22. EDUARDO

230 29 3
                                        




Estoy muy nervioso, mi cuerpo está cansado, pero no he podido dormir, no puedo, me siento angustiado y preocupado. Ya hace unas horas que Osorio se marchó, no dá señales de vida, no envía mensaje y no llama, Nikolás a estado conmigo en todo momento, su compañía ayuda, pero necesito ver a Lewis, saber que está bien.

— Joaco —

— ¿Uhm? —

— ¿Qué clase de ceguera tienes? —

Que gran tema para romper el Hielo.

— No es un tipo cómo tal —

— ¿Entonces? —

Recuerdo haber escuchado al médico una de esas veces que visitó el Orfanato para un chequeo general.

— Nací con cataratas congénitas en ambos ojos —

No sé mucho del tema, la verdad es que no me importa.

— ¿Eso se puede curar? —

— No, es hereditaria, las enfermedades hereditarias no se pueden curar —

Eso había escuchado ese día mientras el médico seguía revisando mis ojos.

— Uhm... Seguro si investigamos podem....—

Y antes de que comenzara a dar esperanzas lo interrumpí.

— Nikolás no, si se puede ó no curar, no me importa, estoy bien siendo ciego, ya estoy muy acostumbrado a éste mundo

Y no es mentira, llevo 27 años viviendo así, y la verdad no es tan malo.

— ¿Pero no te gustaría conocer la vida? —

— Con vista ó no, la vida es una mierda —

Tengo muy malas experiencias de la vida cómo para decir que es buena.

— ¡Vamos Joaco! No digas eso, la vida es genial, sólo debes saber vivirla —

Ajá, a mí me trata de la mierda, pero no le diré todos mis problemas a niki, el cuál sigue creyendo que la vida es genial.

— Estoy bien en éste mundo oscuro —

— Joaco....—

Sé que se preocupa por mí, pero cuándo tienes una discapacidad estás condenado a tener una vida mediocre.

— En verdad Niki, así estoy bien, me gusta —

No me gusta, pero así nací y no puedo hacer nada al respecto.

— No te dá curiosidad saber ¿Cómo es Lewis? —

Lewis... ¿Cómo es?... Oh mierda.. ¿cómo es Lewis? Su voz es linda, pero... Su rostro... ¿Cómo es él?.

— Porque te puedo decir lo atractivo que es, pero no sirve de mucho. Debes verlo con tus propios ojos —

Lewis.... ¿Cómo es?... Mierda ahora Nikolás me metió esa jodida curiosidad. Y antes de poder contestar la puerta fué abierta... Pero no son los pasos que conozco... No es Lewis.

— Hola... Ammm El Señor Osorio... Me envió —

— ¿Porqué no tocas? Mierda Eduardo en verdad me asustas 

Frunci el ceño, Nikolás lo conoce... Pero ¿Quién es? Y ¿dónde está mi Osorio?.

— ¿A qué te envío? — Pregunté en la dirección de la voz desconocida.

— Él me envió a... ¡Oh Dios! ¡Usted es...!—

Me sobresalté a tal grito, así que por instinto retrocedí.

Ojos De Placer // Adaptación EmiliacoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora