Como parte de la familia Ubuyashiki mi deber es lograr que la organización de los cazadores de demonios no desaparezca de la faz de la tierra.
Somos la esperanza de mucha gente que vive atormentada por las noches, durante generaciones.
Esa es la razón de nuestra existencia; proteger a todos los Oyakata-sama que estén destinados en sus cortas vidas a mantener la esperanza ante los demonios que nos asechan por las noches.
Debí morir con mi padre para cumplir esa labor, sin embargo, mi hermano tenía planes diferentes para mí.
Aun cuando tenía cinco años y el ocho, parecíamos haber vivido una historia de tormento que un adulto no soportaría. Ver como el resto de nuestra familia se desvanecía marchita a causa de un ataque de esa luna suspiró que encontró nuestro paradero, es lo que ha marcado el resto de mis días, seguramente hasta que muera.
Sobrevivimos para mantener el legado de los Ubuyashiki en nuestras venas, incluso si solo éramos unos niños.
Aunque Kagaya vio algo en mí que lo hizo rescatarme antes de huir de nuestro hogar.
Él me lo dijo, pero en el momento, no lo pude entender.
Notó esa habilidad de espada que él no poseía. Incluso cuando en nuestra familia tan tradicionalista las mujeres tenían prohibido hacer algo que no fuera servir a Oyakata-sama, de alguna forma logró encontrar un vacío en esa norma.
Kagaya vio en mí una aliada, una guerrera.
Probablemente, me vio como la espada que él sí podía empuñar para luchar, incluso con esa maldición que lo consume día a día.
Por eso decidí entregar mi vida a Oyakata-sama y a la organización. Renunciando a una vida sin peligros para servir con mi cuerpo a mi familia y a mi hogar.
Incluso cuando él me lo confesó antes de llevar a cabo su plan final, aun cuando sé que ya no está con vida, entrego mi espada a mi familia y a la descendencia que me impulsa a seguir de pie.
Para evitar de que las glicinas se marchiten antes del amanecer.
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Glicinas [Kimetsu no Yaiba x OC]
FanfictionTal y como las glicinas que nunca se marchitan en las laderas de esa oculta finca se encontraba la familia y cabeza de la organización de los cazadores de demonios. Nunca se extinguían sin importar qué, y año tras año continuaban aferrados a la vida...