Hanahaki [Nejiten]

Descubrimiento

Descubrimiento
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"Tu sombra me inquieta. Me dice que te tengo y a la vez no"

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Neji había dejado el recipiente de medicina a un lado. Se había excedido con el gasto de chakra que utilizó para escapar de aquellos malhechores antes de llegar al hospital de Konoha.

Terminó por despertar al día siguiente.

Los recuerdos de lo sucedido el día anterior era lo único en lo que pensaba. Aunque, en realidad, podría decirse que una sola persona nadaba por su mente.

La doctora acudió a entrar a la habitación minutos después de su despertar. Lo vio y examinó el estado de su herida a su costado derecho. Neji sentía todavía dolor. Había una venda que rodeaba su abdomen con la intención de cubrir esa herida con crema desinflamatoria y analgésica. Para su suerte, le dio el buen visto y fue cuando le avisó sobre el alta.

Permaneció varios minutos parado en el pasillo solitario cuando salió: miraba hacia todos lados, como si dudará sobre la dirección hacia donde debía ir. Del lado izquierdo se encontraba la salida del hospital que naturalmente también era la entrada de la misma; allí se hallaba la sección de la sala de espera. Tuvo el pensamiento que de seguro su familia se encontraba allá, esperando su llegada, pero, él no estaba dispuesto todavía a irse. Giró hacia el otro lado, el lado derecho donde se hallaba las profundidades de otras habitaciones, pensando en ella.

-- Quédate tranquila, cariño. Reposa y estarás mucho mejor --

La enfermera a cargo se dispuso en hacer sentir mejor a Tenten.

Al igual que Neji, ella se había quedado un día entero en el hospital como chequeo después de aquel ataque inesperado en el bosque. Había sido atendida con mucho cuidado debido a raspones y moretones menores en su piel, nada grave que no pudiera sanarse con medicinas, pero entonces se percató que la enfermera era una aprendiz, por eso el trato más que especial. La opresión en el pecho disminuyó apenas pisaron las tierras de Konoha.

La puerta llamó, y fue allí cuando las dos mujeres captaron la presencia de Neji, quien pidió permiso antes de entrar.

Tenten se dio cuenta de varias cosas cuando lo vio aparecer; primero, su alivio de verlo de pie junto a la puerta por su propia cuenta le comunicó que se sentía mucho mejor. Segundo, que su apariencia sencilla y serena compuesta por ropa limpia, le borraba la idea de verlo ensangrentado. Además, sus hermosos ojos color malva, eran cautivantes. Una sensación de extraño encanto y emoción se albergaba en su estómago y de allí hacia su pecho.

Se emocionaba con tan solo verlo.

Sin embargo, la tercera impresión que tuvo no tenía nada que ver con él, y tampoco con los sentimientos pocos controlables que ahora estaba lidiando cuando se trataba de él, si no que da la casualidad que no era la única mujer que se emocionaba por verlo. La enfermera a cargo dejó salir un chillido de felicidad fuera de todo contexto.

Con tan solo una mirada de él, Tenten pudo entender que esa emoción le resultó raro.

Neji no conocía quién era la mujer, pero aparentemente ella sí lo conocía a él. No por nada era reconocido como el Jōnin más poderoso de su generación. Fue el único en haber ascendido por su increíble inteligencia, convirtiéndose en uno de los Hyūgas más jóvenes en alcanzar el puesto.

Era una admiradora. Otra más de la lista. Tenten se preguntó si debería acostumbrarse a estos tratos especiales hacia él de ahora en adelante. Desconocía que ser Jōnin también venía con esta extraña popularidad.