17

590 47 2
                                    





— ¡Ese! — exclamó con emoción el mayor, mientras señalaba un pequeño peluche de león adorable; perfecto para decorar el cuarto de su bebé — ¡no, mejor ese!

Señaló un peluche pequeño de tigre blanco y sonrió, mientras su esposo suspiraba y lo abrazaba por la espalda, escondiendo su cabeza en la parte izquierda de su cuello.

— ¿Te parece mejor los dos? — el híbrido asintió con la cabeza con gran felicidad y volteó, acogiendo la cara de su esposo en sus pequeñas manos para plantar un beso en sus labios. Han revisó los precios de los juguetes, abriendo sus ojos como platos al verlos — dios, mi billetera.

Cincuenta wones, 73 wones... Esto de tener un bebé en casa lo dejaría en la ruina total.

— Es para nuestro bebé.

El castaño asintió con la cabeza y agarró con gran dificultad los muñecos; digo eso porque tenía miedo de agarrarlos y luego tener que pagarlos. Los metió al carrito de compras y suspiró.

— Claro, como tú no eres quien pagará esto.

Minho soltó una risita y observó el rostro pensativo del menor, quien en su cabeza estaba contando cuanto dinero había gastado hasta el momento en artículos para su hijo.

— Eres todo un matemático — lo halagó, mientras abrazaba su cintura y descansaba su cabeza en su hombro izquierdo, mirando aún su expresión.

— 123 wones de los dos peluches... — murmuró Jisung mientras seguía haciendo la cuenta en su mente, sacándole más de una risa a su esposo — más seiscientos... — y así la cuenta siguió con más números, poniendo más ansioso a Han — ¡dios mío!

Oh no; el resultado final fue espeluznante: 1438, su cuenta bancaria iba en decadencia. Para ese punto, ya estaba cansado y no quería comer arroz blanco por tres meses para no gastar, por lo que jaló con suavidad a su esposo y al carrito de compras hacia el cajero, estaba dispuesto a ir a pagar y ahorrar ese dinero que le quedaba.

— ¿Qué pasa, amor? — preguntó con confusión el mayor, mientras sentía su brazo izquierdo estirarse por el jalón suave que su esposo le había propinado — ¿Hannie?

— Nos vamos de aquí — Minho hizo expresión confundida e hizo un pequeño puchero. Han solo atinó a suspirar cuando su marido preguntó el por qué de esto — por los precios, mucho dinero gastado para mi cerebro.

— Está bien, pero quiero muchos mimos después — el castaño sonrió al peliturquesa y asintió, para entonces dejar un beso en los labios contrarios.

El más alto rodeó la cintura pequeña del mayor y dejó que este colocara sus manos en sus hombros. Dejó otro beso en su boca y continuó con cada centímetro del rostro del mayor, sonriéndole entre cada beso mientras el más bajo reía y sacudía levemente su cabeza.

 Dejó otro beso en su boca y continuó con cada centímetro del rostro del mayor, sonriéndole entre cada beso mientras el más bajo reía y sacudía levemente su cabeza

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
♡: [ 𝘽𝙖𝙗𝙮 𝙆𝙞𝙩𝙩𝙮 ] ➯ 𝘏𝘢𝘯𝘬𝘯𝘰𝘸 𖡄Donde viven las historias. Descúbrelo ahora