XXI

219 17 3
                                    

El no descansar estaba mal.

Y sobre pensar estaba el doble de mal.

Las dos cosas eran ya gravísimas.

Puede que estuvo horas, días o semanas pensando en todo lo que vió en sus recuerdos.

Esas imágenes que no recordaba haber vivido junto a el o esas simples empleadas.

Tal era el impacto que su rutina no era más que despertar, comer, ducharse y dormir, así todos los días hace semanas.

El demonio parecía preocupado por ella pero no podía hacer mucho.

La diosa estaba en un estado de vulnerabilidad, en su mente rondeaban  momentos felices, tristes y hasta la traición de su propia madre.

Ya no sabía a quien debía de creer.

A su madre y estar con la guardia en alto por el demonio.

O al demonio y tener la guarda alta por su madre.

Esos pensamientos le daban dolor de cabeza haciéndola retorcerse en su cama a la par que llegaban más recuerdos de su "vida".

-recuerdas nuestra biblioteca?- pregunto el demonio sentado en la esquina de la cama.

Con un ligero movimiento de cabeza lo mire.

-Quizas...- dije y miraba por la ventana.

El demonio se paró y me extendió su mano.

-Ven, vamos a verla.- me propuso con una ligera sonrisa que apesar de verse malvada por sus afiliados colmillos se veía muy tierna.

Agarre su mano y salimos juntos de la habitación para dirigirnos a la biblioteca.

Los pasillos del "castillo" eran muy largos e oscuros que solo eran iluminados por unas velas en las paredes.

La biblioteca tenía una gran y negra puerta que fue abierta para nosotros.

Al entrar ví el salón lleno de estantes con una variedad de libros increíbles.

Me solté de su brazo para correr hacia los estantes y miraba cada uno de los que me llamaba la atención.

-Esto es...increíble- dije mirando hacia arriba donde habían más libros.

Beel solo soltó una risita interna y camino hacia un lugar.

-ven hacia acá...- me llamo a lo que yo fui donde el estaba.

Cuando ví donde estaba quedé impresionada.

Sentí que ya había visto ese sitio alguna vez.

Era una zona para leer libros.

-Recuerdas esto? Lo construí para ti- dijo mirándome fijo y luego me extendió una foto.

En esa foto estábamos los dos en ese mismo lugar.

Estaba demasiado confundida.

Pero antes de decir nada los recuerdos volvieron a golpear mi cabeza.

Millones y millones de recuerdos volvieron a mí.

La cabeza me volvió a doler provocando que agarrara mi cabeza con las dos manos pero está vez era peor.

Era tan fuerte que me hizo caer al suelo mientras me retorcía.

Beel preocupado se acercó a mi y trato de tranquilizarme pero yo no podía escucharlo.

Todo se empezó a escuchar más y más lejos hasta caer rendida a lo oscuro.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.

Una luz empezó a molestar mi sueño haciéndome querer levantarme pero una fuerte punzada me hizo volver a acostarme.

Dónde estaba?.

-veo que ya despertaste pequeño ratoncito~- me dijo una voz juguetona a mi lado.

Con esfuerzo empecé a abrir los ojos encontrándome un rostro sobre el mío.

Y ahí estaba el.

El dios de las travesuras mirándome con una sonrisa de oreja a oreja.

Iba a levantarme con fuerza si no fuera por el hecho de que tuviera un costado brutalmente lastimado.

-Acaso te comieron la lengua los gatos ratoncito?- dije mientras volaba sobre mi.

Quería responder pero antes de por abrir la boca una tos me atacó haciendo que tosiera hacia el manchandolo de sangre en el proceso.

-Lo...siento- dije con una débil voz.

El con desagrado limpio su rostro y se aparto de mi.

-Si como sea- respondió mientras pasaba un paño por su cara- Tu me resultas conocida...

Algo sorprendida lo mire ya que pensé que me rescato del bosque por que me conocia.

-Soy una de las empleadas... ex empleadas de la diosa demeter y la diosa _____(tn).

El dios sonrió.

-asi que era de eso que te conocía!- dijo riendo por eso.

Realmente agradecida que me haya rescatado de morir, pero era un tonto.

No entiendo cómo es que le gustaba a su amiga.

-tambien te recuerdo por ser amiguita cercana de mi primo Thor...- menciono el dios con risas.

Eso le cayó como un balde de agua fría.

Había olvidado que el dios de las travesuras era primo de Thor.

-Desde que hubo un inconveniente en la boda de Thor y _____(tn) mi tio esta buscandole una nueva esposa, sabes- comento mirándola de reojo.

Esa noticia fue como un segundo balde de agua fría pero está vez era helada.

- Y tengo la sospecha que ya encontró la ideal, es una preciosa diosa nórdica sabes? Es muy bella, tiene un buen estatus, y se dice que nunca estuvo con alguien! Increíble no?- el dios decía todo eso apropósito- su madre también es alguien muy respetable, si no mal recuerdo es la diosa de la tri-

Loki repentinamente se quedó callado al ver cómo de los ojos de la ninfa brotaban lágrimas.

Sin más Loki se levantó y se fue sin decir nada.

La verdad era muy raro de el eso.

Irse si arruinar a nadie.

Apesar de eso las palabras seguían rondando mi cabeza mientras veía por la ventana, las lágrimas seguían saliendo hasta que cansada me rendí cayendo en el sueño.

Apesar de todo agradecía mucho seguir viviendo.

Tenía que agradecer los cuidados de loki.

El la salvó.

Apesar de ser un loquito era bueno.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Apr 19 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

R U mine? Belcebú X LectoraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora