

— ¿Qué, Hwannie?, ¿quieres a papá? — el mayor entregó su pequeño niño a su esposo con una sonrisa, viendo como se calmaba inmediatamente — parece que extrañó a papi Hannie tanto como yo.

— Oh, gatito, ¿me extrañaste? — le inquirió Jisung a su pequeño hijo, meciéndolo en sus fuertes brazos — ay, me duele la espalda.

Se quejó, así que su marido hizo un puchero.

— Dame a cielito y acuéstate — el menor asintió e hizo lo pedido — ahora sí, toma a Hwannie.

Le devolvió a su pequeño, haciendo que el más alto lo meciera de vuelta ahora sentado en la cama con la almohada en su espalda, brindándole más comodidad.

El más bajo se acostó al lado del castaño, sonriéndole y acariciándole la mejilla. Llevó su mano a las mejillas de su hijo y las apretó muy suavemente con sus dedos.

— ¿Quién es la cosita más hermosa de este mundo, bebé? — Han sonrió ante la suavidad de su pareja — ese eres tú, Hwannie.

— ¿Y yo, gatito? — el híbrido miró a su marido y rió — ¿ya no soy el humano más hermoso que has conocido?

— Claro que lo eres, amor — el castaño dejó un beso en la frente de su pareja — siempre lo serás.