Celos

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Celos
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El aroma de incienso se esparcía por todo el santuario, razón por el cual, Neji encendió dos varitas y las dejó sobre la repisa del sagrado altar.

Desde la última vez que vio a Tenten, el santuario se convirtió en su rutina diaria, en su segundo hogar. Dentro de sus más profundos sentimientos, deseaba que ella pudiera salir pronto de ese cuadro pulmonar y pudiera regresar a su hogar.

De rodillas, apenas y escuchaba un sonido. Suavemente cerró los ojos y se dejó llevar por la paz -- También necesitaba sanar y aliviar las preocupaciones de su propio corazón.

Después de varios minutos desconocidos, realizó una última reverencia en señal de respeto, y se puso de pie.

Un pequeño ruido lo hizo girar hacia el extenso y largo pasillo que daba hacia la entrada del santuario. Allí se encontró con una mujer, de pie, con un abrigo oscuro debido al frío intemperie del exterior.

Neji se acercó a ella muy lento, Hinata lo miró con el empañe de sus ojos, esos que comunicaban estar preocupada por él. Ya conocía su rutina de venir aquí todas las mañanas antes de salir a trabajar, por esa misma razón, no fue difícil encontrarlo.

-- ¿Cómo está Tenten? -- Preguntó.

Hinata conocía de la noticia mucho antes de que él se lo informará.

Gracias a Shino que utilizó uno de sus insectos para espiar la conversación que tuvo con Sakura, se había enterado.

Al final, sus compañeros se salieron con la suya. Tuvieron suerte que Neji no se dio cuenta.

Después de varios días, fue que su primo tomó la iniciativa de informarle sobre la afección de Tenten, pero, había omitido partes de la historia.

Resulta que Neji también desconocía que los tres pudieron escuchar perfectamente que Sakura hablaba de señalarlo como una amenaza -- Debido a los sentimientos que Tenten tenía hacia él.

A estas alturas, Hinata no comprendía cómo era posible que la enfermedad de Tenten podía vincularse con el cariño especial que le tenía a su primo.

La situación poco a poco se volvió cada vez más extraña cuando, Neji le confesó que las visitas en cuidados intensivos eran monitoreadas y no poseía acceso directo.

Hinata había ido al hospital el día siguiente para entender un poco esa realidad, y se encontró con que todo el mundo podía ir a visitarla excepto él.

No le gustó para nada saber que su primo era el único que no podía verla.

Las ocasiones que él llegaba tarde a la Mansión Hyūga... ¿A qué se debía, entonces? Si no podía ver a Tenten... ¿Iba solamente a calentar puesto en el hospital? ¿Esperando cada fin de jornada que las enfermeras le permitiesen verla cuando les daba la gana o les apetecía cambiar de opinión?

¿Qué pasaba si eso no ocurría?

¿Imploraba conocer sobre el último reporte del día de su enfermedad porque...

¿Tenten estaba enamorada de él?

Hinata estaba absurdamente confundida. No entendía el rechazo que él recibía, pero empatizó mucho con su dolor, al grado que le generaba lástima ver que todos los esfuerzos que realizaba para ir a verla: llegaban a ser en vano.

Era terrible imaginarlo quedarse por horas sentado en el hospital con tan solo en la espera de un: "Sí, puedes pasar".

-- Hinata-Samma, dile a nuestro tío que hoy no vendré a descansar a la Mansión Hyūga --

Hanahaki [Nejiten]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora