Miradas que hablan

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Miradas que hablan
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Los días pasaron, y desde esa noche que habló con Shikamaru, el vacío en la residencia era insostenible.

El silencio resultaba confuso. Antes de preferirlo, Neji no sabía porqué, pero quería escuchar su voz en su perturbación, y amargarse un poco por sus niñerías, berrinches, cualquier tontería, pero que estuviese aquí, después de todo, a su lado.

Poco a poco, empezó a tener alergias a la hora de dormir cuando permitía que los gatos durmieran con él. Justo ahora tenía un pequeño paño en su mano, estornudando con frecuencia.

'Me estoy resfriando'

Había pasado varias madrugadas así, haciéndose un té de limón para aliviar su alergia que no parecía dejarlo tranquilo. Luchó con la idea de echar a los gatos a la sala -- Ellos eran su única compañía -- La única compañía que se asemejaba a ella, porque ellos eran de ella. Los había conocido desde cachorros, y eran la adoración de Tenten solo por ser el único recuerdo de su abuela.

Él la ayudó a criarlos cuando ella perdió a su ser querido, y ahora, se habían convertido en parte de su familia.

Las semanas pasaron, y todo empezó a empeorar en los valles de Konoha cuando Shikamaru convocó una pequeña reunión con los miembros del Élite: Con la idea de resumir a detalle que la reunión de los 5 Kages se llegó a un consenso de armar la Alianza Shinobi más grande de la historia junto a las cinco grandes naciones contra Uchiha Madara.

Una guerra se aproximaba.

Neji lo supuso desde un inicio. Pudo observar las reacciones de cada uno de sus compañeros, y eran desgarradoras, llenas de miedo, problemas, preocupaciones, temor, ansiedad, y, por supuesto, tristeza.

Shikamaru había sido claro con él al haber enviado la carta a Suna explicando su interés de conocer sobre Tenten, pero no había obtenido respuesta.

Ahora que muchas cosas se estaban presentando, Neji desconocía qué era lo que más le inquietaba de todo esto. El clan Hyūga poco a poco comenzó a debatir sus propios asuntos y beneficios después de esta declaración de Guerra. Neji tenía que acompañar a su tío en varias ocasiones para las reuniones y consejos -- Un tanto distraído.

Otra gran guerra se aproximaba, y el clan Hyūga consideraba que debían estar más que preparados ahora que Konoha se veía la aldea más vulnerable de todas las Aldeas Shinobis -- Pero eso era lo que a Neji menos le importaba, o eso era lo que demostraba.

Si bien la proclamación de una guerra podía desatar cualquier inquietud en su cuerpo, imaginando lo peor. Desde su punto de vista, preocuparse demasiado era sinónimo a perder el tiempo.

Su reacción ante la guerra se volvió inexpresiva. Su actitud fue cambiando notoriamente. En las reuniones del clan, él solo permanecía en silencio escuchando lo que decían los viejos al derecho y al revés, de brazos cruzados, con las esquinas de sus ojos agacha, mirando el vacío, pareciendo pensar demasiado, pero, a la vez, en nada.

Esa tarde, Hinata había tomado la decisión de acompañar a su primo hacia la residencia -- Dónde él vivía -- Quería hacerle compañía, pues, desde que Tenten se fue, él había cambiado. Entendía si su razón de estar así, tan aislado y callado, se debía por lo difícil de extrañarla.

Apenas traspasó la cerca, Hinata observó la pequeña residencia desde afuera. Sonrió por lo bonita que estaba a diferencia de la vez primera. Incluso, quiso decírselo, pero él ya había dado varios pasos hacia adelante, destruyendo el momento indicado.

Hanahaki [Nejiten]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora