Glicinas [Kimetsu no Yaiba x OC]

Capítulo 7

*Inicio del recuerdo*

--- Ya está todo listo para que Haruka-sama parta mañana a la selección final, Kagaya-sama.

--- (el joven hombre se mantuvo observando afuera de la finca, sin inmutarse al oír a la mujer) ¿Partirá mañana?

--- Así es...

"Seré tu espada, hermano. Úsame como quieras"

Kagaya: (apretando sus puños) ~No puedo... no puedo dejarla~

--- (confundida, Amane alzó la mirada al ver como el hombre salió de la habitación, bajando al patio de entrenamiento trasero) ¿Kagaya-sama?

--- (tomando la katana de madera que había en el suelo) No puedo considerarla una herramienta...

--- ¡Kagaya-sama!

.

Haruka: (terminando de arreglar sus cosas en un pequeño bolso, suspiró secando el sudor de su frente) ~Tengo todo listo para mañana~

--- ¡¡Tía!!

--- ¡¡Tía Haruka!!

--- (asustada se levantó y abrió la puerta con rapidez al escuchar los gritos) ¿Nichika? ¿Hinaki?

--- (respirando agotadas) Padre está...

--- ¡Padre está intentando blandir la espada!

--- ¡¿Qué?!

--- ¡Pero no está bien! (asustada) Por favor tía, deténgalo.

Haruka: (al instante saltó sobre las menores y comenzó a correr por el pasillo, logrando llegar a la zona de entrenamiento y viendo al pelinegro hincado en el suelo) ~¡Él sabe que no puede hacer ejercicio físico! ¡Su marca no lo permite!~ ¡Kagaya!

--- (preocupada Amane quien intentaba sostener a Kagaya volteó) Haruka-sama...

--- ¿Qué pasó? (preocupada se hincó frente al hombre) Oyaka-

--- (Sujetándola de los hombros, aun sin poder controlar su respiración) T-tú... no vayas... a la... sele... ¡Ahk~!

--- ¡Kagaya-sama!

Haruka: (preocupada) ~¿Quiere evitar que vaya a la selección final?~

--- No puede...

--- (con frialdad le habló) Mantenga la compostura, Oyakata-sama. No debe hacer preocupar a Amane-sama quien está esperando un hijo en su vientre.

--- (sorprendida Amane le vio) Señorita Haruka...

--- (Kagaya intentó alzar la mirada como pudo) Haruka...

--- Esta siempre ha sido nuestra vida, como parte de la familia Ubuyashiki, no tenemos permitido retroceder. Es lo que nos corresponde hasta el final, sin importar lo que suceda.

--- Aun así... tú...

--- Ya lo dije una vez, es libre de usarme como guste.

--- ¡No eres una herramienta! (molesto alzó la mirada) ¡¡Deja de pensar en que existes solo para protegerme!! ¡¡No puedes morir, menos si soy quien da el permiso para dejarte salir de aquí!!

Y un tenso silencio, interrumpido por la incomodidad del lugar.

Incluso la respiración del joven hombre, el cual tenía rastros de su marca por la frente, había normalizado ligeramente su pulso al sentir como ese grito logró sacar aquello que tenía atrapado en su garganta.