Ojos De Placer // Adaptación Emiliaco

4. ESTOY NERVIOSO

- ¿Nos vamos? -

Giré mi cabeza en la dirección de dónde provenía la voz.

- Por supuesto -

Me estoy muriendo internamente, estoy nervioso, asustado y ansioso, no sé que hacer, ésto es muy difícil para mí, sin embargo creo que Osorio hará todo, eso espero en verdad lo hago, no quiero pasar vergüenza más de la que ya pasé.
Ésto es muy vergonzoso, ese hombre me vá a mirar DESNUDO no estoy listo para eso, no lo estoy, ¡¡vá a meter su pene en mi c...

- ¿Estás bien? -

Salí de mis pensamientos a tal voz, sonreí un poco asintiendo.

- Ya veo, estás nervioso -

Sí, estoy jodidamente nervioso.

- No -

- Es normal...-

¡Oh claro! Es normal estar nervioso porque alguien te vá a meter el pene, debo tranquilizarme.... Debo respirar... Nada malo vá a pasar.

No sé en que momento llegamos, pero el auto se detuvo. Necesito ayuda, éste lugar no lo conozco, por ende no sé dónde está todo.

- Te ayudo, ven aquí -

Sentí unas manos tomar las mías, fué extraño, muy extraño, tenía mucho tiempo sin tocar a alguien, esas manos eran tibias y las mías regularmente son frías, lo que si noté fué la gran diferencia de tamaño.

Comenzó a guiarme mientras yo contaba los pasos para no perderme después, escuché un sonido de llaves antes del rechino de una puerta. De nuevo las manos me tomaron y me guiaron a lo que supuse eran unas escaleras, subí éstas con cuidado, definitivamente estoy nervioso.

Al llegar sólo me senté en una cama, mientras esperaba lo que sea que planeaba el señor Osorio. La cama se hundió, estaba al lado mío.

Mis manos comenzaron a hormiguear mientras mi respiración se acelera cada vez más.

- Voy... Voy a besarte -

Lo siguiente que sentí fué sólo unos labios, regordetes, suaves sobre los míos, ¿será buena idea decir que no sé besar? Esos labios se movían sobre los míos de manera lenta, yo no sé que hacer, sólo imité los movimientos.
Poco a poco logré seguir los movimientos, mi labio inferior era cada vez más succionado, de pronto sentí cómo tocó mi mejilla, acercando mi rostro más al contrario. El ritmo aumentó y ese beso comenzaba a sentirse demasiado bien, el sabor a menta embriagaba mi boca sin control, esos labios son tan jugosos, tan carnosos, tan adictivos, pero toda esa magia se esfumó cuándo el hombre se separó, sentí cómo empujó mis hombros haciendo que cayera sobre la cama.... Abrí mis piernas para que Osorio lograra recostarse sobre mi cuerpo. La diferencia de tamaño es muy notable, Osorio es mucho más grande que yo.