XVIII

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Confusión

Eso es lo único que se presentaba en su ser.

Una confusión mezclada con enojo.

Aquel demonio el cual desconocía la había secuestrado en su propia boda.

Estaba furiosa por su acción pero no le importaba los sentimientos del dios que dejó plantado.

Era un matrimonio armado.

Sin nada de amor.

Pero seguia sin entender su accion.

-no vas a tocar tu plato? Desde que llegaste no ingeriste nada.- hablo el demonio en el lado contrario de la mesa.

No pronuncie ninguna palabra.

Pero las miradas dicen más que las palabras.

-si es por lo que sucedió ya te lo explicaré en algún momento pero ahora porfavor come,no quiero que enfermes por no alimentarte- pronunció para luego llevar una copa de vino a su boca.

Mire mi plato luego tomar el tenedor el cual estaba a un costado.

Moría por comer algo pero tú orgullo no te dejaba.

Un sudor frío recorrió mi frente.

Trate de llevar un trozo de la comida a mi boca pero mi mano temblaba.

Derrepente una fuerza desconocida me obligó a meter la comida en mi boca.

El demonio frente de mi soltó una risa.

-lo siento, me generaba un poco de estrés que lo hagas tan lento y por eso te di una pequeña ayuda.- confesó sonriendo con los ojos cerrados.

Tras eso lo ignore y seguí degustando la comida.

Realmente estaba hambrienta.

Mi mente estaba en otro plano muy lejano a el presente lo cual mi vista estaba puesta en nada en especial.

Pude detenerme al sentir una pesadez en mi estómago,ya estaba llena, al empezar tomar conciencia me di cuenta de lo fijo que estaba viendo a el demonio.

Sus rojos ojos miraban de una forma perversa.

-te negaste tanto tiempo que terminaste desistiendo…- dijo con un tono de burla

Resignada me levanté.

-es hora de descansar- hablo esperando que el contrario respondiera.

-tengo algo para darte.- dijo el demonio para ir junto a ella para agarrar su mano y guiarla.

La diosa de menor altura estaba intrigada e emocionada.

Belcebú la llevo a la habitación y le pidio que cubriera sus ojos.

-no vas a intentar nada raro,verdad?-

-lo prometo con mi inmortal vida de que no-

Tras eso el mayor la hizo caminar con una mano en su cadera hasta que la detuvo,tras eso solo se colocó atrás de ella para poner sus mano en los hombros y acariciar su cabello.

-ya puedes abrirlos-

Al abrirlos me encontré con un hermoso vestido floreado acompañado con un calzado blanco y una foto de ella y bel bajo un árbol.

-como es posible...- pregunto sorprendida ya que no recordaba ese suceso.

El solo la miro y empezó a hablar.

-mucho antes del accidente y tu perdida de memoria tu y yo éramos muy cercanos...- dijo el para luego mostrarle una pequeña caja de terciopelo negra con un diamante en medio, al abrirlo encontró dos sortijas,las dos de oro blanco y una con incrustaciónes de diamantes.

La joven diosa lo vio impactada y al tomar el anillo vio que tenía el nombre del contrario en la parte interior.

-antes del accidente quería poder pedirte matrimonio pero tarde mucho tiempo.-

Al ponerse el anillo su mente se empezó a inundar de sentimiento y pensamientos confusos,era tan confuso y más se confundía al recibir cortos recuerdos de los dos y sus amiga como lía.

Por la desesperación empezó a sujetar su cabeza.

Bel con tranquilidad la agarro y la sujeto entre sus brazos para luego recostarla sobre la cama y hacerla descansar de inmediato.

Por fin iba a poder disfrutar momentos con su persona especial.

Y si que la extrañaba.

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-busquela no importa dónde pero la tienen que encontrar-

-si mi señora.-

R U mine? Belcebú X LectoraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora