Hanahaki [Nejiten]

Vuelve

Vuelve
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Desde ese día que llegaron cansados por haber vivido una agradable escapada a las aguas termales, Neji fue testigo de dos cosas: Primero, estar juntos, sin interrupciones dentro del calor de las aguas, pasándola realmente bien como dos personas queriéndose conocer -- Más de lo que ya lo hacían -- Imaginó que la interacción que había creado con ella era diferente, más profunda, una que sobrepasaba lo que una vez vivieron juntos en el pasado, y se atrevió a compararlo como una dinámica similar a ser algo más -- Como una pareja.

Sin embargo, el segundo descubrimiento, y un tanto vergonzoso -- Podría llamarse así -- Es que él comenzaba a atraerle de una forma diferente. Su cuerpo, su cercanía, todo comenzaba a parecerle atractivo con tan solo tenerla cerca.

Él había intentado controlarlo. Por supuesto que sí. Mucho más cuando observaba sus labios de pasada.

Todavía seguía siendo su amiga, y Tenten muy poco le importaba lo que sus acciones originaban en él. Solo lo hacía y ya. Neji lo tenía presente, puesto que, comparar constantemente la Tenten de antes con la de ahora, tenía un alto precio, y quizás, estaba volviéndose loco al confundir que ambas eran diferentes, cuando en realidad, eran la misma persona.

No deseaba ahuyentarla -- Se supone que ella ya no sentía nada por él, y merecía respeto -- Pero, al poco tiempo de pensar en eso, Neji se daba cuenta que, inconscientemente, se le quedaba mirando cada vez que ella le pasaba por el lado.

Algunas partes de su cuerpo femenino le resultaban atrayentes. La mayoría de las veces no se daba cuenta de su bajo disimulo, sino después, cuando ella le preguntaba el porqué la miraba tanto.

Otro ejemplo es cuando, por las noches, ella dormía a su lado en el futón con una posición que atribuía a que él solo se le quedará mirando, detallando sus hombros delicados, el vientre plano, su cintura estrecha, sus caderas anchas, los muslos torneados naturalmente...

Jamás había tenido una experiencia amorosa en su corta vida. A Neji nunca le interesó del todo conocer qué era una vida en pareja, pero, si se ponía a analizar y comparar lo que conllevaba una bonita vida de ese índole, con lo poco que ha convivido con Tenten, imaginó que era bonito vivir algo así con ella en un futuro, y esa idea lo conllevaba a atesorar en lo más profundo de su corazón estos íntimos momentos.

En una de esas noches dónde él despertó sin razón, y se quedó despierto -- No tenía ánimos de recostar su cabeza a la almohada porque sabía que, si lo hacía, se dormiría -- Prefirió apoyar su cabeza sobre su mano izquierda, de costado a ella, observando sus labios.

"No importa lo que hagas. Estoy segura que ella no te rechazará"

Esa frase referente de Sakura se infiltró en su cabeza de forma intrusiva como una especie de consuelo a sus deseos más reprimidos.

'Es solo un beso ¿No?'

Pensó él.

Eso no significaba que no dudará en hacer lo correcto o incorrecto. Como todo, era humano. Se equivocaba y trataba de corregir sus errores. Este pensamiento no era diferente. Sabía que tenía sus riesgos, pero esa necesidad de entregarle otro beso, aunque sea uno, lo hacía imaginar que podría ser la fórmula perfecta que tanto estaba buscando para que ella pudiera despertar nuevamente sus sentimientos por él.

Era de noche, muchas horas habían pasado. Ella dormía profundamente. No había forma de que despertará si solo rozaban sus labios por un breve instante.

Con suavidad, él apartó los cabellos que caían por su cara, cerca de sus labios, mismos que contempló por otro breve minuto y, sin resistirse más, se inclinó hacia ella, y finalmente, besó la comisura de sus labios.